Jacinto Bátiz, responsable del Grupo de Trabajo de Bioética de SEMG y director del Instituto Para Cuidar Mejor del Hospital de Santurce.
La
Bioética puede quedar, en ocasiones, en un segundo plano dentro del quehacer diario del médico, a pesar de que los problemas que ven a dario en consulta "no se pueden solucionar si solo se emplea el conocimiento científico-técnico". Ese 'extra' debe venir, según
Jacinto Bátiz –
responsable del Grupo de Trabajo de Bioética de la
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)– de la ética médica, o de lo contrario, el sanitario "no contará con las competencias necesarias para desarrollar las
habilidades de comunicación y de
toma de decisiones más adecuadas".
En este sentido, Bátiz destaca la "prudencia" como una de las competencias que otorga esta rama al médico. "Hay que ser minucioso para hacer un
diagnóstico correcto y aún más ante el problema moral que puede desencadenar", apunta el especialista. Así, esta disciplina enseña a "razonar con rigor para poder explicar y argumentar por qué se elige una opción, además de ayudar a reconocer los errores y a evitar el paternalismo y la apatía profesional".
Principales dilemas éticos en consulta
Además de aportar herramientas para tomar decisiones desde la ética, esta disciplina también ayuda a enfrentar los conflictos referidos a la "autonomía del paciente", formando al facultativo en el respeto a esa "independencia fundamental" que, en ocasiones, puede provocar conflicto entre algunos facultativos".
Las
nuevas tecnologías también pueden ser un problema en la práctica clínica. Aunque ayudan a "recoger datos de manera ágil", en algunas ocasiones generan la "
deshumanización de la atención a los pacientes". A estas se suma la necesidad de "respetar la
confidencialidad", algo que debe tener especial relevancia en la consulta, puesto que el paciente "confía en el
secreto médico".
Demencia, patología que más problemas de Bioética genera
Otro aspecto a tener en cuenta es que, según la
patología que padezca un paciente, la
Bioética tiene un mayor rol para el médico. "Por ejemplo, la
demencia suele provocar bastantes problemas morales, debido a la incapacitación que genera en el paciente, haciendo que pierda su capacidad de toma de decisiones, sobre todo cuando la familia no se pone de acuerdo sobre qué hacer", apunta Bátiz. A su vez, respecto la fase terminal de un paciente, ha subrayado la importancia de no caer en la "obstinación terapéutica, algo contrario a la moral médica
que puede aparecer cuando el profesional considera el fallecimiento como un fracaso".
Las líneas de la SEMG para difundir la Bioética
Ante todos estos retos, Bátiz lo tiene claro: "es necesario
formar a los profesionales en Bioética". Como mínimo, "debe haber unas nociones básicas", puesto que, esta disciplina "ayudará a prevenir la arbitrariedad, al tiempo que enseñará a los sanitarios a
conjugar el rigor y el sentido común para estar al servicio de los pacientes".
La
SEMG tiene, además de su propio grupo de trabajo en esta disciplina, otros programas y herramientas para difundir los criterios y beneficios de la ética médica. Entre ellos, Bátiz ha remarcado los "
cursos online de formación en Bioética para Atención Primaria", además de "numerosos artículos científicos".
En cada
Congreso Nacional de la SEMG, el organismo también hace un "curso precongresual de Avances en Bioética" en el que exponen todas las novedades en esto campo a lo largo de "cuatro horas".
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