Galicia anuncia su primer contrato de riesgo compartido en inmunoterapia

El Servicio Gallego de Salud ha anuncaido el primer acuerdo de su historia para basar el pago de dos fármacos de inmunoterapia en función a los resultados que estos den. Así lo ha anunciado Jorge Aboal, director general de Asistencia Sanitaria del Servicio Gallego de Salud, durante el X Encuentro Global de Directivos de la Salud, organizado por Sanitaria 2000.

Concretamente, los fármacos acordados para someterse a este ‘riesgo compartido’ entre administración y farmacéuticas son el nivolumab (Bristol-Myers Squibb) y el pembrolizumab (MSD). Según Aboal, “ha llegado el momento de sentarse con la industria farmacéutica y pagar por el verdadero valor de los medicamentos valorando sus resultados”.

Además, explica, una de las características de este acuerdo es que parte del dinero destinado a pagar por dichos medicamentos ya está reservado para ser desembolsado en función de los resultados de forma inmediata. “Con esta medida las farmacéuticas no tienen que esperar a cobrar. Por eso, es un modelo atractivo para la industria”, afirma Aboal.

Sostenibilidad

“Si queremos asegurar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, no podemos seguir hablando de precios y descuentos con la industria. Hay que hablar de supervivencia y desembolsar el verdadero valor de ese fármaco”, enfatiza Aboal, que cataloga a los medicamentos que están por llegar como un “tsunami” para el sistema. 

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"Tenemos que buscar soluciones innovadoras para lograr la sostenibilidad del sistema"

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“Por fin hemos conseguido hablar de los resultados con la industria y poder así medir los efectos reales que tienen los medicamentos sobre los pacientes. Pagaremos por los resultados. Tenemos que buscar soluciones innovadoras para lograr la sostenibilidad del sistema”, señala.

Así mismo, el director general de Asistencia Sanitaria del Sergas afirma que los medicamentos tienen un precio “desorbitado”, aunque reconoce que detrás de estos hay “trece años de trabajo para salir al mercado”. “Claro que tienen un precio desorbitado, absolutamente desorbitado. Pero hay que pagar por el verdadero valor de ese fármaco”, concluye.