Entrevista a José Ángel Arbesú, miembro del Comité para la Estrategia Nacional de Salud Mental del Ministerio de Sanidad

"Trastornos mentales comunes y graves pueden duplicarse tras el Covid-19"
José Ángel Arbesú.


21 abr. 2020 10:55H
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Entrevista a José Ángel Arbesú, Miembro del Comité de Redacción y Seguimiento de la Estrategia Nacional en Salud Mental del Ministerio de Sanidad y exresponsable de Salud Mental del Principado de Asturias, quien recientemente ha moderado la sesión online Especial Coronavirus Semergen: Principales riesgos para la Salud Mental, organizada en colaboración con Lundbeck, con la participación de los doctores Vicente Gasull y José Luis Montes.

La difícil situación que estamos viviendo puede hacer mella sobre la salud mental. Tal como comentó José Manuel Montes, resulta fundamental centrarse en ella por las futuras consecuencias, siendo posible que se multipliquen por dos los trastornos de ansiedad, la depresión y también los trastornos mentales graves tras esta situación. ¿Qué medidas preventivas y de autocuidado recomendaría a la población para cuidar su salud mental en estos momentos?

Para cualquier medida de salud pública en general es fundamental que se tenga en cuenta la salud mental de la población, especialmente por las consecuencias ya presentes de la pandemia y aquellas  que pueden derivarse en el futuro.

Efectivamente, Montes puso de manifiesto que después de estas situaciones de pandemia que generan sufrimiento a nivel social, los datos indican que se pueden multiplicar por dos los problemas de ansiedad y depresión -que son tremendamente prevalentes-, así como la agudización de  los trastornos mentales graves, derivado de situaciones estresantes. Y es que los factores de riesgo existentes son muchos: aislamiento social, temor e incertidumbre a nivel laboral y económico, con proyecciones catastrofistas para un futuro próximo.

En mi opinión, en los próximos meses veremos la repercusión de la Covid-19 sobre la salud mental también en forma de trastornos adaptativos y duelos no resueltos, tanto por fallecimientos como por pérdidas económicas, laborales y de alteraciones en las relaciones sociales.

El fomento de hábitos de vida saludable que incluyen desde una equilibrada alimentación (y, ahora, con más tiempo en casa deberíamos tomar más alimentos cocinados evitando los alimentos ya previamente elaborados),  evitando el exceso de consumo de bebidas alcohólicas, así como realizar algún tipo de ejercicio físico y cuidar las horas de sueño/vigilia, alterando lo menos posible el normal ciclo circadiano que mantenemos en época de normalidad, son factores que no solo influyen en la salud física de las personas sino también en la salud mental.

¿Qué efectos puede tener la sobreinformación, las noticias falsas y los bulos sobre la salud mental?

No solo la sobreinformacion, que si es cierta puede ser asimilada dependiendo de las necesidades de quien la busca, sino también la mala información, aunque sea limitada, genera conductas disruptivas (como tomarse a todas horas la temperatura) y distorsiones cognitivas con ansiedad y angustia, con sus repercusiones somáticas y mentales sobre manera en personas vulnerables por patologías mentales previas que se pueden agudizar o dar lugar a la aparición de nuevos síntomas no conocidos previamente.

¿Puede esta situación excepcional de incertidumbre y temor a lo desconocido empeorar la situación de las personas con un diagnóstico de depresión y actualmente en tratamiento? ¿Qué les recomendaría?


"El virus nos ha roto todos los esquemas y la ansiedad es el temor a lo desconocido"


Es posible que personas que padecen depresión puedan generar más síntomas de ansiedad característicos del temor a lo desconocido y a las dificultades del manejo de la incertidumbre, por lo que puedan necesitar consejos psicoterapéuticos de apoyo ya establecidos mediante medios telemáticos en muchas Comunidades Autónomos o, en su defecto, la consulta telefónica con su terapeuta habitual.

Como comentó el Vicente Gasull, este virus nos ha roto todos los esquemas y hecho dudar de todo y la ansiedad, que es precisamente el temor a lo desconocido, en el paciente depresivo es una patología añadida que le puede desequilibrar. Esto, unido a las noticias catastrofistas a toda hora, que provocan aún más miedo e incertidumbre, puede empeorar su situación. Por ello, es fundamental que mantenga la pauta de su medicación y el contacto periódico con sus terapeutas habituales.

¿Cómo puede afectar esta situación de confinamiento a los niños y adolescentes? ¿Puede suponer un riesgo para su salud mental?

