Regulan su intensidad en los pasillos, salas de espera y zonas comunes



11 sept. 2014 14:20H
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Redacción. Madrid
Los sensores de luz ahorran hasta el 20 por ciento del gasto hospitalario como se ha demostrado en el Hospital del Henares de Madrid, donde la concesionaria que gestiona las prestaciones no asistenciales del centro los ha instalado desde el pasado mes de abril con ese buen resultado.

Juan Pablo García-Capelo,
gerente del Hospital del Henares.

La clave del plan reside en aplicar la tecnología que se ha desarrollado en estos años para ser más respetuosos con el medio ambiente y con el entorno del hospital.

Con esta filosofía, en el mes de abril se comenzaron a instalar sensores de luz que marcan el nivel de luz natural en cada espacio para, según sea ésta, regular la iluminación interior de forma automática.

Estos sensores se han terminado ya de instalar en todos los pasillos del hospital, hall, salas de espera y zonas comunes. Se estima que esta medida ahorre el veinte por ciento de la luz que hasta ahora gastaba.

El Hospital del Henares está diseñado de tal manera que aprovecha al máximo la luz natural a través de aperturas a patios interiores que garantizan la luz natural a todas las habitaciones de hospitalización y casi a la totalidad de los despachos y consultas médicas.

Con esta medida ahora se conseguirá además que las zonas comunes del hospital se iluminen en función de la luz natural que hay en el exterior. Así, en días oscuros, el uso de la luz será mayor que en días claros. A parte de esta medida, también se ha mejorado el uso de los paneles solares.

En la actualidad, se ha logrado que el 50 por ciento del calentamiento del agua sanitaria se realice por paneles solares. El hospital dispone de una instalación de superficie solar de 195 metros cuadrados formada por 78 placas solares, de 2,5 metros cuadrados cada una, con una capacidad de acumulación de agua caliente en circuito cerrado de 10.000 litros, lo que ayuda a calentar el agua sin necesidad de utilizar la caldera de gas.

En días de sol, la caldera permanece apagada durante más de seis horas al día, con el consiguiente ahorro energético y de gas. Además, dispone de un sistema de control de gestión de las instalaciones que permiten optimizar de manera automática todos los recursos energéticos de los que dispone el hospital.

En el apartado de residuos, sigue un proceso protocolizado y seguro, que garantiza en todo momento la correcta recogida, separación y traslado de residuos.
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