Según un estudio del Intermountain Medical Center Heart Institute y la Brigham Young University.
27 dic. 2017 13:40H
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Las personas que tienen los tipos de sangre A, B o AB presentan un riesgo elevado de sufrir un ataque cardiaco durante periodos de contaminación atmosférica significativa, en comparación con aquellos con el tipo de sangre O. Estas son las conclusiones de una nueva investigación del Intermountain Medical Center Heart Institute y la Brigham Young University, en Estados Unidos.
El estudio asegura que el gen ABO, que está presente en personas que tienen los tipos de sangre A, B y AB, es el único gen que ha sido validado en grandes evaluaciones internacionales para predecir ataques cardiacos entre personas con enfermedad coronaria.
Existen trabajos previos que también han mostrado vínculos entre la contaminación con PM2.5 de partículas pequeñas y los ataques cardiacos, el ingreso al hospital con dolor torácico inestable, insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular.
No entrar en pánico, sí tomar precauciones
"Nos preguntamos: Si alguien tiene una variación específica en este gen ABO, ¿es más o menos probable que experimente un ataque al corazón en tiempos de mayor contaminación?" explica Benjamin Horne, epidemiólogo clínico del Intermountain Medical Center Heart Institute y autor principal del estudio.
"La mutación primaria que estudiamos diferencia entre los tipos de sangre O y los no O, que incluye los tipos de sangre A, B y AB positivos y negativos. El que se ha encontrado en los estudios genéticos como de menor riesgo es O. Los otros tres tenían un riesgo más elevado", añade.
Sin embargo, Horne pide calma a la sociedad y afirma que no hay que entrar en pánico: "Son necesarias otras características para que la enfermedad coronaria progrese a un ataque al corazón. La asociación entre los ataques al corazón y la contaminación en pacientes con sangre no O no es algo por lo que se deba entrar en pánico, pero es algo que debe tenerse en cuenta".
El límite de 25 microgramos
Desde el Intermountain Medical Center Heart Institute recuerdan que hace dos años publicaron hallazgos que demostraban que una vez que se supera el límite de 25 microgramos de contaminación por metro cúbico de aire, cada 10 microgramos adicionales de contaminación por metro cúbico de aire suponían riesgos sustancialmente más altos".
"En la información que proporcionamos a nuestros pacientes sobre la contaminación, tratamos de hacer hincapié en que pueden hacer algo al respecto para reducir sus riesgos: mantenerse fuera de la contaminación, hacer ejercicio en el interior y asegurarse de que cumplen con sus medicamentos para el corazón con el fin de reducir su riesgo", concluye Horne.
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