Foto de Familia de Semergen y Sefac durante la presentación del 'Manifiesto de Zaragoza'.
La
comunicación bidireccional entre los médicos de Familia y los farmacéuticos comunitarios es esencial para mejorar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud (SNS). Este es el core del 'Manifiesto de Zaragoza', un decálogo que tiene como objetivo 'protocolizar' la comunicación entre ambos agentes para "dar respuesta a las necesidades del paciente".
José Polo, presidente de la
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), ha puesto de manifiesto la necesidad de insistir en la colaboración entre médicos y farmacéuticos, algo que ha reforzado Vicente J. Baixauli, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), quien ha apelado a que de debe "fidelizar la comunicación entre ambos agentes, que son los que
están en primera línea en Primaria".
El abordaje de la cronicidad es uno de los puntos clave de la relación entre ambos profesionales sanitarios. Polo ha hecho hincapié en que "el gran problema al que se enfrenta el SNS" es poder
asumir a los pacientes crónicos y pluripatológicos y que tanto el SNS en general como Primaria en particular "tienen que estar preparados". "Con las carencias actuales no conseguiremos un control de la cronicidad, pues actualmente estamos difícilmente capacitados", reivindica Polo.
"Con las características actuales del SNS no conseguiremos un control de la cronicidad"
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De esta manera, ambos presidentes han presentado el 'Manifiesto de Zaragoza' y han explicado que no solo pauta la colaboración entre ambos agentes, sino que busca "hacer un llamamiento" para potenciar esta. Además, han asegurado que
se presentará el documento ante las comunidades autónomas para "conseguir esa protocolización" entre Medicina y Farmacia de Familia.
Decálogo de medidas para la colaboración médico-farmacéutica
El primer punto del decálogo hace referencia a la
justificación de la comunicación asistencial médico-farmacéutica, que tildan como "esencial" para la coordinación del trato al paciente. El segundo hace referencia al objetivo de la
colaboración, que no es otro que "protocolizar un circuito asistencial de
colaboración entre médicos de Atención Primaria y farmacéuticos comunitarios".
La
legalidad es el tema sobre el que versa el tercer punto, que se propone cumplir con la legislación vigente en materia de protección de datos. El cuarto punto está centrado en la
oficialidad y como darte ese carácter a la colaboración entre ambos agentes; piden que la colaboración esté amparada por la administración sanitaria.
En quinto lugar, hablan de las características de esta
comunicación, que debe ser directa y sistematizada y, en sexto, de que el contenido proporcionado a los pacientes tiene que darles el conocimiento necesario. En séptima posición hacen mención a la necesidad de aumentar el
alcance de esta colaboración para que llegue a otros campos colindantes.
La
mejora continua es la octava pauta que establecen, pidiendo una "estandarización del registro de datos necesarios e indicadores relevantes para su evaluación sistemática". Sigue el decálogo con un punto relativo a la
implementación del acuerdo y como es necesario que cuente con la participación de todos los profesionales, así como que se utilice la receta electrónica en el ámbito público y privado.
Por último, Semergen y Sefac cierran su decálogo apelando a la
complementariedad entre ambos profesionales. "La comunicación no clínica relacionada con procesos administrativos debería ser facilitada por personal de apoyo", concluyen.
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