Los participantes de la mesa, durante un momento del debate.
La relación de las
administraciones sanitarias con el
gasto farmacéutico se mueve entre dos aguas. Por un lado está la indudable importancia de incluir productos
innovadores que supongan un avance terapéutico para los pacientes, mientras que en el otro se encuentra la necesidad de mantener la
sostenibilidad económica del sistema. Sobre ese difícil equilibrio ha tratado la mesa
‘Farmacia y sostenibilidad del sistema sanitario’, encuadrada en el
VII Encuentro de Altos Cargos de la Administración Sanitaria y en la que sus protagonistas han coincidido a la hora de señalar la necesidad de previsión para establecer prioridades a la hora de dar entrada a la innovación.
El hecho de ser una de las principales partidas en el presupuesto sanitario de todas las autonomías convierte a la
farmacia, también, en una de las principales preocupaciones de los altos cargos. A este aspecto se ha referido en su primera intervención la directora de la División de Planificación, Compras y Proyectos Farmacéuticos del Servicio Madrileño de Salud,
María José Calvo, para quien “lo que gastamos en medicamentos es un reto en términos de sostenibilidad, pero también de
bienestar”, recordando que no estamos ante un gasto sino ante “una inversión”. “Además de en lo que cuestan, hay que pensar en lo que aportan los medicamentos”, ha apuntado
José Ramón Luis-Yagüe, director del Departamento de Relaciones con las CCAA de Farmaindustria poco antes de aseverar que “la sostenibilidad no depende de una partida sanitaria”.
El papel de la Farmacia Hospitalaria
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Más allá de la diferencia de postura, todos los participantes de la mesa han coincidido en un punto concreto: la incorporación de innovación debe ser selectiva. “Primero hay que definirla y luego incorporarla”, ha asegurado
José Manuel Martínez Sesmero, director de Investigación e Innovación de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que ha sido especialmente rotundo a la hora de incidir en la necesidad del “
análisis de datos y la evaluación continuada de efectividad, seguridad y retorno”. La tesis de Sesmero ha sido totalmente compartida por Luis-Yagüe: “Medir y conocer resultados es clave; para un SNS solvente y sostenible es necesario”.
“No podemos encontrarnos la innovación y decidir; se necesita una
previsión”, ha declarado Martínez Sesmero, que se ha calificado como un
“convencido del reanálisis”. Asimismo, ha incidido en la sensación de “oscurantismo” que viven los profesionales respecto a las decisiones sobre
financiación de innovación que se producen en el ámbito de la innovación: “No existe la percepción de por qué se hacen o no determinadas cosas”.
Biosimilares
En el abanico de posibles incorporaciones, los
biosimilares están entre las que más expectación ha causado. A ellos se ha referido el director general de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla – La Mancha,
José Antonio Ballesteros, que ha realizado una férrea defensa de su uso. “No entiendo cómo se pueden poner en duda; es exactamente lo mismo pero a un coste mucho menor”, ha indicado. Martínez Sesmero, por su parte, los ha señalado como “ejemplo de un área donde se puede ajustar presupuesto, mientras que Calvo ha comparado su irrupción con la de los genéricos y ha apelado a la importancia de “generar confianza” entre los profesionales antes de que Luis-Yagüe hablar de “oportunidad de bajar precios”.
José Ramón Luis-Yagüe; José Antonio Ballesteros; Antonio J. García; María José Calvo y José Manuel Martínez Sesmero.
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