Más salud digital e incentivos al médico rural, sobre la mesa del Gobierno

La pandemia del coronavirus ha dejado a la vista las costuras del Sistema Nacional de Salud (SNS), especialmente en el mundo rural. No obstante, el Consejo Económico y Social de España (CES) considera que el contexto actual constituye una “oportunidad” para afrontar el “reto sanitario” en los pueblos, que precisa, advierte, de mayores incentivos para los médicos y el refuerzo de la Salud digital.

Una posición que ha trasladado al Gobierno en su informe sobre el “Medio rural vivo y sostenible”, en el que advierte de la “urgente necesidad de emprender reformas que garanticen el acceso” a la sanidad “en condiciones de equidad” en todo el territorio nacional. Reitera, en este sentido, la “situación de debilidad” que atraviesa la atención primaria, pero no es este el único obstáculo al que se enfrenta la población de los pueblos.

En su informe, el CES indica que uno de los “elementos clave” para la mejora de la sanidad en los entornos rurales está relacionado con la atención especializada, que “se lleva a cabo en los hospitales y centros de especializades dependientes funcionalmente de aquellos”.

“Este nivel presta una atención de mayor complejidad a los problemas de salud, siendo los hospitales comarcales estructuras fundamentales en la continuidad asistencial en el medio rural dada su mayor proximidad y accesibilidad”, apunta el Consejo, que añade que se trata en general de “estructuras relativamente pequeñas con recursos limitados en términos de tecnología y capacidad asistencial en comparación con los grandes centros de referencia”.

"Familiaridad" con las nuevas tecnologías

Por otro lado, el CES asume la necesidad de impulsar la Estrategia de Salud Digital para reforzar la analítica de datos, la Salud en red y el desarrollo de los servicios públicos digitales para el SNS.

Sin embargo, advierte de que la realidad socialdemográfica de las zonas rurales “aconseja tomar en consideración elementos de accesibilidad”, tales como la falta de “familiaridad” con las tecnologías de la comunicación en las zonas rurales, “que pueden dificultar el funcionamiento y el acceso a los servicios sanitarios de una parte significativa de la población en los núcleos pequeños”.