Redacción. Barcelona
Los pacientes renales presentan un riesgo de 10 a 20 veces superior de mortalidad por complicaciones cardiovasculares, un riesgo que no disminuye en el caso de los pacientes incluidos en programas de tratamiento renal sustitutivo, ya que alrededor de la mitad de los fallecimientos registrados se relacionan con este tipo de alteraciones. En este sentido, los esfuerzos realizados en el área de la Nefrología se orientan a evitar el desarrollo de accidentes cardiovasculares en estos pacientes administrando técnicas de diálisis perfeccionadas como la hemodiafiltración on-line (HDF-OL) que ha demostrado reducir la mortalidad en más de un 30 por ciento.
Tal y como afirma Alberto Martínez Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología, “el primer gran reto de la Nefrología es la apuesta por la prevención del fallo renal en los primeros estadios de la enfermedad, con el fin de evitar la culminación en un programa de diálisis; el segundo, es garantizar el acceso a todos los pacientes que lo precisen a los tratamientos renales sustitutivos que han demostrado mayor eficacia y efectividad en términos clínicos, así como de respuesta y calidad de vida de los pacientes”.
De hecho, un trabajo liderado por la Sociedad Catalana de Nefrología con más de 900 pacientes demuestra que la HDF-OL, como técnica que aumenta el volumen de ultrafiltrado y la depuración de sangre, logra reducir la mortalidad por cualquier causa de los pacientes renales en el 30 por ciento, la cardiovascular en el 33 por ciento y por causas infecciosas en el 55 por ciento.
De izqda. a derecha: Giovan Battista Capasso, presidente de la Sociedad Italiana de Nefrología; Francesc Maduell, jefe de Sección de Diálisis del Servicio de Nefrología del Hospital Clínic; y Alberto Martínez Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología. |
“Desde que comenzamos a emplear esta técnica en 2007, el porcentaje de pacientes se ha incrementado del 7 por ciento a cerca del 40 por ciento. Además de los evidentes beneficios que produce esta técnica en la salud y calidad de vida de los pacientes renales, también puede medirse en términos de gestión su utilidad ya que desde hace cinco años hemos observado una reducción del 22 por ciento en las hospitalizaciones de los pacientes y de cerca del 30 por ciento en los episodios de hipotensión durante las sesiones de diálisis”, apuntó Maduell.
La experiencia en el uso de la HDF-OL es algo mayor en otros países europeos como Italia, cuyo servicio nacional de salud ha incorporado esta técnica a su cartera de prestaciones y, en la actualidad, se administra al 20 por ciento de los pacientes en diálisis. “Italia presenta unos datos similares a los españoles de incidencia de enfermedad renal, con cerca de 10.000 nuevos casos de pacientes nuevos cada año que requieren diálisis”, señaló el profesor Giovan Battista Capasso, presidente de la Sociedad Italiana de Nefrología.
“Estas cifras de incidencia y el previsible aumento de pacientes con insuficiencia renal nos obliga a optimizar los tratamientos disponibles y en los últimos años los tratamientos conectivos como la HDF-OL están plenamente incorporados al sistema sanitario público, se administran al 20 por ciento de los pacientes en diálisis y progresivamente, esperamos poder aumentar su presencia, desplazando en los casos que el paciente lo precise, la hemodiálisis “convencional”, puntualizó el experto.
En España, los expertos reunidos en el Simposio señalan que la técnica de HDF-OL sólo está introducida en siete comunidades autónomas. Sin embargo el registro de la Sociedad Española de Nefrología (Senefro) estimó en cerca del 21 por ciento los pacientes que se benefician de esta técnica, y por lo tanto, menos del 15 por ciento de los pacientes renales en tratamiento sustitutivo tiene acceso a ella. “El ligero incremento del coste frente a la hemodiálisis convencional es un factor que podría frenar la incorporación de la HDF-OL a los servicios sanitarios, pero la reducción de la mortalidad asociada a su uso y los resultados obtenidos en términos de calidad de vida, hospitalizaciones, infecciones y uso de medicamentos constituyen parámetros evidentes de su coste-efectividad” señaló Martínez Castelao.
A esta situación también se han enfrentado en Italia, donde según el profesor Capasso, “los tratamientos convectivos como la HDF-OL suponen un incremento de alrededor el 30 por ciento respecto al coste de la hemodiálisis convencional, pero su coste compensa al paciente, al profesional sanitario y al sistema sanitario”.
“Es preciso seguir trabajando en todas aquellas áreas que permitan mejorar el tratamiento en diálisis tanto peritoneal como hemodiálisis. En vista de los resultados de los últimos estudios de supervivencia, se debería considerar la hemodiafiltración on-line como un tratamiento de primera línea”, concluyó Maduell.
5.800 pacientes en 2011 iniciaron TSR
En el año 2011, 5800 nuevos pacientes iniciaron Tratamiento Sustitutivo Renal (TSR) mediante diálisis y/o Trasplante renal. De ellos, el 15 por ciento lo hicieron mediante Diálisis Peritoneal, el 2,7 por ciento recibió un trasplante renal anticipado, es decir, sin haber pasado por diálisis y el 82 por ciento restante lo hizo mediante Hemodiálisis.
De ellos, alrededor de mil se encuentran en Cataluña. Los expertos estiman que entre el 10 y el 12 por ciento de la población padece una insuficiencia renal crónica, una enfermedad que supone la pérdida de las funciones del riñón y que requiere la incorporación del paciente a programas de hemodiálisis, en los que actualmente hay alrededor de 25.000 pacientes, de los que 4.000 están en Cataluña, que reciben, en el 90 por ciento de los casos, tratamiento con hemodiálisis, mientras que el 10 por ciento restante reciben diálisis peritoneal.
En este escenario, la detección precoz del fallo renal y la implantación de técnicas depurativas coste-eficaces son claves para el abordaje de la insuficiencia renal crónica, tal y como han puesto de manifiesto los más 250 expertos internacionales reunidos en el 1st Symposium Update in Dialysis, liderado por el Hospital Clínic –Idibaps. “El número de pacientes con insuficiencia renal se ha mantenido estable en los últimos años debido a los esfuerzos realizados para controlar la progresión de la enfermedad. Pero, la prevalencia de pacientes en tratamiento renal sustitutivo a través de programas de diálisis se ha incrementado el 2 por ciento debido probablemente a la reducción de la mortalidad” explicó Francesc Maduell, jefe de Sección de Diálisis del Servicio de Nefrología del Hospital Clínic y coordinador de este simposio internacional.