Esteban Martínez, de la unidad de VIH del Hospital Clínic de Barcelona.
12 nov. 2020 12:40H
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En las últimas dos décadas se ha asistido a un cambio progresivo en esta epidemia, que ha pasado de ser una infección de evolución subaguda y con elevada mortalidad a convertirse en una enfermedad crónica. Aun así, alrededor de 20.000 personas en España conviven con el VIH sin saberlo y el 48% de los nuevos diagnósticos son tardíos. Para mejorar estas cifras y conseguir los objetivos de ONUSIDA 95-95-95 del año 2030 (95% de las personas con VIH diagnosticadas, de las que el 95% estén en tratamiento y al menos el 95% con carga viral indetectable), el servicio de urgencias de los hospitales juega un papel esencial. Esta es una de las principales conclusiones extraídas del webinar “El VIH más allá de 2020: objetivo 95”, organizado por Gilead Sciences, en el que expertos de servicios de urgencias y especialistas en VIH han debatido sobre la situación del virus en España y cómo se pueden mejorar los diagnósticos desde el servicio de urgencias.
En palabras de Esteban Martínez, de la unidad de VIH del Hospital Clínic de Barcelona, “hoy por hoy se puede vivir bastante bien con el VIH, pero aún persiste el estigma y algunas dificultades asociadas a la patología. La mayor necesidad que se tiene en estos momentos es conseguir el diagnóstico temprano ya que todavía hay un porcentaje de pacientes que se descubre en situaciones avanzadas donde el perjuicio para la salud individual y el riesgo de diseminación de la infección son mayores.”.
La magnitud y las consecuencias de la infección por VIH continúan siendo un problema de Salud Pública muy importante en España en pleno siglo XXI y la pérdida de oportunidades diagnósticas representa el punto clave para cambiar el curso de la epidemia y disminuir su expansión. En la actualidad, España está realizando un gran esfuerzo para conseguir el triple objetivo de 90-90-90 marcado por ONUSIDA para este año. En 2019 ya se consiguieron los dos últimos pero el primero de ellos se resiste debido a la cantidad de población con infección oculta en nuestro país. Estamos cerca de conseguirlo, pero hay que seguir trabajando y poniendo todos los esfuerzos en ello ya que la ONU ha incrementado el reto de cara a 2030 estableciendo ratios de 95-95-95.
Que siga existiendo ese porcentaje de pacientes no diagnosticados tiene varias implicaciones negativas ya que facilita la transmisión del virus y, por tanto, es más complejo el control de la enfermedad. Por ello, debe haber una colaboración entre todos los profesionales sanitarios y, en concreto, los servicios de urgencia son un factor clave para lograr estos objetivos. Así lo ha asegurado Òscar Miró del servicio de Urgencias del Hospital Clinic de Barcelona, “con una participación de los servicios de urgencias en la detección de estos pacientes podríamos contribuir a su detección y disminuir la infección en los próximos años. La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha elaborado un documento de consenso para repasar las situaciones en las que la infección por VIH puede resultar más frecuente en determinados colectivos como personas con herpes zoster, que practican chemsex, etc. Aunque vengan a urgencias por otras patologías, podríamos llegar a saber que tienen más riesgo de tener la infección que la población general. Además de atenderles por su problema agudo, se les solicitaría una serología de VIH”.
Además, tal y como ha comentado Martínez, el trabajo en urgencias es complejo porque evalúan patologías muy variadas y agudas con atención inmediata, después, o ingresan o se les da el alta. Por ello, “el proceso de pedir la serología debería ser automático, protocolizado y homogéneo en toda España”. Conseguir el diagnóstico precoz de la infección por VIH reduce la morbilidad y la mortalidad de los pacientes. Además, el coste del tratamiento y cuidado de los enfermos con diagnóstico tardío es superior a los que se diagnostican precozmente. Así, “es necesario una difusión de la realidad del VIH entre los profesionales de urgencias para que sean conscientes de que hay pacientes que no saben que están infectados. Además, hay que estimular que estos servicios de urgencias se transformen en un actor importante a la hora de detectarlos”, ha concluido Miró.
Debido a que un porcentaje importante de las personas con diagnóstico tardío ha estado en contacto con el sistema sanitario antes de ser diagnosticadas, Gilead, dentro de su compromiso con la formación continuada de los profesionales sanitarios, ha organizado este webminar en el que formar e informar a los profesionales de urgencias de su papel esencial en la detección de nuevos casos de VIH en nuestro país.
El webinar “El VIH más allá de 2020: objetivo 95”, contó la participación y debate de Òscar Miró, del servicio de Urgencias del Hospital Clinic de Barcelona; Esteban Martínez, de la unidad de VIH del Hospital Clinic de Barcelona; Adrià Curran, de la unidad de VIH del Hospital Universitari Vall d’Hebron de Barcelona; y Pierre Malchair, del servicio de Urgencias del Hospital Universitari de Bellvitge de Hospitalet de Llobregat en Barcelona.
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