Nathalie Moll, directora general de Efpia.
Las
enfermedades crónicas 'ponen contra las cuerdas' a los actuales sistemas sanitarios. Europa debe reinventarse ante el aumento de patologías cardiovasculares,
cáncer, diabetes, enfermedad renal crónica, trastornos de salud mental,
enfermedades neurológicas, obesidad y afecciones respiratorias que requieren cuidados de por vida. Por ello, desde la
Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia) han elaborado un informe en el que
aportan soluciones sostenibles para que el viejo continente haga frente a las nuevas demandas sanitarias.
"Europa está experimentando un cambio demográfico con un aumento de la
proporción de adultos mayores 65 años de edad junto con tasas de natalidad decrecientes. Tanto la población envejecida como el aumento de la población en edad de jubilación añade
presión sobre los sistemas de salud, los profesionales los y proveedores de atención sanitaria", explican.
Para reducir la tensión de la sanidad en los estados miembros,
la industria apuesta por la prevención primaria, ya que puede ser una "herramienta poderosa" para
reducir la incidencia de muchos tipos de enfermedades crónicas. En este sentido, apuntan que muchas patologías pueden ser prevenibles si se evitan los factores de riesgo como el
consumo de tabaco y alcohol, las dietas poco saludables, la inactividad física y la contaminación del aire.
"Necesitamos una
estrategia combinada que implemente acciones (promoción de la salud, educación y regulación) para prevenir futuras cargas mientras también se actúa en las enfermedades existentes y los factores de riesgo para
mitigar la morbilidad severa", apuntan los expertos, que también añaden que los sistemas sanitarios deberían invertir en herramientas y plataformas de salud digital para
empoderar a los pacientes, los cuidadores y la población en general.
Del mismo modo, la
prevención secundaria será clave para abordar la cronicidad. Concretamente, el documento señala que la detección, el diagnóstico y el
tratamiento temprano de las enfermedades crónicas son "fundamentales" para
reducir el riesgo de complicaciones, las comorbilidades y la muerte.
Invertir en Atención Primaria
Por otro lado, la industria europea pone el foco en la
Atención Primaria (AP) y sobre todo en la importancia de
invertir recursos en este primer escalón de la asistencia sanitaria. "Invertir en AP puede mejorar los resultados para quienes viven con enfermedades crónicas y
ahorrar costes para el sistema de salud al reducir hospitalizaciones, facilitando el diagnóstico precoz, brindando atención centrada en la persona que aborde las comorbilidades y ayude a
reducir las desigualdades en salud", sostienen.
De hecho, consideran que habría que planificar los presupuestos a largo plazo, porque las
opciones cortoplacistas "no son adecuadas para la gestión de enfermedades crónicas".
Otra de las soluciones que proponen es mejorar las
oportunidades en el acceso a la innovación farmacéutica para poder tratar las necesidades de los pacientes. No obstante, se requiere de una "inversión continua en investigación y desarrollo" con
incentivos fuertes y predecibles para Europa. Según el informe, esto debe incluir un
marco de propiedad intelectual competitivo, una garantía de futuro y eficaz sistema regulatorio y un enfoque basado en el valor para la fijación de precios y el reembolso aplicado por los pagadores y los organismos.
Asimismo, desde Efpia recomiendan sacar el
máximo partido a las capacidades digitales y crear registros regionales para monitorear los resultados y recopilar datos sobre enfermedades crónicas. "Para reducir el riesgo de complicaciones y mortalidad, los sistemas de salud deben
usar datos y registros de salud para definir, medir y lograr los mejores resultados posibles para las personas que viven con enfermedades crónicas. Un mejor uso de los datos y las herramientas digitales ayudará a
identificar pacientes para las intervenciones correctas y proporcionar mejores datos para la investigación y desarrollo de tratamientos innovadores", indican.
Por último, las
alianzas sanitarias se alzan también como un pilar inquebrantable en el manejo de la cronicidad. Sistemas de salud, profesionales, industria, academia y pacientes, entre otros actores, deben unirse en un "frente único". "Asociarse entre ellos puede ofrecer información valiosa en la modernización, integración y mejora del sistema sanitario, para
satisfacer las necesidades de los pacientes y que los recursos se destinen de manera rentable", comentan. "Asociaciones público-privadas que ayudan a aunar recursos para co-crear, compartir valor y mejorar los resultados de salud de la población puede ayudar a
abordar la carga de estas enfermedades, superar los cuellos de botella del tratamiento e influir positivamente en la salud de la población", concluyen.
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