Los facultativos con mejor posición explican los motivos por los que harán la residencia de Familia este año

Los 6 MIR que ha elegido Familia en la primera ronda de adjudicación MIR 2023.
Nerea Barriuso, Jorge García, Andrea Domínguez, Carlota Garrido, Santi Arana y Mireia Santamaría.


23 abr. 2023 16:20H
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El primer día de la adjudicación de las plazas MIR 2023 no llegó con un éxito de Familia comparable al de Dermatología, que arrasó entre los médicos con mayor puntuación. Sin embargo, siete de los 400 facultativos llamados a escoger el lunes priorizaron esta rama de las Ciencias de la Salud. Para conocer en profundidad las motivaciones y los objetivos de estos 'siete magníficos', Redacción Médica ha entrevistado a seis de estos MIR que se han ‘lanzado’ de lleno al primer nivel asistencial y quienes han compartido una idea en común: la vocación. Un sentimiento que sigue vivo en una especialidad que atraviesa una época dura a causa de la sobrecarga en los centros de salud, la falta de personal y de recursos y las continuas movilizaciones en las calles en busca de unas mejores condiciones.

Nerea Barriuso ha sido la primera persona que ha elegido hacer Medicina de Familia en la edición de la adjudicación de las plazas MIR de este 2023. Con el puesto 14, la futura residente del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón) ha 'roto' la tendencia actual de la asignación de los puestos altos del listado MIR, donde la especialidad 'estrella' ha sido Dermatología. Una decisión que tenía clara desde que empezó la carrera, porque sabía que su futuro “no estaba dentro de un hospital".

“A mí lo que me gusta es la visión general de la Medicina. Tanto de la patología general como de su enfoque. Prefiero saber poco de mucho que mucho de poco”, ha reconocido. A pesar de que es consciente de que el momento que atraviesa Familia “no es el mejor”, no le ha impedido escoger “la rama que más le gusta”, pese a sus “malas condiciones”. “Voy a poder tener una vida digna”, ha asegurado.

Un pensamiento similar al de Jorge García, con el puesto 114, uno de estos ‘héroes en la sombra’. Hará su residencia en la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria (UDM de AFyC) de Vigo, concretamente en la ciudad de Pontevedra. Ver el conjunto del paciente es una de las características que ha hecho que García se haya decantado por Familia.

Educación saniataria, el "pilar" para que todo funcione bien


“La mayoría de las especialidades están muy subespecializadas y centradas en una sola en concreto, y parece que se olvidan del resto de la Medicina y del paciente”, ha subrayado. Aunque tuvo sus dudas con Medicina Interna a la hora de elegir especialidad, el futuro residente gallego afirma que "no sabe lo que le va a llegar a la consulta, y hay que estar preparado para ello".

“A mí Familia siempre me ha gustado”, subraya Andrea Domínguez, con el número 371, otra de las personas que ha elegido la especialidad. En su caso, la residencia la hará en Madrid, en la Fundación Jiménez Díaz (FDJ). Desde los primeros compases de la carrera universitaria ha tenido claro Domínguez que su vocación era dedicarse a la Medicina en general: “En sexto definitivamente supe que era Familia la que más me gustaba por el tipo de relación que tiene con el paciente, que es básico. También por la educación sanitaria, que es el pilar para que todo funcione bien”.

En el puesto 81 se encuentra Carlota Garrido, una estudiante zamorana en Salamanca que viajará próximamente a Las Palmas para la residencia. Dudó con Interna,  pero al igual que García, la parte "más humana" de la Medicina le ha atraído hasta la Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC): "Puedo tratar al paciente como persona, teniendo en cuenta también sus aspectos sociales".


"Creo que los que la elegimos lo hacemos desde una perspectiva un poco idealista, pensando que ojalá podamos cambiar las cosas y convertirla en lo que debería ser"



Al contrario que Garrido, Santi Arana, el 120,  es un caso “particular”. Hizo el MIR el año pasado y tenía “un lío” de opciones en la cabeza, pero decidió entrar a Cardiología. Una decisión de la que se arrepintió al darse cuenta de que el ambiente hospitalario “no era lo suyo”. Ahora, un año después y tirando de corazón, su destino es Familia en la Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria del Sector Zaragoza I.

Cuando vio las listas de adjudicación del primer día y que solo siete de 400 médicos habían elegido esta especialidad no le sorprendió. “Ahora mismo es una opción muy poco atractiva, tanto para quienes están trabajando como para quienes se lo plantean. Creo que los que queremos especializarnos aquí lo hacemos desde una perspectiva un poco idealista, pensando que ojalá podamos cambiar las cosas y convertir a Familia en lo que debería ser”, reconoce


Evitar que se considere a Familia una rama "de segunda"


Una idealización que comparte Mireia Santamaría, con el puesto 349, quien se incorporará a la especialidad en la Unidad Docente de Barcelona Ciutat ICS y que una de sus motivaciones es cambiar la visión que tienen algunos facultativos sobre Familia, considerándola una rama "de segunda".

“Hay profesionales sanitarios que se creyeron la historia de que, si no valgo para nada más, me meto a Familia y ya está. Y eso no es así. Hay mucho trabajo, no es una salida fácil ni tampoco está lo suficientemente valorada. Todo esto hace que sea una mala combinación y que la gente no quiera elegirla para especializarse porque salen perdiendo por todos los lados”, ha subrayado.

Preparados para afrontar la residencia tras el MIR


En un mes aproximadamente comenzará una nueva etapa en la vida de estos seis futuros médicos, puesto que empezarán su residencia. Todos la esperan con ganas, para seguir aprendiendo y conocer de cerca la especialidad. Coinciden en que quieren terminar la residencia para ofrecer “la mejor atención posible” a sus pacientes. “Aprender bien sobre las urgencias hospitalarias y extrahospitalarias, y saber qué hacer en situaciones urgentes que necesitan un cuidado rápido”, detalla Andrea Domínguez.

Desde Madrid, Pontevedra, Las Palmas, Zaragoza o Barcelona están impacientes por sumergirse en la Atención Primaria y comenzar a hacerse con toda la dinámica que un centro de salud requiere. “Me gusta eso de poder ser médico de alguien. Que digan que soy su médico”, señala Domínguez. García coincide: “Me gustaría ser una persona de referencia para el paciente, que acuda a ti y que te tenga en consideración como médico, poder ayudarle en sus procesos mórbidos, sociales o en lo que tenga, y ser lo más resolutivo posible”.

Los que acaban de elegir plaza en la Medicina de Familia son conscientes que marchan a una especialidad ‘herida’, pero argumentan que el primer nivel asistencial tiene una importancia capital en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS). “Lo más importante del sistema sanitario es la Atención Primaria, que es la que sustenta el sistema”, remarca Jorge García. "La situación está mal, pero si nadie coge Familia y dejamos que se hunda, nunca va ha mejorar", sentencia Garrido.

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