Las farmacéuticas se han puesto manos a la obra para adaptar las vacunas a la nueva variante, aunque no hay certeza científica de que no protejan.
Las
compañías farmacéuticas que ya tienen aprobadas
vacunas contra el
coronavirus Covid-19 están trabajando sin descanso para adaptarlas a la nueva
variante Ómicron, debido al aumento de los casos en todo el mundo. Si bien, todavía no hay ninguna certeza científica de que las inmunizaciones que se utilizan en Europa (
Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Janssen) no sean efectivas contra esta nueva mutuación.
Entonces, ¿por qué los laboratorios se han puesto manos a la obra a trabajar para
adaptar su vacuna si no se sabe si existe
riesgo de escape vacunal con la nueva variante?
Una de las razones es para 'estar prevenidos' por si los estudios mostrasen en el futuro que sí hay
escape vacunal con esta variante, ya que para que una nueva vacuna esté a disposición de la población se necesitan entre tres y cuatro meses, según calcula la
Agencia Europea del Medicamento (EMA). Con este proceso adelantado, se evitarían riesgos.
Así lo explica a
Redacción Médica María del Mar Tomás Carmona, microbióloga, investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inbic) y portavoz de la
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), quien también apunta que esta adaptación tiene sentido como camino hacia el desarrollo de
una vacuna "pancoronavirus",
es decir, una que inmunice contra todas las variantes del virus.
Porque el motivo no es, por el momento, que la eficacia de las vacunas ya aprobadas
baje con esta nueva variante. De hecho, los estu
dios preliminares que se han publicado de
Israel, el país que antes avanzó con la vacunación, muestran que
tres dosis de la vacuna de Pfizer protegen también de Ómicron.
"Los
datos de Israel ya insinúan que con tres dosis se mantiene la
eficacia en torno a un 90 por ciento, especialmente en enfermedad grave y hospitalización. Además, el anucio de Moderna para adaptar su vacuna a la nueva variante no tiene
aval científico para decir que las vacunas no funcionan. Las farmacéuticas están ahora evitando riesgos y están haciendo estudios para ver la
capacidad de neutralización", ha dicho Tomás. "No hay que alarmarse".
Los síntomas de la variante Ómicron: leves en no vacunados
La especialista explica que "hay esperanza" de que no van a ser necesarias
nuevas vacunas frente a la variante Ómicron debido a los resultados de los ensayos preliminares. Otra cosa es que esté desarrollada una
versión actualizada de las inmunizaciones ya aprobadas, pero "no parece ahora de urgencia".
De todas formas, considera que es necesario mirar hacia los datos que llegan desde
Sudáfrica: en los pacientes vacunados está siendo
muy leve la afectación, al contrario que en los no vacunados, especialmente en niños menores de cinco años. "En un principio todo indica que hay esperanza de que con tres dosis podamos mantener esta nueva variante a que tenga menor virulencia y genere menos
hospitalizaciones y muertes".
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