Javier Barbado. Madrid
El diagnóstico precoz de la espondiloartritis anquilosante gracias a los nuevos criterios de referencia de la American Society of Anesthesiologists (ASA) –en vigor desde 2009 y aplicación paulatina posterior en todo el mundo–, que incluyen el uso de la resonancia nuclear magnética (RNM) además de la prueba radiográfica, ha permitido aumentar el grupo de pacientes a quienes se aplica terapia biológica y obtener en sus integrantes resultados “francamente buenos, incluso superiores en algunos casos a los logrados con la terapia clásica, como el uso de antiinflamatorios o sesiones de fisioterapia”.
Xavier Juanola. |
Pese a que el porcentaje de pacientes que responden a la terapia biológica ronda el 25 por ciento, la diagnosis anticipada gracias a la RNM posibilita que, quienes toleran de forma óptima el tratamiento, lo reciban antes y se beneficien en mayor grado que si se les aplicara años más tarde, tal como ha corroborado a Redacción Médica el especialista Xavier Juanola, jefe de Sección del Servicio de Reumatología del Hospital de Bellvitge de Barcelona.
Por otra parte, también se ha demostrado una reducción de los costes gracias al diagnóstico anticipado de la enfermedad, en concreto los debidos al abordaje de sus complicaciones cuando la patología se encuentra más avanzada y el mayor número de solicitudes de bajas laborales por parte de los enfermos.
Hasta hace una década, la RNM no estaba indicada de forma sistemática ante la sospecha de espondiloartritis (véase información anterior).