El dispositivo replica, por primera vez, todas las funciones mecánicas, ópticas y electrónicas de un análisis de sangre de laboratorio. En concreto, realiza un test de inmunoabsorción ligado a enzimas (Elisa, por sus siglas en inglés) sin necesidad de energía almacenada: toda la potencia necesaria se extrae del smartphone.
Sam Sia, bioingeniero de la Universidad de Columbia. |
Se trata de un pequeño dispositivo que se conecta de forma fácil a un teléfono inteligente o a un ordenador, y que se puso a prueba hace poco por trabajadores de la salud en Ruanda con sangre obtenida a través de un pinchazo en el dedo de 96 pacientes que se fueron inscribiendo en clínicas de prevención de la transmisión madre-hijo, o bien en centros de asesoramiento y pruebas voluntarias.
“Nuestro trabajo demuestra que se puede hacer un inmunoensayo de calidad de laboratorio en un accesorio para teléfono inteligente –ha resaltado Sia–. Acoplar microfluidos con los últimos avances en electrónica puede hacer disponibles ciertos diagnósticos de laboratorio para casi cualquier población con acceso a teléfonos inteligentes. Este tipo de capacidad pueden cambiar la manera en la que se prestan los servicios de salud en todo el mundo”.El equipo de Sia, cuyo trabajo se detalla en la edición de este miércoles de Science Translational Medicine, quería fabricar, a partir de un trabajo previo, en la miniaturización de hardware de diagnóstico para un rápido diagnóstico de VIH, sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual. “Sabemos que el diagnóstico precoz y el tratamiento de las mujeres embarazadas pueden reducir en gran medida las consecuencias adversas para las madres y sus bebés”, ha subrayado Sia.
El equipo desarrolló la herramienta de manera pequeña y ligera para que cupiera en una mano y para realizar las pruebas en casetes desechables de plástico con reactivos precargados, donde zonas específicas de la enfermedad proporcionan una lectura objetiva, al igual que una prueba Elisa. Sia estima que el dispositivo tendrá un coste de fabricación de 34 dólares, muy por debajo de los 18.450 que el equipo típico para realizar Elisa.El equipo hizo dos innovaciones principales para lograr un bajo consumo de energía, una necesidad en lugares que no siempre hay electricidad. “Nuestro dispositivo presenta nuevas capacidades para una amplia gama de usuarios, desde los proveedores de atención de salud hasta los consumidores”, ha aseverado Sia.