Antonio Campos, codirector del diccionario y académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España.
¿Sabías que
los resfriados no existen en Colombia, Costa Rica o Ecuador? En su lugar hay "
quebrantos". Tampoco los escalofríos en Argentina o Bolivia, pero sí los "
chuchos" y en México o Perú no se "rompen aguas" sino que se "
rompe la fuente". La necesidad de llegar a
entendimientos entre los profesionales sanitarios hispanohablantes ha llevado a la creación del
'Diccionario panhispánico de términos médicos', un documento que recoge las explicaciones y sinónimos de las palabras con significado sanitario pero que se escriben de forma distinta.
Antonio Campos, codirector del diccionario y académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España ha explicado a
Redacción Médica la importancia de comprender la gran variedad de términos médicos, no solo para garantizar una relación médico-paciente de calidad, sino entre los propios facultativos. "Constituye un
instrumento fundamental para favorecer la comunicación científica entre los profesionales y entre estos y sus pacientes, en nuestro idioma, con independencia del lugar de donde procedan. Su utilización por los propios pacientes y por la población en general permitirá y facilitará a estos el
acceso a una información veraz, académicamente validada, que contribuirá a dar a los mismos un mayor protagonismo personal en la forma de vivir y de sentir sus dolencias", asegura.
Tras la publicación por parte de la Real Academia Nacional de Medicina de España del Diccionario de Términos Médicos en 2011, se acordó con la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina impulsar la creación del
'Diccionario panhispánico de términos médicos', con un lenguaje médico consensuado que fuese capaz de aunar, al servicio de todos los hispanohablantes, la
Medicina y el idioma que compartimos más de quinientos millones de personas. "El lenguaje médico representa, en nuestro idioma, la
expresión del dolor vinculado al conocimiento de la enfermedad y de la esperanza vinculada a la búsqueda de sanar, añade Campos.
¿Qué palabras contiene el diccionario panhispánico de Medicina?
Actualmente esta herramienta digital ya está disponible y puede acceder a ella todo ciudadano que lo desee desde cualquier lugar del mundo. Aunque hay "bastante uniformidad" en el
lenguaje médico existen variaciones regionales e incluso locales en denominaciones que al quedar reflejadas como sinónimos en el Diccionario facilitan la comunicación en todo el ámbito del mundo hispanohablante
convirtiendo al español médico en un "idioma sin fronteras".
"Las palabras reflejadas en el Diccionario panhispánico de Medicina facilitan la comunicación y convierten el 'español médico' en un idioma sin fronteras"
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Algunos de los ejemplos que recoge la plataforma el término "
zafadura", utilizado en Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú para denominar "luxación", o las "lentes de contacto" se conocen como "
pupilentes" en Colombia, Ecuador, México y Paraguay. Mientras que en España se usa el verbo "atragantarse", en Chile, Costa Rica y México es "
trapicarse". El "bastoncillo de algodón" en Argentina, Bolivia, Ecuador, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela se dice "
cotonete". La "cistitis", "
chistate" en Costa Rica y México. También son sinónimos la "tirita" y el "parche curita" o la "viruela" con la "lechina".
Retos a futuro del diccionario panhispánico de Medicina
Aparte de lo ya indicado, para el mundo sanitario, Campos ha insistido en que el diccionario va a ser "muy útil" para otras actividades profesionales que, en mayor o menor medida, tienen también relación con la salud como ocurre con los periodistas, divulgadores, traductores, ingenieros, economistas, etc. "Además, no podemos olvidar que el léxico médico es en cada idioma el que, posiblemente, más afecta a todos los seres humanos después del léxico común que permite comunicarnos porque todos los seres humanos o hemos estado enfermos, lo estamos o vamos a estarlo y siempre
vamos a tener que entablar esta relación con un profesional de la salud", recuerda.
Dentro de sus ventajas, se incluye que sea una obra de referencia normativa, con
observaciones y recomendaciones de uso, que sea digital, navegable y de acceso libre para toda la población interesada y que incluya las variantes lingüísticas de cada país hispanohablante, las nomenclaturas normalizadas internacionales y que esté permanentemente actualizado.
La Real Academia Nacional de Medicina de España, que ha actuado como Academia coordinadora, cuenta con la experiencia previa y la base de datos del mismo, al que se han incorporado los nuevos términos y con un equipo lexicográfico especializado en este tipo de lenguaje. "Los académicos, en España y América, han participado y continuarán participando en la
elaboración de las definiciones junto a colaboradores expertos en distintos temas. Los términos son finalmente validados en su contenido y expresión por las 13 Academias participantes y por el equipo lexicográfico", concluye.
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