La capacidad olfativa también se asocia con enfermedades neurodegenerativas.
Estudios recientes han demostrado que
la capacidad olfativa es uno de los
principales factores que se asocian con
mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas así como con patrones de
dieta menos saludables y más
obesidad.
Así se ha puesto de manifiesto en el
X simposio científico del Ciber de Obesidad y Nutrición (Ciberobn), que ha reunido este miércoles y jueves en Madrid a más de un centenar de expertos para poner en común los principales avances en investigación que permitan abrir nuevas vías terapéuticas para combatir tanto la obesidad como las comorbilidades asociadas. Entre ellos, precisamente, se abordó la asociación de la capacidad olfativa con el síndrome
metabólico, además de con la
función cognitiva y con
factores genéticos.
Investigadores han desarrollado un nuevo biomarcador genómico de medida indirecta de la capacidad olfativa
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Es por ello que un grupo de investigadores del Ciber ha desarrollado un nuevo biomarcador genómico de medida indirecta de la capacidad olfativa que permite, por un lado, agilizar el sistema actual de medición, y, por otro, realizar esta medición en personas a las que no se les puede realizar test de percepción de olor.
“Hemos medido la capacidad olfativa en 300 personas mediante un test muy completo, diseñado y validado en Alemania, que nos da, de manera cuantitativa, la puntuación global de percepción de olor y otras puntuaciones como detección de olores, discriminación y umbral de detección, explica el investigador
Raúl Martínez-Lacruz.
Adipobiología, dieta y ejercicio
Además el simposio ha abordado el papel de la adipobiología en la investigación de la obesidad, de la mano de
María Jesús Moreno-Aliaga y
Sonia Fernández-Veledo y las interacciones dieta-ejercicio y otras formas de vida, con los investigadores
Pablo García-Rovés y
Mª Rosa Bernal.
Enfoques ómicos en nutrición
Las investigadoras
Lidia Daimiel y Ana Belén Crujeiras han sido las encargadas de abordar la cuestión sobre los enfoques ómicos en el tratamiento de la obesidad. Así, Daimiel ha incidido en la
nutrición como potencial agente modulador del epigenoma. Por su parte, Crujeiras centró su intervención en
Genómica y Epigenómica en Obesidad y Cáncer. Durante su ponencia indicó que existen evidencias epidemiológicas suficientes que demuestran la asociación entre la obesidad y 13 tipos de cáncer. Entre ellos, el cáncer de mama postmenopáusico, endometrio, colon e hígado se encuentran entre los más afectados.
Obesidad infantil
En cuanto a la obesidad infantil,
Gabriel Martos-Moreno señaló que el estudio de las alteraciones del nivel de glucosa en sangre es frecuente en la valoración clínica de la obesidad infanto-juvenil. Sin embargo, el estudio del patrón de secreción de insulina tras ingesta de glucosa no es habitual y puede ofrecer información del estado metabólico del niño con obesidad.
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