Ponencia 'Cómo realizar una comunicación' en la V Jornada de residentes y tutores de SEMG
"Una imagen vale más que 1.000 palabras", reza un dicho popular. Una afirmación que se puede aplicar a casi todos los ámbitos de la vida, incluidas
las comunicaciones científicas de Medicina de Familia. "Puede tener muy buen fondo, pero si no entra por los ojos puede llegar a ser rechazada o resultar aburrida para el público", ha indicado el R3 de
Medicina de Familia del centro de salud de Don Benito Oeste (Badajoz), Manuel Carmona, durante su ponencia en la
V Jornada de Médicos Residentes y Tutores de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). La corrección estilística es fundamental y el facultativo debe dedicar tiempo a sacar su vena artística para
concebir un trabajo agradable a la vista y que facilite el acceso al contenido por parte de sus lectores o audiencia. Eso sí, sin obviar las líneas marcadas por los organizadores del congreso.
Carmona ha aprovechado la segunda mesa del encuentro organizado por la sociedad científica para ofrecer ciertas claves en la elaboración de comunicaciones científicas y así, dotarlas de atractivo y calidad. En este sentido, este
MIR de tercer año considera que el primer paso es
conocer al público. "No es lo mismo realizar una presentación en un congreso que en una residencia o en un ayuntamiento", ha indicado.
Ponencia 'Cómo realizar una comunicación'.
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A partir de ahí, hay que tener en cuenta una serie de elementos, según el tipo de comunicación científica que sea:
un artículo o un póster para una conferencia. Eso sí, la claridad, la exactitud, la veracidad y la ética tienen que estar presentes en cualquier trabajo de investigación que pretenda ser objeto de divulgación por su autor
Artículos científicos
Las publicaciones en revistas técnicas contarán con un lenguaje acorde a su futura audiencia: los profesionales del sector. También con un material novedoso a sacar a la luz. No obstante, Carmona ha remarcado la importancia de
la honestidad del autor para transmitir la parte positiva y negativa de la conclusión de la labor investigadora. "Hay que aceptar el resultado del trabajo realizado. A veces, puede ir totalmente en contra de la hipótesis planteada, pero esto no tiene porque ser malo", ha explicado el R3.
Manuel Carmona, MIR de tercer año de Medicina de Familia.
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Una ética que también debe trasladarse a la propia escritura y diseño del artículo. Así, el residente ha aconsejado acreditar toda la información incorporada de otros trabajos, ya sea textual o gráfica. Eso sí, la redacción de la pieza debe correr a cargo exclusivamente del autor. "Hay que evitar el plagio, ya que es imprescindible respetar la propiedad intelectual", ha recalcado.
"Hay que aceptar siempre el resultado de la investigación realizada"
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Asimismo, el facultativo investigador tiene que indicar en su obra
si existe algún tipo de conflicto de intereses. Este se puede dar cuando alguna institución colabora en la creación del artículo, por ejemplo, a través de la aportación de información de algún fármaco de producción propia.
Póster y conferencias
En el caso de las presentaciones, Carmona ha recalcado una serie de puntos que son clave para que estas sean interesantes para la audiencia y no decaiga su atención en la pieza. Una serie de recomendaciones relacionadas con la
extensión de la exposición y su diseño gráfico.
Asistentes en la V Jornada de Médicos Residentes y Tutores de SEMG
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El primer paso radica en
el planteamiento claro de la pregunta y los objetivos de la investigación mostrada. "Interesa contar con una diapositiva sobre lo que pretende demostrar el autor de la investigación", ha explicado el R3 durante
la jornada formativa de SEMG. Una claridad que debe aplicarse también en la estructura de la presentación, en la que las secciones tienen que estar bien definidas.
A su vez, Carmona aboga por no elaborar un número muy amplio de diapositivas. "Si hay información que no da tiempo a explicar, más vale no ponerla", ha afirmado. En concreto,
20 o 25 es una buena cifra para no perder la atención de la audiencia. En pos de esto último, el ponente ha expresado que es interesante
dotar de dinamismo a las presentaciones, además de aportar algún dato relevante al principio. El empleo de colores, fondos agradables o tipografías redondeadas puede ayudar también a no agotar visualmente al público, algo que sí generan las tablas. Estas últimas están prohibidas para al residente.
Recomendaciones de Carmona para una buena comunicación científica.
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"Si hay información que no da tiempo a explicar, más vale no ponerla"
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Todas estas normas se aplican a los pósteres. Asimismo, Carmona ha insistido en que los recursos presentes en estos estén bien alineados y que haya imágenes, siempre que
aporten a la narración del investigador. "Tampoco hay que recargar la comunicación y hacerla ilegible", ha añadido.
Pese a que muchas veces, el estilo de las presentaciones va determinado por el organizador de la conferencia -el cual se ha de respetar-, el investigador tiene que intentar seguir estos pasos para generar una buena comunicación científica. Pensar en su estructura y formato es
casi tan importante como en el contenido. Al igual que en la preparación de la exposición oral, "improvisar está bien en su justa medida".
Los artículos cientificos y los póster fueron los dos tipos de comunicación tratados.
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Público de la jornada, atento a las explicaciones para crear una mejor comunicación científica.
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