3 dic. 2015 14:05H
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Redacción. Madrid
Bristol-Myers Squibb (BMS) celebra, en el marco del VII Congreso Nacional GeSIDA, su 25 aniversario de investigación en el área del VIH, donde cuentan con importantes resultados en la lucha contra esta enfermedad.
“BMS ha estado presente en la lucha contra el VIH desde el principio. De hecho, la compañía desarrolló el segundo fármaco eficaz para el tratamiento del VIH, didanosina, que en los años 90 fue toda una revolución”, ha explicado Santiago Moreno, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
La empresa recuerda que, tras cinco años de investigación, BMS volvía con su segundo hito en VIH, con la comercialización de estavudina que, como valora Moreno, “vino a llenar una laguna extraordinaria, la de la administración del fármaco, ya que era el primer comprimido fácil de tomar y con unos resultados clínicos muy buenos”.
Aunque a finales de los años 90 se comprobó el síndrome de lipoatrofia como uno de los efectos adversos de este fármaco, la empresa presentaba “el primer inhibidor de la proteasa que superaba el problema de la administración compleja y los efectos asociados a esta familia de fármacos, como los trastornos lipídicos o el aumento de triglicéridos, de forma que se administraba una vez al día y era bien tolerado”.
“BMS ha jugado un papel muy importante en la lucha contra el VIH, pero todavía tiene un futuro muy prometedor, porque tiene en fase de desarrollo clínico fármacos de dos nuevas familias de las que hasta ahora no existe ninguna terapia: un inhibidor del acoplamiento (de la entrada del virus) y un inhibidor de la maduración del VIH-1 y, que van a tener su papel en diferentes escenarios, y es muy buena noticia que BMS siga presente en el futuro del tratamiento del VIH”, concluye el experto.
Apoyo al paciente
Además de desarrollar fármacos antirretrovirales, Bristol-Myers Squibb ha desarrollado el Programa SHE, que comenzó en 2010 y del que este año se conocerán los resultados del balance de los cinco años tras su implantación.
Este programa se creó con el objetivo de dar apoyo a las mujeres con VIH y es el primer programa europeo de educación al paciente que se basa en la confianza entre SEISIDA (Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida), mujeres con VIH y profesionales sanitarios, que proporciona recursos para dar respuesta a las necesidades específicas de las mujeres con VIH.
Además, desde su Fundación, Bristol-Myers Squibb lleva a cabo los programas Secure the Future and Delivering Hope, cuyo objetivo es apoyar a las personas que viven con VIH en África y con Hepatitis en Asia, a través de numerosas iniciativas y proyectos de colaboración con las comunidades.
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