Redacción. Granada
La autonomía de gestión que proporcionan, entre otros modelos, las UGC, extendidas en comunidades autónomas como la de Andalucía, da lugar a mejores resultados de calidad y de eficiencia que la gobernanza vertical clásica que caracterizó a los hospitales del extinto Insalud y aun pervive en buena parte de ellos.
Jordi Varela.
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O al menos así lo han defendido diversos gestores en unas jornadas organizadas por la farmacéutica Novartis, entre ellos el consultor y editor del blog
Avances en Gestión Clínica Jordi Varela.
Este directivo ha desarrollado la ponencia
Gobernando las organizaciones sanitarias desde la participación profesional y ha destacado la importancia de la implicación de los profesionales de forma global a todos los niveles. “Las organizaciones bien gobernadas con niveles altos de participación obtienen mejores resultados de calidad y de eficiencia, ya que se aporta solidez y credibilidad, además de la oportunidad de realizar reformas estructurales fundamentadas en el pensamiento clínico y en prácticas médicas de valor”, ha remarcado.
El encuentro ha puesto de manifiesto que establecer estrategias consolidadas que hagan partícipes a los equipos de un proyecto común, permite mejorar los resultados en salud. En este sentido, Varela ha añadido que para mejorar la gestión clínica “se debería trabajar en dos líneas: dirección médica participativa y promoción de gestores clínicos con responsabilidades organizativas en todos los ámbitos donde sea recomendable”.
En palabras de Joan Carles March, profesor de la EASP y coordinador de las jornadas: “Se trata de poner en valor la gestión clínica, profundizar en aquellos temas que permitan avanzar en la de Andalucía y analizar cómo la participación profesional puede ayudar a una mejor identificación de los profesionales con los objetivos de sus unidades y de su centro”.
“El escenario actual en el que se desarrolla la atención sanitaria en el sistema sanitario público de Andalucía está basado en el nuevo modelo organizativo en unidades de gestión clínica (UGC), que traslada a los profesionales niveles progresivos de autonomía en su trabajo y, paralelamente, un mayor grado de corresponsabilidad con los objetivos institucionales en un marco de descentralización”, ha comentado March.
En este sentido, ha indicado que “es intención de la Dirección-Gerencia del SAS impulsar y mejorar la participación de los directores de las unidades de gestión clínica en la toma de decisiones que afectan a los centros en su conjunto y no sólo en el ámbito de su unidad clínica”.
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