Víctor Grifols, presidente de Grifols. |
Redacción. Madrid
Grifols ha comenzado la refinanciación de su deuda, que asciende a 3.732 millones de euros una vez descontado el dinero disponible en caja (746 millones), para poder hacer frente a procesos como la compra de la unidad de diagnóstico de Novartis, cuya operación se cerró en enero valorada en 1.675 millones de euros.
La refinanciación de las deudas suele producirse cuando la compañía no puede hacer frente al calendario de pagos e intereses de las entidades concesoras del crédito, cancelando el préstamo y abriendo otro con unas condiciones a las que sí pueda enfrentarse la empresa. También puede darse en contextos en que la situación de una compañía genere la confianza suficiente como para flexibilizar las condiciones de devolución del crédito.
Es la segunda vez que el laboratorio plantea una refinanciación en los últimos años. La anterior sucedió a principios de 2012, cuando la deuda de Grifols ascendía a 2.738 millones de euros, con una posición de caja de 340,5 millones.
De los 3.732 millones de euros actuales, 1.120 millones son de un nuevo crédito puente firmado con Nomura, BBVA y Morgan Stanley; 821 millones, de una emisión de bonos anterior, y 1.792 millones de deuda ‘senior’.
El laboratorio ha anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que prevé cerrar la operación de refinanciación la última semana de marzo. También ha comunicado que la consejera Belén Villalonga será la presidenta del Comité de Auditoría.
El anuncio de la refinanciación, no obstante, no ha tenido un efecto alcista en las acciones de la compañía, algo que suele ocurrir en situaciones similares (la compañía cotiza en el Ibex 35).
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