No tengo suficiente experiencia con niños o adolescentes, pero habría que diferenciar los que ya tienen una enfermedad mental grave de aquellos que no la padecen. En el caso de los primeros sería conveniente que sus terapeutas dieran pautas a establecer a sus padres y que en la medida de lo posible se les facilitara volver a sus rutinas de vida y terapia.

Como comentó Montes, en el desarrollo muy temprano, que abarca de los 3 a los 5 años, el niño se desarrolla emocionalmente a través del contacto, ejercicio, ensayo-error, movilidad... y eso le está fallando en muchos casos. Por tanto, los padres deben asumir esta situación fomentando juegos y actividades donde se expresen las emociones, dándoles información adecuada a su edad para que no aumente su ansiedad, por ejemplo, en cuanto al cambio de rutinas. También se refirió a niños con déficit de atención o con trastornos del espectro autista, donde esta situación genera un problema muy grave que requiere de mayor permisividad, comprensión y atención por parte de los padres.

Por su parte, Gasull aseguró que esta situación va a tener repercusiones en los niños y que dependerá tanto de sus edades como de las situaciones socioeconómicas de sus familias. Entre ellas, repercusiones a nivel educativo, emocional y de comportamiento, entre otras. Recomendó mantener más contacto durante este tiempo, especialmente en aquellos casos en los que un progenitor se encuentre en aislamiento, donde será esencial mantener la comunicación por teléfono o video-llamadas para evitar que el menor se sienta desamparado.

Los profesionales sanitarios son el colectivo profesional más afectado por esta crisis, tanto física como emocionalmente. ¿Qué medidas de apoyo psicosocial cree necesario que reciban?

Los profesionales sanitarios que pueden padecer una enfermedad mental previa, al igual que otros pacientes, necesitan los mismos apoyos, y para aquellos que no la padecen, en mi opinión, deben intentar mantener hábitos saludables intentando desconectar de su intensa actividad sanitaria realizando otras tareas relajantes o distractivas así como todos los hábitos de vida saludable. Es cierto que el reconocimiento social que se les da también inyecta ánimo y energía para afrontar el duro día a día.


"Los sanitarios con enfermedad mental previa necesitan los mismos apoyos que otros pacientes"


Gasull se refirió a un estudio realizado en China recientemente sobre más de 1.000 profesionales sanitarios, donde el 50,4% presentaba depresión, el 45% ansiedad y un 35% insomnio. Por lo tanto, es primordial que los profesionales de la salud tengan apoyo en estas situaciones. De hecho, en España se han puesto en marcha distintas unidades de apoyo psicológico en varias comunidades, algo muy positivo para su sobrecarga laboral y emocional.

El duelo en esta situación es también complicado de gestionar. ¿Alguna recomendación al respecto?

Las personas que tienen algún tipo de duelo, ya sea pérdida de ser querido, del trabajo, pérdidas económicas… necesitan, sobre todo, apoyo psicológico que puede ser dado por profesionales, de momento, por vía telemática o por el fomento de la interrelación social con familiares o amigos, aceptar que es una situación sobrevenida, no culpabilizarse y pensar que habrá nuevas oportunidades de salida, es decir, evitar pensamientos negativos y buscar pensamientos positivos aunque sean mínimos en este momento es un buen camino de superar el duelo.

Los factores de riesgo para el desarrollo de una enfermedad mental se han multiplicado: aislamiento social, temor e incertidumbre a nivel físico y económico, pérdida del autocuidado, aumento del consumo de alcohol, etc. ¿Cómo puede la población gestionar todo este estrés?

Ya hemos comentado el fomento de hábitos de vida saludable que pueden ser compartidos por otros miembros de la familia o amigos (se realizan actividades conjuntas a través de medios telemáticos), buscar apoyo y vivir el presente sin elucubraciones acerca del futuro, pensar en positivo viendo todo aquello que aún tenemos y compartimos con los demás.

¿Qué mensaje positivo considera importante transmitir a los profesionales sanitarios, pacientes con enfermedad mental y sociedad en su conjunto?

Solo reseñar lo que me digo a mi mismo todos los días, como es no perder nunca la esperanza, la humanidad ha pasado por momentos peores, esperar que lo que aún nos queda de pandemia afecte a las menos personas posibles y que es momento de trabajar unidos apoyando de todas las formas posibles a nuestros pacientes, todo esto nos hará mejores personas y profesionales más resilientes en el futuro.
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