Juan Yermo, director general de Farmaindustria.
Se acaban de cumplir tres años desde que Margaret Keenan, una mujer británica de 90 años, recibiera la primera vacuna contra
el Covid-19. Desde su introducción, estas vacunas han reducido las muertes ocasionadas por la pandemia en al menos un 57 por ciento y han salvado más de 1,4 millones de vidas en Europa. La mayoría de estas personas salvadas por la
inmunización tenían 60 años o más, el grupo con mayor riesgo de enfermedad grave y muerte por el virus SARS-CoV-2. Sólo la primera dosis de refuerzo salvó 700.000 vidas.
Así lo concluye un nuevo estudio de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) que revela que la cifra conocida de muertes por Covid-19 en la región, actualmente de 2,5 millones, podría llegar a 4 millones sin las vacunas. "Hemos subrayado constantemente la
importancia de las vacunas contra el Covid-19, especialmente para las personas mayores y las más vulnerables. Este estudio documenta el resultado de los países que implementaron campañas de vacunación. La evidencia es irrefutable", declara Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Desde que comenzó la pandemia, la región europea de la OMS, que abarca
53 Estados miembros de Europa y Asia central, ha registrado más de 277 millones de casos confirmados y más de 2,5 millones de muertes. "Hoy hay más de 1,4 millones de personas en nuestra región —la mayoría de ellas mayores— que disfrutan de la vida con sus seres queridos porque tomaron la
vital decisión de vacunarse. Son casi 1,5 millones de personas que pueden jugar con sus nietos, pasear al perro, asistir a clases de baile, ser voluntarios y ser miembros activos de sus comunidades. Éste es el poder de las vacunas", subraya Kluge en una nota emitida por la OMS.
El informe revela una reducción del 57 por ciento en la mortalidad entre las
personas de 70 a 79 años y del 54 por ciento entre las personas de 60 a 69 años. Asimismo, la mortalidad fue un 52 por ciento menor en el grupo de edad de 50 a 59 años. El grupo de
edad mayor de 80 años fue el que más se benefició de la vacunación, con una reducción del 62 por ciento de la mortalidad. Entre las personas de 25 a 49 años, recibir una segunda dosis de vacuna resultó en una reducción del 48 por ciento en la mortalidad, aunque los segunda y tercera dosis de refuerzo sólo se la pusieron un 5 por ciento. "En otras palabras, incluso en este grupo, sin la vacunación el número de muertes habría sido casi el doble", afirma la OMS.
El estudio de la OMS también apunta que la vacunación contra el
Covid-19 salvó la mayoría de vidas durante el período en el que la variante
Omicron era dominante, de diciembre de 2021 a abril de 2023. Los países que implementaron programas de vacunación temprana que abarcaron a grandes sectores de la población (como Bélgica, Dinamarca, Islandia, Irlanda, Israel, Malta, Países Bajos y el Reino Unido) obtuvieron el mayor beneficio en términos del
número de vidas salvadas en general gracias a la vacunación.
Como está ocurriendo en España, en Europa se está registrando en las últimas semanas
un aumento de los casos de coronavirus, al igual que de otras enfermedades causadas por otros virus respiratorios, incluidos el virus respiratorio sincitial (VSR) y la gripe. "El Covid-19 no ha desaparecido. Simplemente hemos aprendido a vivir con ella", recuerda el portavoz de la OMS en Europa. "Gran parte de la sociedad ha adquirido cierto nivel de inmunidad, ya sea mediante vacunación, infección o ambas. La mayoría de nosotros somos
capaces de evaluar nuestro propio nivel de riesgo y el riesgo en el que ponemos a los demás. Y si enfermamos con signos de Covid-19 o gripe, sabemos que es mejor quedarnos en casa y lejos de los demás", valora.
Una historia de éxito en España
La historia de
éxito de las vacunas covid se empezó a escribir incluso antes de que la OMS declarase el Estado de Emergencia. Ya en enero de 2020, cuando se conoció la
secuencia completa del virus, distintas compañías y centros de investigación empezaron a buscar una vacuna frente al nuevo patógeno. Así lo hicieron Pfizer-BioNtech y Moderna en enero, y Oxford-Astrazeneca en febrero de 2020.
En abril de 2020, cuando España vivía su primer pico viral, ya estaban en marcha los primeros los
ensayos clínicos de las vacunas. Nuestro país no se quedó atrás. Fue el primero de Europa y el cuarto del mundo en estos estudios. Se realizaron hasta 172. La producción fue un gran desafío en todo el mundo. En España hasta la fecha no se producían vacunas humanas, pero pronto las
compañías farmacéuticas buscaron adaptarse: cuatro laboratorios contribuyeron a la producción de vacunas. Rovi llegó a un acuerdo con Moderna para el llenado y acabado de su vacuna; Reig Jofre firmó un acuerdo similar con Janssen; Insud Pharma acordó con Astrazeneca fabricar sus viales, y Biofabri/Zendal fue encargada de fabricar la vacuna de Novavax en Europa.
Más allá de los ensayos clínicos, la campaña oficial de vacunación covid en España empezó el
27 de diciembre de 2020. Lo hizo en las residencias de ancianos y con Araceli, de 96 años y residente en Guadalajara, como protagonista. Aquel fue el punto de inflexión para que España saliera de una crisis sanitaria que había dejado millones de infectados y miles de muertos en los meses anteriores. El efecto de la inmunización comenzó pronto a notarse y permitió ir librando a nuestro país de la mortalidad, pero también del
colapso de los sistemas sanitarios y del bloqueo económico.
Desde entonces y hasta el fin de la emergencia sanitaria se han administrado en España
más de 105 millones de dosis y más del 92 por ciento de los mayores de 12 años tienen la pauta completa de vacunación, según los datos del Ministerio de Sanidad.
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