El ingeniero, aliado del delegado de protección de datos en el hospital

La figura del delegado de protección de datos (que deberá ser obligatoriamente implantada a partir de mayo de 2018) trabajará 'codo con codo' con el ingeniero hospitalario, especialmente, en materia de seguridad informática. Así lo asegura Gabino Padrón, ingeniero informático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, durante la celebración del 35º Congreso de Ingeniería Hospitalaria, que considera que ambos puestos de trabajo “no son opuestos”, sino todo lo contrario: necesarios y paralelos.

Gabino Padrón da las claves en seguridad en instituciones sanitarias.

“El delegado de protección de datos es garante de que la información sanitaria que se utiliza en los hospitales se hace de forma adecuada, válida, fiable y conforme a la ley. Y, para ello, tendrá que contar con el apoyo del ingeniero”.

Tanto es así, que, hasta que llegue esta nueva figura a la sanidad española, el único perfil profesional que garantiza la ciberseguridad de los pacientes actualmente es el ingeniero, según Padrón, tanto en hospitales públicos como en privados. “El ingeniero 'vigila' todas las actividades que se producen en el hospital: desde los edificios, hasta los materiales que utilizan los sanitarios, como el uso que se hace de los datos de los pacientes”, ha asegurado el moderador de la mesa 'Seguridad en edificios sanitarios'.

En este debate, Padrón, junto a cuatro congresistas han tratado de establecer, desde un enfoque global, las condiciones administrativas, jurídicas y tecnológicas que deberá imperar para generar un entorno seguro en el desarrollo de las actividades que se realizan en las instituciones sanitarias. Para ello, los cinco han abordado la seguridad jurídico-administrativa de su utilización, manejo y almacenamiento, así como han dado a conocer los últimos avances tecnológicos en el cuidado del patrimonio y la seguridad activa en el entorno sanitario. 

Nueva normativa sobre radiaciones electromagnéticas

En este sentido, los congresistas han ahondado en el nuevo real decreto 299/2016 de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores como los riesgos relacionados con la exposición a campos electromagnéticos, que establece una serie de valores mínimos a la hora de medir la radiación a la que se exponen los sanitarios con ciertos trabajos, especialmente, las radiológicas.