Dave Ricks, CEO de Lilly.
La compañía farmacéutica
Lilly despedirá a unas
485 personas en los próximos meses, una iniciativa que se ha visto obligada a tomar después del
fracaso demostrado en ensayo clínico por
solanezumab en
alzheimer.
Y es que los empleados que serán despedido pertenecen, en su mayoría, a la unidad de Alzheimer que la compañía tiene
Indianápolis. De hecho, Lilly ha informado a las autoridades de esta decisión en una carta enviada a al alcalde de la ciudad y al Departamento de Desarrollo de la Fuerza Laboral del Estado de Indiana por la Ley Federal de Ajuste y Recuperación de Trabajadores.
Lilly abandonó la idea de solicitar la autorización de solanezumab para el
tratamiento de la demencia leve debida a alzheimer puesto que no se alcanzó el
objetivo primario del ensayo fase III 'Expedition 3'. Y no haber cubierto estas expectativas ha afectado a los rendimientos futuros de la multinacional.
Sin embargo, la
destrucción de empleo puede que no afecte solo a la unidad de alzheimer. Según cuentan medios de comunicación americanos, a varios trabajadores del área veterinaria de la compañía,
Elanco, se les ha propuesto abandonar la compañía y formar parte de la reestructuración que se está organizando tras los 485 empleos anunciados.
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