Beatriz Bernárdez, facultativa del servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.
3 dic. 2020 12:40H
SE LEE EN 7 minutos
Desde el mes de diciembre, es posible simplificar el tratamiento de tres cánceres de la sangre, gracias a la llegada del comprimido único de Imbruvica a España, indicado para la leucemia linfocítica crónica (LLC), el linfoma de células del manto (LCM) y la macroglobulinemia de Waldenström (MW). Esta terapia de Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson simplifica el tratamiento de tres o cuatro cápsulas al día a un único comprimido facilitando el tratamiento en todos los pacientes, especialmente en los polimedicados.
“La facilidad de administración del medicamento y el número de tomas son dos aspectos importantes para asegurar la adherencia del paciente al tratamiento farmacológico. Cuanto más compleja sea la toma de la medicación, menor será la adherencia y esto se refiere tanto al número de comprimidos como al tamaño de los mismos”, indica Beatriz Bernárdez, farmacéutica hospitalaria del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y el Grupo de Trabajo de Adherencia de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
Además, hay que tener en cuenta que la disminución de la frecuencia de la dosis en pacientes con enfermedades crónicas aumenta hasta en un 13% y un 26% la adherencia al mismo, en comparación con pautas cada dos o tres veces al día. De esta forma, la facilidad de los pacientes para seguir correctamente el tratamiento con este nuevo comprimido único de Imbruvica sería mayor en terapias con una pauta diaria, en comparación con aquellas en las que se toman dos o tres comprimidos al día.
Por su parte, Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y jefe de Unidad del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario de Salamanca destaca que lo esencial para que en Europa se aprobase Imbruvica en 2016 “fue la combinación de eficacia y seguridad: un nuevo mecanismo de acción con gran eficacia en pacientes resistentes o con anomalías de mal pronóstico (supervivencia global a 5 años del 83% en LLC y 87% en MW, y en LCM resistente del 41%). Todo ello con una toxicidad mínima y muy manejable. Esto, combinado con una posología oral no hace sino poner en primer plano de atención a los iBTK para el tratamiento de estos pacientes”.
Beneficios de un único comprimido
Este nuevo comprimido reduce la toma de medicación diaria a un único comprimido. Los pacientes con LLC y MW que se tomaban tres cápsulas al día de 140 mg cada una, y los pacientes con LCM que tomaban cuatro cápsulas diarias, ahora tendrán que tomar un único comprimido.1 Esto supone una ventaja clara para el paciente al simplificar el tratamiento.
Otra de las ventajas de este nuevo formato reside en que, aunque las dosis recomendadas del tratamiento puedan variar, siempre será una sola toma al día de una única pastilla, independientemente de la indicación. Tanto en pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC), como en pacientes con macroglobulinemia de Waldenström (MW), la dosis recomendada de Imbruvica es de 420 mg diarios. Y, en el caso de pacientes con Linfoma de Células del Manto (LCM), la dosis diaria habitual es de 560 mg. Aun así, la dosis del tratamiento puede variar; por eso, este nuevo comprimido Imbruvica está disponible en cuatro dosis distintas: en 140 mg, 280 mg y 420 mg para el tratamiento de LLC y MW, mientras que para el tratamiento de LCM cuenta con estas tres dosis y una más de 560 mg.
Por otro lado, cada comprimido se ha diseñado con un menor tamaño para buscar la comodidad del paciente hematológico y con un formato visual de códigos, grabados, formas y colores diferentes para cada comprimido que facilitan la identificación del tratamiento a seguir en función de la dosis. Además, el nuevo formato blíster permite hacer un seguimiento diario de la toma de la medicación, lo que facilita que el paciente siga la pauta de su tratamiento. En cada caja de Imbruvica hay 30 comprimidos (tratamiento mensual) divididos en tres estuches de diez comprimidos cada uno.
“La falta de la adherencia en los tratamientos crónicos es un problema universal y real que afecta a la efectividad de estos y se traduce en unos resultados peores en salud con un impacto negativo en el gasto sanitario”, declara Bernárdez. “La causa más común de falta de adherencia, de manera no voluntaria, es el olvido de la toma. De ahí que, cuantas menos tomas o comprimidos sean necesarias, la adherencia mejora”.
Tratamiento con Imbruvica
El abordaje de estas tres patologías ha evolucionado exponencialmente en la última década. Hace solo seis años, los tratamientos de la LLC, el LCM y la MW eran exclusivamente quimioterapias o inmunoquimioterapias asociadas con toxicidades importantes, sobre todo hematológicas. Estos tratamientos, además, requerían ingresos hospitalarios dado que eran administrados de forma intravenosa.
Como explica Ramón García Sanz, también profesor asociado de Ciencias de la Salud en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca “la mayoría de los pacientes con LLC, LCM o MW se trataban hasta hace poco con quimioinmunoterapia, que tenía que ser administrada en distintas variantes en la segunda línea, y en ocasiones, como en el Linfoma del Manto (LCM), con poco éxito. Llegados a este punto, la toxicidad se volvía un gran problema y el fracaso terapéutico un desafío cada vez más probable. Y ni siquiera alternativas como el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos son una buena opción para la mayoría de los pacientes”.
En 2016, Imbruvica llegó a España, como tratamiento oral en forma de cápsulas con una dosificación de tres cápsulas al día para las indicaciones de LLC y MW y, en el caso de LCM, de cuatro cápsulas diarias. Este tratamiento supuso un avance significativo en el abordaje de estos tres tipos de cáncer hematológico.
Beneficios del tratamiento con Imbruvica en cada patología
En primer lugar, los resultados a largo plazo del uso de Imbruvica en pacientes con LLC en recaída-refractarios (R/R) indican una eficacia y tolerabilidad favorables, mejorando las respuestas con el tiempo sin efectos adversos inesperados, independientemente de las características clínicas o genómicas de alto riesgo.
Además, Imbruvica en 1L de LLC demostró una mayor supervivencia libre de progresión, reduciendo un 61% el riesgo de progresión o muerte (estudio Alliance), en comparación con BR (Bendamustina + Rituximab) en todos los subgrupos.
En segundo lugar, en los pacientes con LCM, Imbruvica ha demostrado un mayor beneficio en segunda línea en términos de eficacia, por lo que debería ser considerado un estándar de tratamiento independientemente de la respuesta inicial al tratamiento en primera línea. El uso de este medicamento en los pacientes con una línea previa a ibrutinib ha demostrado una supervivencia global de más de cinco años (61,6 meses), frente a aquellos con más de 1 línea previa. Del mismo modo, no se observaron toxicidades adicionales tras 7,5 años de seguimiento.
Por último, cabe destacar que el 54% de los pacientes con MW R/R (recaída / refractario) que han sido tratados con Imbruvica® en monoterapia han mostrado supervivencia libre de progresión tras cinco años de tratamiento.8 Asimismo, con el tratamiento de ibrutinib, se observó una mejora de la calidad de vida de los pacientes a las cinco semanas de iniciar el tratamiento9. En la mejor respuesta, los niveles de inmunoglobulina M en suero de media descendieron de 3.520 mg/dL a 821 mg/dL9. Por otro lado, se dio una disminución de la afección a la medula ósea de un 60% a un 20% y el aumento de los niveles de hemoglobina de 10,3 g/dL a 14,2 g/dL.
¿Quieres seguir leyendo?
Hazte premium
¡Es gratis!
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.