Antonio Cobo, presidente del comité organizador del Congreso.
Gijón se convertirá desde este miércoles en el punto de reencuentro del sector de la
Ingeniería hospitalaria, que ha escogido la localidad asturiana para celebrar su
38 Congreso Nacional. La cita, que llega con un año de retraso debido al covid, constituye una oportunidad inmejorable para que profesionales de la Ingeniería, la arquitectura y la tecnología de los centros sanitarios pongan sobre la mesa las actuaciones llevadas a cabo durante la pandemia. Así lo indica
Antonio Cobo, presidente del comité organizador del seminario, que detalla a
Redacción Médica los pormenores de lo que, afirma, será también un homenaje a la labor de unos ingenieros que “son dignos de aplaudir”.
La pandemia impidió que el Congreso se celebrara el año pasado, como estaba previsto. ¿Ha cambiado el covid el sentido de este evento?
Sin duda. Llevamos trabajando todo el año y hemos tenido la fortuna de que la vacunación ha ido tal y como esperábamos para poder organizar el Congreso con garantías. Ahora es momento de mirarnos, de reflexionar sobre lo que hemos hecho durante la pandemia desde un punto de vista técnico y de dar un aplauso a los profesionales de la
arquitectura hospitalaria y de todos los responsables que han puesto en marcha estas infraestructuras.
De hecho, incluso ha cambiado el lema del seminario. ¿Por qué ‘Respira’?
Hicimos un juego de palabras. Queremos que los profesionales que vengan tengan un pequeño ‘respiro’ del covid para poder poner en común todo su trabajo, incluso con las actuaciones europeas. Pero ‘Respira’ también está relacionado con todo lo que queremos tocar en el Congreso: asuntos de ventilación, electromedicina, suministro de gases medicinales, innovación… Todo el trabajo de los compañeros y compañeras de los distintos servicios de salud para dar soporte a la población, a la que han dado ‘oxígeno’ durante la crisis del Covid.
Ahondemos en eso. ¿Qué va a deparar esta nueva edición del Congreso? ¿Cuáles son las novedades?
Los temas que hemos seleccionado van desde los aspectos más tecnológicos, como pueden ser las impresiones 3D y el Big Data, hasta la innovación en la arquitectura de los centros de Salud. Un ejemplo es la mesa sobre la construcción del nuevo
Hospital de Cabueñes (Gijón). También vamos a tratar asuntos sobre el aire, como la ventilación, las instalaciones de oxígeno desde una perspectiva postcovid, la gestión de los respiradores… Todo ello aderezado con la entrega de los premios
‘Ingeniería en Acción’, con dos candidaturas para reflejar las actuaciones de los profesionales y hospitales durante la pandemia.
¿En qué consisten?
Vamos a tener el lujo de contar con unos responsables de hospitales y centros asistenciales que han puesto casi 8.000 camas adicionales para atender a los enfermos de covid, más de 3.000 en hospitales campaña, y que también montaron 1.500 unidades de camas UCI adicionales y 1.500 respiradores. Esa es una de las candidaturas a los premios.
"Podemos estar orgullosos de los ingenieros de nuestro país, es increíble la cantidad de infraestructuras que han puesto en marcha"
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También el cambio climático tendrá apartado propio en esta XXVIII edición del Congreso.
Sí, la emergencia climática es la otra ‘divisa’. Contamos con siete centros hospitalarios que nos van a presentar todo lo que han trabajado y sus cifras de ahorro energético. Algunos están ahorrando más de 11 millones de kilovatios hora anuales, más de un millón de euros. Esto significa 2.000 toneladas de CO2 que se dejan de emitir a la atmósfera en este país, lo que me parece también una labor de los quipos de profesionales de la arquitectura digna de aplaudir.
¿Qué participación se espera?
Contamos con alrededor de 800 inscritos al Congreso, con cerca de 100 empresas en la exposición comercial, y más de 40 ponentes y moderadores. En total, más de 150 profesionales de la infraestructura Son cifras casi récord que nos permitirán poner en común todo el trabajo de la arquitectura en nuestro país.
Parece que ha quedado atrás la etapa más difícil de la crisis sanitaria. ¿Qué lecturas se pueden extraer de la pandemia en el campo de la Ingeniería hospitalaria?
De hecho, en el Congreso vamos a buscar esas lecciones. Lo que se ha aprendido es que podemos estar orgullosos de los ingenieros de nuestro país, porque es increíble la cantidad de infraestructuras que han puesto en marcha en tan poco tiempo.
Una labor a veces invisibilizada.
No olvidemos que los ingenieros son unos grandes gestores, porque dentro de su formación está lidiar con todas las dificultades, ingeniándoselas como uno puede. Y la verdad es que han dado una respuesta fascinante a la pandemia, son capaces de gestionar los centros sanitarios con unos criterios de eficacia y funcionamiento maravillosos.
Mirando al futuro, ¿cuáles considera que son los retos que depara al sector de la Ingeniería hospitalaria?
El foco de los ingenieros de los hospitales está ahora mismo en la manera de adaptar las instalaciones a los nuevos estándares para que estas estén más preparadas que antes de la pandemia. Y eso que la respuesta ha sido valiosísima, porque los ingenieros, los técnicos de estos centros, han conseguido abastecer a la población de todo lo que ha requerido. Pero siempre se puede mejorar para no estar tan apurados ante una pandemia. Hablamos de nuevas formas de planificar, de ventilación, de adaptar los hospitales a los niveles de aire y ventilación adecuados… Asimismo, las empresas de electromedicina han estado también al pie del cañón, poniendo todo en marcha. Hay que terminar de integrar en la actividad médica la impresión 3D, el Big Data, que se inmiscuyan en cada una de las especialidades. Todo eso es lo que queremos poner encima de la mesa.
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