El modelo de guardias resiste entre los médicos por su componente salarial

A pesar de que el 60 por ciento de los profesionales de Medicina reconoce que preferiría no hacer guardias, lo cierto es que cuatro de cada diez apuestan por mantener el modelo, bien por que lo ven como la única opción para asegurar la asistencia 24 horas y 365 días o porque lo consideran un buen complemento salarial. En concreto, según una encuesta realizada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), en concreto un 41 por ciento de los consultados ve favorable seguir con el “sistema actual”, con algunas diferencias en lo relativo a si debería haber un límite máximo de 12 horas. Por el contrario, hasta el 59 por ciento eliminaría las guardias si no hay merma de sueldo.

Según los resultados de la última encuesta sobre las guardias médicas de CESM, que ha sido presentada este jueves por su presidente, Tomás Toranzo; la secretaria de Finanzas y Servicios, María José Campillo; y el secretario de Estudios Profesionales, Miguel Ángel García, el 87 por ciento de los médicos consultados (en el estudio han participado 3.686 profesionales) realizan guardias, de los cuales el 9 por ciento las hacen en un centro de trabajo diferente al suyo.

La mayoría de los consultados (91 por ciento) perciben dicho modelo como una herramienta de la administración para “minorar costes salariales en la asistencia sanitaria”, pero lo aceptan “resignadamente” porque sirve de complemento salarial a la retribución. Un salario que, a su vez, “perciben como insuficiente para un trabajo tan cualificado y de tanta trascendencia social”.

En este sentido, el sistema actual de guardias es considerado “correcto” por el 41,1 por ciento de los facultativos. Eso sí, la mayoría modificarían su duración, estableciéndola en 12 horas. El resto de los profesionales aboga por el fin de las guardias (34,10 por ciento), o al menos de su obligatoriedad (24,79 por ciento del total de la muestra), cubriendo la asistencia mediante turnos de jornada ordinaria de 12 horas complementados con guardias de carácter voluntario.

Siete de cada diez mayores de 55 años siguen haciendo guardias

Por otro lado, el estudio CESM indica que existe una clara reducción de guardias con la edad, aunque todavía siete de cada diez de los médicos mayores de 55 años continúan haciéndolas. “A pesar de que en esta cohorte predominan los varones, el sexo no parece influir en conjunto sobre la realización o no de guardias, en relación a que un porcentaje mínimamente más elevado de varones hacen guardias en las cohortes, más voluminosas, de mediana edad”, detalla el informe.

Sobre si las guardias deberían constar para la jubilación, la posición de los encuestados es unánime: este régimen, “al constituir un trabajo añadido de forma obligatoria a la jornada laboral de los médicos que las realizan”, debería tener una “plena consideración en la jornada de trabajo y, por tanto, en los derechos que de ella derivan”.

“Y entre ellos destaca el de la jubilación, en un momento en que la profesión se está haciendo cada vez más consciente de la penosidad de este régimen de trabajo y de sus repercusiones en la salud y en la calidad de vida de los facultativos”.

Durante la presentación del estudio, Toranzo ha señalado que las reivindicaciones de los facultativos constatan "la voluntad de cambio" en el sistema de guardias, lo que deberá ir seguido del inicio del trabajo para poder plantear un nuevo modelo organizativo y quizás diferenciado para los distintos niveles asistenciales. "Tenemos unos resultados muy orientativos de las preferencias de los profesionales, que dejan claro que el modelo de guardias está en crisis y hay que buscar alternativas, para lo que es necesario trabajar y ver cómo se mantiene la asistencia sanitaria con la población médica disponible", ha afirmado. 

En este sentido, María José Campillo ha apelado a un nuevo modelo retributivo de jornada para el médico "más racional que el actual, que a tenor de las respuestas de la encuesta se inclinaría por sustituir las guardias médicas por turnos de 12 horas máximo sin que se produjera una pérdida retributiva: para ello la jornada se reduciría a 1.370 horas anuales y el médico debería ser considerado como trabajador nocturno a todos los efectos".