Un investigador vierte líquido en una probeta en un laboratorio.
La
industria farmacéutica innovadora es
responsable directa del desarrollo de más del 95 por ciento de los medicamentos disponibles ahora mismo en el mundo, tal y como apunta el informe '
El valor del medicamento' elaborado hace unos años por Farmaindustria y que ha sido actualizado con nueva información con motivo de la celebración, este domingo
7 de abril, del Día Mundial de la Salud.
El documento destaca, junto a las soluciones para las patologías más prevalentes, el
creciente esfuerzo de la industria en enfermedades raras, que ya se ha convertido en el
segundo grupo terapéutico con mayor volumen de proyectos en I+D (tan solo por detrás del
cáncer), con
más de 1.400 fármacos en desarrollo en Europa en 2015.
Además de los proyectos en desarrollo, también se están consiguiendo resultados en esta rama. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobó durante el pasado año un total de 59 nuevos medicamentos, de los cuales
el 58 por ciento (34) eran medicamentos huérfanos, es decir, indicados para alguna enfermedad poco prevalente.
Aumento y mejora en la calidad de vida
Casi las tres cuartas partes del aumento de la esperanza de vida puede atribuirse a la aportación de los medicamentos innovadores
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La esperanza de vida al nacer supera los 72 años, según datos del Banco Mundial, e incluso alcanza los 80 años en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un aumento de más de 10 años desde 1960.
Casi las tres cuartas partes de ese aumento en la esperanza de vida puede atribuirse a la aportación de los medicamentos innovadores, tal y como demuestran los datos recogidos por el estudio Pharmaceutical Innovation and Longevity Growth in 30 Developing and High-income Countries, 2000-2009.
En concreto, en ese plazo se registró un incremento de 1,74 años en la expectativa de duración de la existencia humana. Y de esa ganancia, 1,27 años (
el 73 por ciento) es
directamente atribuible a los nuevos fármacos utilizados en la lucha contra la enfermedad. Éste es uno de los nuevos datos incorporados al informe de Farmaindustria.
Los fármacos innovadores logran, en algunos casos, cronificar enfermedades, como con el VIH o diabetes; curarlas (sarampión, malaria o, más recientemente, hepatitis C), e incluso erradicarlas (polio, viruela o peste bovina). Y, cuando menos, contribuyen a
reducir el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Es el fruto de un
proceso largo (entre 10 y 12 años de investigación para el desarrollo de un nuevo medicamento),
intenso (se requieren siete millones de horas de trabajo)
y muy costoso, ya que cada fármaco innovador que logra llegar al paciente requiere de una inversión media cercana a los 2.500 millones de euros.
Impacto social y económico de la industria
En España, las compañías innovadoras invirtieron 1.147 millones de euros en actividades de I+D en 2017
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En España, las
compañías innovadoras invirtieron 1.147 millones de euros en actividades de I+D en 2017, tal y como indica Farmaindustria, con lo que se consolida como
líder industrial en esta materia, con el 20,3 por ciento del total de la inversión. El
valor de la producción del sector es de 15.200 millones de euros, con unas cifras de
exportación de 10.600 millones de euros, alrededor del 25 por ciento de la alta tecnología que se produce y exporta en España.
En cuestión de empleo, la
industria farmacéutica genera en España más de 40.500 empleos directos, con 4.700 (casi el 12 por ciento) dedicados a I+D, y hasta 200.000 entre indirectos e inducidos. De entre los trabajadores del sector, más del 94 por ciento son fijos, el 62 por ciento son titulados superiores y el 52 por ciento femenino. Es, por tanto, empleo estable, altamente cualificado y paritario.
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