Antonio Fernández Pro-Ledesma y José Polo García.
365 días, este es el tiempo que ha pasado desde que el Ministerio de Sanidad junto con las 17 comunidades autónomas aprobaran, el 15 de diciembre de 2021, el
Plan de Acción de Atención Primaria con las medidas más urgentes a acometer para relanzar un denostado primer nivel asistencial cuya situación venían denunciando desde tiempo atrás los profesionales sanitarios. Pasado este tiempo, los médicos de Familia fijan como objetivo prioritario y urgente para su segundo año de aplicación "evitar por todos los medios" que los profesionales abandonen la especialidad y activar las medidas a corto plazo sin mayor demora.
Unas medidas a las que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España le dio un
plazo de dos años para que se acometieran y que en el primer aniversario, según fuentes sanitarias y de las propias comunidades autónomas,
se sigue trabajando en ultimar el plan fijado, aunque en el día a día, reconocen, "no se ha conseguido culminar los objetivos marcados hace un año". Sin embargo, las propias autonomías, junto con el ministerio, están impulsando varios programas para evitar la fuga de más profesionales sanitarios, sobre todo en Primaria, y la estabilización de las plantillas del SNS bajo el paraguas del RD 20/21.
Así lo ratifican varias comunidades autónomas, que consultadas por este diario confiean que
"no hay ningún avance" y
continúa "todo igual" en lo referente al plan que deben de presentar antes de 2024. De la misma forma, lamentan que algunos de los objetivos prioritarios y urgentes como
evitar la sangría de profesionales o el compromiso de
cumplir con las metas a corto plazo se han visto demorados en el tiempo, por lo que esta será el
principal compromiso que acometer en un futuro próximo para cumplir con los plazos previstos. Es por este motivo que las administraciones reconocen que
"las prioridades de los profesionales sanitarios están cambiando y exigen otras mejoras necearias para la Atención Primaria".
En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández Pro-Ledesma considera que el Plan de Acción “no ha aportado nada, de hecho,
la situación es peor que la de hace un año. Evidentemente, hay ciertas diferencias, sobre todo, en función de la comunidad autónoma en la que estés, pero no me cabe ninguna duda que no estamos mejor en absoluto y que
aires de cambios hay pocos”.
Una apreciación que también comparte José Polo García, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): “
Si el Plan hubiera servido para algo y hubiera tenido resultados,
no tendríamos organizada las revueltas que tenemos. Ya lo dijimos el año pasado, que se podría quedar en un
brindis al sol”.
Una dotación económica real, pero insuficiente
Una de las reclamaciones de los facultativos para “creerse” el Plan y que realmente cambiara las cosas, era que tuviera una
dotación económica vinculada al mismo. En ese sentido, recientemente, la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, resaltó en rueda de prensa el compromiso adquirido por el Gobierno de España de dotar económicamente las acciones urgentes.
“Apostamos por seguir impulsando la implementación del
Plan de Acción de Atención Primaria que fue aprobado en diciembre de 2021 por el pleno del Consejo Interterritorial. Se mantiene la dotación de 172,4 millones de euros para transferencias a las comunidades autónomas y se añaden 400 millones para impulsar y renovar infraestructuras y equipamientos en el primer nivel asistencial.
Son más de 800 millones de euros para la financiación del Plan de Acción de Atención Primaria", resaltó Calzón.
Un montante al que hay que sumar las acciones vinculadas a digitalización. "En 2022, se distribuyeron 70 millones para este fin y en 2023, se sumarán
160 millones financiados por la Secretaría de Estado de Función pública", destacaba la secretaria de Estado de Sanidad.
Sin embargo, para Familia este dinero es totalmente insuficiente. “Es
pan para hoy y hambre para mañana, no ha supuesto una inyección de una reforma grande y las cantidades totales parecen muchas, pero hay que dividirlo entre 17 comunidades autónomas y entre capítulos del presupuesto”, reivindica Polo García.
Pérdida de fe en el Plan de Acción
Tras un año donde se ha ido cometiendo algún avance, especialmente en
digitalización, los facultativos de Familia consideran que se deberían haber realizado más cosas, ya que su actividad diaria es idéntica a la de finales de 2021.
“Todo está muy bien, pero
el día a día del profesional sigue igual, es decir, las medidas están muy bien, pero ha habido una falta de implementación. La brecha digital es importante dependiendo de la zona, de los pacientes y mil cosas más… No se ha trabajado en profundidad, solo ha sido a nivel superficial. Por lo tanto, no se podían implementar muchas cosas, que, además, tampoco han implementado las que estaban previstas. Lo cotidiano y operativo del día a día, como
la presión de la consulta, no lo alivia”, remarca Fernández Pro-Ledesma.
De cara al segundo año de este plan, desde Medicina de Familia consideran que ya queda margen para “pocas cosas”.
“Hay que tomarse los asuntos muy en serio y hay medidas de corto plazo que hay que acometer ya. Dentro de poco tenemos una promoción de MIR y hay que evitar por todos los medios que se vayan. Si se van la mitad de los profesionales, es difícil solucionar esto. Evitar esta sangría es lo primero que hay que hacer”, augura el presidente de SEMG.
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