Andrés Maldonado.
16 dic. 2020 11:00H
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El pasado mes de septiembre, en Cádiz, un inspector de la Policía Nacional fue embestido por un grupo de narcotraficantes. Tras el accidente, el paciente presentó un daño grave de los nervios y vasos sanguíneos de uno de sus brazos. El inspector fue derivado al Hospital de Getafe, donde la Unidad de Nervio Periférico y Plexo Braquial del Servicio de Cirugía Plástica, dirigida por Andrés Maldonado, valoró el caso y tras una serie de estudios y una complicada operación determinaron que la extremidad del policía podría ser salvada.
Maldonado, en conversación con Redacción Médica, ha explicado que el caso antes mencionado de no haber sido tratado por el equipo, quizás la historia no sería la misma y que el agente hubiese perdido su extremidad. No ha querido entrar en detalles por “respeto” al paciente, y porque aún no se ha terminado el proceso de reconstrucción. Sin embargo, el especialista hace un llamamiento para dar a conocer su unidad y lo necesario que es estudiar y tratar lo antes posible a pacientes con este tipo de patología. Por regla general, las lesiones de nervio periférico y plexo braquial deben ser valoradas en los tres primeros meses después del traumatismo. Después de este tiempo, los resultados de la cirugía empeoran.
"Nos hemos encontrado con pacientes de dos, tres, incluso diez años después de haber sufrido una lesión de nervios periféricos sin que nadie les hubiera realizado una exploración específica. Simplemente se les dice que su problema no tiene solución. Cuando posteriormente son estudiados en nuestra unidad, te puedes encontrar con un tumor de nervio periférico u otro tipo de patología que sí tiene una solución", ha señalado Maldonado.
En esta línea, el cirujano ha expresado que algunos de los pacientes con lesiones de nervio periférico están "abandonados". “No se les da el mejor tratamiento posible, estamos recibiendo pacientes de toda España con lesiones importantes de nervios periféricos y plexo braquial. Al principio, puede pensarse incluso en amputar una extremidad por el mal pronóstico de la misma. Sin embargo, con técnicas de microcirugía y el apoyo de un equipo multidisciplinar se han podido conseguir resultados funcionales para los pacientes. En muchos de estos casos necesitamos de varias especialidades dentro del quirófano. Por ejemplo, el equipo de neurofisiología, nos ayuda a tomar decisiones sobre qué nervios funcionan y cuáles no”, ha argumentado el especialista.
Inicio de la Unidad de Nervio Periférico en España
La historia de esta unidad se remonta al año 2019, cuando el Hospital de Getafe y el Servicio de Cirugía Plástica, dirigido por Purificación Holguín, se contactaron con Maldonado con el fin de mejorar la atención de estos pacientes. “Holguín y su equipo tienen una larga trayectoria y experiencia con la Unidad de Grandes Quemados en el Hospital, nos reunimos y quisimos potenciar el concepto de la Unidad de Nervio Periférico y empezamos a estudiar cómo arrancar el proyecto. La creación de unidades multidisciplinares de nervio periférico y plexo braquial surgió en la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos). Yo me formé con ellos. Estuve dos años en norteamérica antes de volver a Europa. El objetivo ha sido replicar este modelo de trabajo entre distintas especialidades aquí en España", ha explicado el cirujano.
Este modelo se instauró en el servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Getafe en 2019. "Nos reunimos y empezamos a implicar a cada una de las especialidades: neurofisiología, neurología, radiología, anestesia, unidad del dolor, rehabilitación, neurocirugía, traumatología, anatomía patológica, pediatría, etc. Fuimos viendo qué podía aportar cada uno y con ello empezamos a diseñar los protocolos y circuitos. Fue tomar los elementos del modelo norteamericano y moldearlo al sistema sanitario español", ha comentado el especialista.
Subvención de la Seguridad Social
En esta línea, Maldonado ha señalado que en España no han tenido dificultades para la formación de este equipo. Ha recordado que en países como Alemania existen problemas que pueden obstaculizar este tipo de proyectos sanitarios. "Desde el año 2016 dirijo en la Unidad de nervio periférico de Frankfurt (Alemania). Al principio pensé que no tendríamos problemas por el potencial que tienen los hospitales alemanes en estos temas. Sin embargo, si quieres montar un equipo multidisciplinar, lo primero que surgen son los problemas económicos, el “quién paga qué”. Esto es algo que aquí en España, con el Sistema Nacional de Salud, tiene una dimensión más proporcional. Lo primero que se busca con una unidad de estas características es el beneficio que puede tener para el paciente, desde el punto de vista médico. Reconozco que ha sido más sencillo, en ciertos aspectos, arrancar la unidad en España que en Alemania”, ha manifestado.
A la pregunta sobre las limitaciones técnicas de su unidad, Maldonado ha explicado que "cada caso es diferente. En algunos casos no podemos ayudar al paciente y hay que ser honestos y comunicárselo. No tenemos soluciones para todas las lesiones de nervio periférico. Hay criterios técnicos que hacen que no se pueda mejorar una lesión, pero hay que estudiar bien cada caso antes de llegar a cualquier conclusión. Estamos vinculados a equipos internacionales de investigación para mejorar nuestras técnicas. Vamos a seguir trabajando para avanzar en nuestra especialidad y para poder siempre transmitir esperanza a nuestros pacientes", ha sentenciado el cirujano.
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