La Ley de Profesiones Sanitarias, vía para integrar ingenieros al hospital

Algunas de las voces más autorizadas de la política autonómica o de la industria sanitaria ya han advertido sobre la necesidad de integrar de manera definitiva a los ingenieros en la plantilla de los hospitales para dar respuesta a los nuevos retos de la sanidad del siglo XXI. Su papel se antoja crucial en áreas como la gestión de procesos, el análisis de datos, la inteligencia artificial o el modelado 3D, que deberían estar liderados por equipos multidisciplinares junto a los médicos. Sin embargo, conseguir su salto definitivo a las ofertas de empleo del Sistema Nacional de Salud (SNS) pasa a priori por algunos cambios. Entre ellos, una reforma legislativa que iguale sus condiciones laborales a las del resto de profesionales.

La manera en la que encajar esta demanda de profesionales especializados en el modelo de recursos humanos de la sanidad ha sido uno de los focos de atención del primer congreso Hospitales disruptivos. Reingeniería de la sanidad, que organiza la Comisión de Ingeniería Médica del Colegio y Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid. La mesa redonda que ha cerrado el evento ha contado con algunos de los dirigentes llamados a liderar este cambio y que han señalado la necesidad de contar con nuevas herramientas para dar este paso adelante.

El consejero de Salud del Gobierno de Cantabria, César Pascual, ha subrayado en el foro que es necesario reformar la Ley de Profesiones Sanitarias de 2003 para facilitar que los ingenieros que se dedican al campo de la salud puedan tener una condición de estatutario y accedan a ventajas como la carrera profesional con el objetivo de evitar un agravio comparativo en su salario tras el paso de los años. “Más que ingenieros en los hospitales, tenemos esclavos. No les puedes ofrecer seguir en esas condiciones, no puedes seguir vinculándolos a una fundación. Ahora no es plantilla del hospital y no puede estar por ley al lado del médico”, ha lamentado.

El consejero de Salud de Cantabria, César Pascual, interviene en el congreso.

El flamante consejero ha apuntado la importancia de analizar qué profesiones sanitarias del futuro pueden tener “el mismo desarrollo profesional” para adaptarlas a la ley, algo que ha hecho extensible también a la realidad de los investigadores que tampoco cuentan con condición de estatutarios. “A mí me parece bien una relación de puestos de trabajo (RPT) de los ingenieros, pero hay que hacerlo bien”, ha agregado.

En la misma línea se ha posicionado el viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud de Castilla y León, Jesús García-Cruces, que ha apuntado la importancia de “consolidar” la figura de los ingenieros en la sanidad, “con el perfil que sea” para garantizarse que lideren algunos de los cambios que afronta la sanidad, desde la asistencia hasta la eficiencia energética. “El Sistema Nacional de Salud no puede dejar pasar esta oportunidad”, ha enfatizado.

“Yo cuando era médico residente y me preguntaban por un ingeniero habría pensado en el que se ocupa de que no se vaya la luz o de que las máquinas funcionen. Ahora puedo ver claramente que ahora voy a necesitar al ingeniero muy cerca de mí y del paciente. Mucho más de lo que la gente se pueda imaginar”, ha argumentado García-Cruces.

El viceconsejero de Asistencia Sanitaria de Castilla y León, Jesús García-Cruces.

También ha analizado esta situación la directora general de Infraestructuras del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), Ana Cabrero, quien ha advertido que los “tiempos de las leyes” están frenando que los ingenieros biomédicos o los expertos en análisis de datos se incorporen a los hospitales, a pesar de que siguen saliendo puestos de trabajo para perfiles menos cualificados. “Este es un país de abogados”, ha argumentado.

Cabrero ha advertido que actualmente esta demanda de profesionales se está cubriendo con ingenieros pero que ocupan una plaza como estudiantes, becarios o investigadores, mientras que solo han podido estabilizar su puesto a seis profesionales que ya figuraban como interinos, algo que limita las posibilidades contratar a “gente que es valiosísima y necesaria”.

La directora general de Infraestructuras del Sermas y vocal de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria de COIIM, Ana Cabrero.

La inversión en tecnología sanitaria

Más allá de la situación particular de los ingenieros, los asistentes en la mesa redonda también han dedicado buena parte de su debate a analizar algunos de los problemas que están lastrando el despliegue de nuevas iniciativas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Para el secretario general electo de Fenin, Pablo Crespo, la gestión de los Fondos Europeos ha resultado una “oportunidad perdida” para mejorar las prestaciones del SNS. Mientras que ha vaticinado que algunos de los equipos quedarán “obsoletos” tras casi una década en funcionamiento.

A la ecuación se suman algunas preocupaciones que el sector tiene actualmente derivadas de la desaceleración económica, la caída del consumo, la subida de los costes de interés, los precios disparados, los problemas en la cadena de suministro o la politización del sistema sanitario. “La industria está preparada para seguir dando respuesta a las necesidades de los pacientes. Tenemos el talento, las capacidades, estamos listos para afrontar el reto, pero el entorno no está siendo tan favorable”, ha apostillado.

El secretario general electo de Fenin, Pablo Crespo.

Para paliar algunos de estos problemas, Crespo ha abogado por seguir invirtiendo en tecnologías disruptivas de calidad, pero también acometer un cambio de “cultura” que permita sacar más rendimiento a los aparatos. Realizar pruebas diagnósticas por las tardes, evitar que los dispositivos estén apagados durante medio día o mejorar la planificación son algunas de sus recetas. “Nos habría gustado que se hubiese sentado a la industria en una mesa para debatir esto con la Administración”, ha agregado.

La digitalización de la sanidad

Parte de este camino pasa por conseguir una auténtica transformación de la sanidad hacia un modelo más tecnológico. La Comunidad de Madrid ha avanzado en este campo en el arranque de la legislatura con la creación de la Consejería de Digitalización que se encargará, entre otras cosas, de la reingeniería de la salud, los repositorios de datos (data lake) o la automatización de procesos para mejorar el diagnóstico de los pacientes.

La viceconsejera de Digitalización del Sermas, Silvia Roldán, ha explicado que este camino ya ha arrancado con proyectos como la tarjeta sanitaria virtual, que permite a los residentes de la comunidad llevar consigo información como sus pruebas diagnósticas. En el futuro, la gestora confía en que esto permita también mejorar la “predicción” de enfermedades. “Es el nuevo salto que vamos a dar en el uso de las tecnologías”, ha agregado. 

La viceconsejera de Digitalización del Sermas, Silvia Roldán.

A este proyecto se suman otros que ya están impulsando los ingenieros como la planta de hidrógeno verde del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el uso de gafas de realidad aumentada o las soluciones tecnológicas a la gestión de procesos. Sin embargo, todos estos puntos pasan irremediablemente por las contrataciones. “Estamos invirtiendo mucho en soluciones tecnológicas a medio plazo, pero hay otra parte que lleva mucho trabajo que es capital humano”, ha concluido el vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), Luis Talavera.

Luis Talavera, vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) y vocal de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria de COIIM.

El presidente de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del Colegio y la Asociación, Juan José Pérez.