Los incentivos económicos tienen un efecto limitado en comparación con otras fórmulas diseñadas para el sector sanitario

Mejor la gestión clínica para motivar al médico que pagar más horas 'extra'
Médicos en su jornada laboral.


20 oct. 2016 18:20H
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Nuevas fórmulas para potenciar el rendimiento sanitario. Los gerentes israelitas indican que el incremento de las remuneraciones vinculadas con el trabajo de horas extras y por la exclusividad en la sanidad pública aumenta los resultados obtenidos en todo el centro, aunque más significativamente en el área quirúrgica.

La estrategia buscará reinvertir las tendencias del mercado sanitario. Por ejemplo, entre 2007 y 2011 el número de operaciones optativas creció un 58 por ciento en hospitales privados frente al cuatro por ciento que se registró en el mismo período en los centros públicos. Asimismo, se alcanzó un 38 por ciento del total de procedimientos sanitarios opcionales para 2013, así como el 23 por ciento de la hospitalización y el 60 por ciento de las operaciones de financiación privada en 2014.

Con las mejoras de las condiciones en las horas extras y en la exclusividad, la gestión de los hospitales busca alcanzar cinco objetivos clave: aumentar la disponibilidad de los médicos más jóvenes fuera del horario regular y reforzar su calidad y experiencia; mejorar la imagen del sistema sanitario público y recuperar la confianza del ciudadano; registrar un mayor volumen de servicios ofrecidos en el sector público; reducir las listas de espera de operaciones optativas y tratamientos ambulatorios; y contribuir al liderazgo del sector sanitario público.

Los beneficios, sin embargo, requerirán de una inversión. En este sentido, se prevé que el gobierno de Israel dote al sistema con 30 millones de shéquel (unos 7,14 millones de euros) durante 2016. Una cantidad que ascenderá hasta los 60 millones (14,27 millones de euros) en 2017, a los 75 millones en 2018 (17,84 millones) y, un año después, alcanzar la cifra final de 90 millones (21 millones). A esto se suman los 19 millones de euros que destinarán específicamente a un plan de reducción de las listas de espera.

Para garantizar la optimización de los recursos, Israel organizará una fase piloto, donde se determinará cuáles fondos irán destinados a cada centro en particular, así como  las estrategias a seguir. En este sentido, se realizará un plan a la carta en cada uno de los centros, según sus características particulares y personal establecido.

Manel Santiñá, presidente de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), indica que “cada sistema sanitario es diferente, por lo que las fórmulas que funcionan en algunos no siempre obtienen los mismos resultados en otros”. En el caso de la estrategia de Israel, considera que “se está buscando mejorar la rentabilidad a través de la motivación económica del profesional sanitario. Sin embargo, el dinero tiene un efecto limitado con el paso del tiempo, siendo más eficiente otras medidas como, por ejemplo, la entrega del liderazgo en las unidades de gestión clínica”.

En este sentido, recuerda que “es necesario que el modelo sanitario cuente con una mayor flexibilidad y autonomía por parte de los profesionales”, quienes se sentirán más comprometidos con la organización si forman parte de los procesos de decisiones y en la distribución de los recursos sanitarios. 
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