Antonio Fernández, vocal de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH).
Los
hospitales no son solo espacios de atención a los pacientes, también son lugares de trabajo para milles de profesionales que enfrentan largas jornadas y altas cargas de estrés. Es por esto que un diseño hospitalario que prioriza la
humanización puede marcar la diferencia. Según explica
Antonio Fernández, vocal de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), un entorno que cuida la
comodidad y la funcionalidad para los trabajadores no solo mejora el ánimo y
reduce el agotamiento del personal sanitario, también “fideliza” a equipos esenciales e influye en una “menor rotación del personal”.
Estos son factores que se ven reflejados también en el informe sobre la
humanización de la arquitectura e ingeniería sanitaria, publicado por la
Fundación Humans, que revela que mejorar las condiciones del entorno laboral tiene un impacto directo en la
motivación y el
bienestar de los equipos. Esto es lo que, a su vez, contribuye a
disminuir las tasas de rotación, un problema creciente en muchos centros de salud.
Según el estudio, “hablar de humanización es hablar de
humanismo y de una manera de aproximarse a la persona enferma y a todo su entorno familiar, centrándose en sus necesidades y preferencias”. “Se trata de una forma de
ver y entender a la persona atendida desde un punto de vista sistémico, ecológico, integral y holístico”, añade.
Hospitales diseñados para facilitar el trabajo de sanitarios
La
distribución de los espacios hospitalarios puede parecer un aspecto técnico, pero es determinante para la eficiencia del personal. Para lograr esto existen una serie de aspectos clave, que comienzan con la
accesibilidad y la movilidad. Esto implica
diseñar hopsitales que permitan a todos los usuarios, tanto pacientes, como sanitarios, moverse de manera “segura, cómoda y autónoma”, tal y como señala el estudio.
Junto a esto, Fernández comenta que es esencial diseñar áreas donde los suministros, equipos y zonas de estar, estén
organizados de manera lógica y accesible para reducir desplazamientos innecesarios y mejorar el flujo de trabajo. Además, contar con un buen
almacenamiento ayuda al personal sanitario a no malgastar tiempo de trabajo.
La
ergonomía también juega un papel crucial. Equipar las zonas de trabajo con sillas y mesas adaptadas, así como diseñar estaciones de trabajo ajustables, puede “prevenir lesiones y reducir la fatiga acumulada”, explica el ingeniero. Del mismo modo, integrar
tecnología que facilite el trabajo, como sistemas de gestión de pacientes, acceso a registros médicos electrónicos y equipos de comunicación, puede mejorar la eficiencia y la atención al paciente.
"La humanización de los hospitales reduce el estrés y el agotamiento de los sanitarios"
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El impacto sensorial en los espacios sanitarios
Otro de los pilares para crear espacios más humanos es la
iluminación adecuada. Según el informe, la presencia de
luz natural en habitaciones, áreas de trabajo y espacios comunes “mejora el bienestar emocional y físico” de todos los usuarios que están en el hospital. En este sentido, Fernández añade que “la luz natural es ideal, pero también se deben considerar opciones de
iluminación artificial que no causen fatiga visual y que sean ajustables según las necesidades”.
El estudio también recomienda
utilizar materiales cálidos y texturas agradables al tacto para crear un ambiente más
acogedor. Al mismo tiempo, aconseja que se tenga en cuenta una
integración con la naturaleza, incluyendo plantes o jardines terapéuticos. “Un ambiente agradable y acogedor puede m
ejorar la moral del personal”, explica Fernández. Asimismo, el confort acústico es esencial en ambientes hospitalarios. “Minimizar el ruido es fundamental para crear un
ambiente de trabajo tranquilo”, comenta Fernández. Para ello, según detalla, se pueden utilizar materiales que absorban el sonido y diseñar espacios que reduzcan la reverberación.
Zonas de descanso para sanitarios en hospitales
Por supuesto, los
espacios de descanso para los profesionales son imprescindibles para que puedan desconectar y recargar energías durante sus turnos, especialmente durante las
guardias de 24 horas a las que muchos de ellos se enfrentan. Para lograr espacios acogedores, el informe aconseja que las
áreas destinadas al descanso deben estar alejadas de las zonas de alto
estrés y equipados con muebles cómodos
, luz tenue y opciones para relajarse. Para Fernández, la relación entre un entorno de trabajo humanizado y la retención del personal es clara. “Un ambiente de trabajo que prioriza el confort puede mejorar la moral del equipo, lo que puede resultar en una
menor rotación de personal y un mejor clima laboral”, detalla.
Es por esto que los beneficios de mejorar y humanizar las infraestructuras hospitalarias van más allá de la satisfacción laboral.
La humanización reduce el estrés y el agotamiento, lo que se traduce en menores tasas de ausentismo y una atención más eficaz. Esto, según Fernández, no solo mejora la experiencia de los pacientes, sino que también reduce los costes asociados a la contratación y formación de nuevo personal. “Trabajadores más cómodos y satisfechos son más propensos a ofrecer una atención de calidad, lo que
beneficia directamente a los pacientes y puede mejorar la reputación del hospital”, añade el ingeniero.
La inversión de humanizar los entornos hospitalarios
Aunque implementar estas medidas requiere una inversión inicial alta, los
beneficios a largo plazo las convierten en una estrategia rentable. Eso no quita, tal y como añade Fernández, que las
renovaciones requieran unos gastos en remodelación que pueden ser elevados, con el fin de modificar áreas como las salas de descanso, las oficinas y los espacios de trabajo, además de nuevo mobiliario y tecnología avanzada.
A esto se suman costes a largo plazo para el
mantenimiento de las nuevas instalaciones y equipos, así como la necesidad de actualizaciones periódicas. Por último, se debe tener en cuenta el impacto en la operación del centro, tal y como comenta Fernández, ya que durante la adecuación del hospital es muy posible que haya que hacer interrupciones en el flujo de trabajo, lo que puede afectar, a su vez, a la atención a los pacientes.
"La colaboración entre ingenieros y profesionales de la salud es clave para diseñar instalaciones que equilibren la funcionalidad y el bienestar"
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La implementación de estas mejoras requiere inversión, pero las cifras respaldan su viabilidad. Según el estudio, los hospitales que han adoptado estas prácticas han logrado no solo
retener personal, sino también
aumentar la satisfacción de los pacientes. Profesionales desmotivados o sobrecargados son más propensos a
abandonar sus puestos, y esto también genera un impacto económico y asistencial significativo. “Invertir en humanización no es solo mejorar el entorno físico, es una estrategia para retener talento y
asegurar la sostenibilidad del sistema sanitario”, añade Fernández.
Colaboración médico-ingeniera para mejorar hospitales
La
humanización de los espacios sanitarios no es un esfuerzo aislado; requiere la
integración de múltiples disciplinas y la participación activa de quienes viven y trabajan en estos entornos. Según el informe, la
colaboración entre arquitectos, ingenieros sanitarios, profesionales de la salud y asociaciones de pacientes es clave para
diseñar instalaciones que equilibren la funcionalidad y el bienestar.
Cada grupo aporta una perspectiva única. Los arquitectos se centran en la
estética y la distribución de los espacios; los ingenieros garantizan la
viabilidad técnica y la sostenibilidad; los profesionales sanitarios identifican las n
ecesidades clínicas y operativas, mientras que las asociaciones de pacientes aseguran que se prioricen el confort, la accesibilidad y la
experiencia del usuario final.
La implicación de todos estos actores fomenta la creación de hospitales que no solo responden a las necesidades de los pacientes, sino que también
mejoran la calidad de vida de los equipos sanitarios, promoviendo entornos más humanos y saludables.
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