España se encuentra entre los países que más medicamentos tiene a la
espera de su precio-reembolso, según una serie de informes que publica este viernes la
Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia) acerca de la disponibilidad de nuevos fármacos en la Unión Europea. No obstante, también muestran que España ha mejorado sus cifras al pasar del
53 por ciento al 58 por ciento en el acceso de nuevos tratamientos aprobados por la UE.
Concretamente, en nuestro país, el
63 por ciento de los productos están 'paralizados' a la espera de determinar un importe para su introducción en el Sistema Nacional de Salud (SNS), mientras que el
22 por ciento de los fármacos ya cuentan con su precio reembolso y el 15 por ciento fueron rechazados de este modelo. Esto se traduce en otro dato que aportan estos análisis y es que los
medicamentos tardan 629 días en estar disponibles en nuestro sistema, un aumento de 103 días si se compara con hace un año que lo situaban en 517; la ley estipula que deberían ser 180 días. En este sentido, las informaciones se han extraído del análisis del estado de la financiación pública a 1 de enero de 2023 de los medicamentos
autorizados entre 2018 y 2021.
"Los pacientes españoles pueden acceder a través del SNS a
98 de los 168 medicamentos aprobados en el citado periodo. No obstante, nuestro país aún se sitúa
lejos de países de referencia como Alemania, con un 88 por ciento de disponibilidad; Italia, con un 80 por ciento; Francia, con un 67 por ciento, e Inglaterra, con el 66 por ciento", sostienen desde Farmaindustria.
Retrasos por la evaluación de valor
Respecto a estos retrasos, las razones son variadas según las regiones de Europa. Por ejemplo, los expertos apuntan que la zona occidental se deben en gran medida al
proceso de evaluación del valor y los requisitos de prueba; mientras que en Europa del Este están más relacionados con las
limitaciones del sistema de salud y el impacto correspondiente en la toma de decisiones y la asignación de recursos de las empresas. Por lo tanto, no hay una
solución única para resolver los problemas de acceso, donde hay una diferencia "insostenible" del 80 por ciento en la disponibilidad en toda Europa, y el informe determina que se necesitan
soluciones regionales o específicas de cada país.
Asimismo, según el informe anual 'Indicadores de acceso a terapias innovadoras en Europa 2022 (W.A.I.T. Indicator)', se observa que la
mitad de los nuevos medicamentos disponibles (51 por ciento) en España tienen una disponibilidad limitada. De hecho, 50 de los 98 medicamentos financiados en España están sometidos a algún tipo de
restricción de uso, por indicación terapéutica, tipo de paciente, etc. Muy lejos de sus vecinos europeos, donde este porcentaje es más bajo:
Alemania (1 por ciento), Italia (12 por ciento) y Francia (17 por ciento).
Por otro lado,
España resulta bien parada en la disponibilidad de fármacos huérfanos, pasando de un 44 por ciento en el informe de 2021 al 51 por ciento en el de 2022. Aunque todavía hay margen de mejora, puesto que la mitad de los nuevos tratamientos
tienen un uso restringido y hay 30 huérfanos que no están disponibles en nuestro país, lo que tiene un impacto directo en pacientes con enfermedades raras y sus familias.
Mientras que en el caso de
los tratamientos oncológicos, ha habido un retroceso en su disponibilidad, ya que en el anterior estudio era del 61 por ciento y en este del
57 por ciento. Unos datos que se mantienen lejos de otros países europeos que tienen el 98 por ciento del arsenal de novedades oncológicas disponible en Alemania, el 83 por ciento en Italia, del 76 por ciento en Inglaterra y del 72 por ciento en Francia.
Efpia aprovecha para unir estos datos con la
reforma de la Estrategia Farmacéutica Europea que se presentó esta semana y sobre la que han manifestado su desacuerdo. "Los datos combinados proporcionan pruebas irrefutables de que el enfoque establecido en la legislación farmacéutica - penalizar a las empresas mediante la eliminación de los derechos de propiedad intelectual si un medicamento no está disponible en todos los Estados miembros dentro de los dos años posteriores a la obtención de la autorización de comercialización- solo
dañará la innovación y no mejorará el acceso, dado que la gran mayoría de los retrasos están fuera del control de las empresas", han indicado desde el sector. "En lugar de mejorar el acceso a los medicamentos en toda Europa, la legislación
añadirá imprevisibilidad para las empresas y los inversores y desincentivará aún más la investigación en la UE", han añadido.
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