Redacción. Castellón
Las medidas incluidas en el Plan de Gestión Ambiental del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón han conseguido que el centro haya reducido, en los últimos cinco años, el 70 por ciento por ciento los residuos biosanitarios que genera, lo que ha supuesto un ahorro económico de 157.000 euros, según ha informado el propio centro en un comunicado.
“Los avances tecnológicos en el campo de la Medicina tienen como contrapartida un aumento tanto en el volumen como en la variedad de desechos sanitarios, a lo que se suma el coste económico y social que implica su eliminación”, ha destacado la responsable de Medio Ambiente del centro, Inmaculada Tena.
Manuel Bruscas Maicas, director Médico; María José Beltrán Lavernia, directora de Enfermería; Nicolás Martínez, director gerente; y Miguel Llorens, director Económico.
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En este sentido, Tena ha señalado que el impacto ambiental implica la acumulación de agentes infecciosos en suelos, así como la contaminación atmosférica y microbiológica. Estos residuos exigen el cumplimiento de medidas de prevención de manipulación, recogida, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación, puesto que representan riesgos para los trabajadores que los manipulan y para el medio ambiente, ha apuntado.
Así, para lograr esta disminución se han llevado a cabo varias medidas entre las que Tena ha subrayado la formación y sensibilización del personal del hospital, pues “su colaboración ha sido fundamental a la hora de segregar los residuos y minimizar su producción”.
Gestión de residuos
Tena ha explicado que la separación, recogida y traslado de los residuos sigue un proceso protocolizado. Para cada uno se utiliza una bolsa, contenedor y leyenda de colores, tamaños y características diferentes.
El grupo I lo conforman los residuos sólidos urbanos, es decir, los mismos que genera la población normal y que no plantean especiales exigencias en su gestión como cartón, papel, material de oficina o restos de comida.
Los del grupo II son residuos sanitarios similares a los urbanos y se depositan en una bolsa verde. Proceden de pacientes no infecciosos como material usado en las curas, yesos o gasas.
Los residuos sanitarios especiales se incluyen en el grupo III y van a un contenedor negro con la leyenda “residuos de riesgo”. Forman parte de este grupo aquellos residuos sanitarios infecciosos. Aquí se incluyen también los residuos cortantes y punzantes.
Por último, el grupo IV engloba a los residuos que están sujetos a requerimientos especiales desde el punto de vista higiénico y ambiental. Se incluyen los residuos citostáticos, restos de sustancias químicas, medicamentos caducados, aceites minerales o sintéticos, residuos con metales, los procedentes de los laboratorios radiológicos, residuos líquidos, pilas, tubos fluorescentes y lámparas con mercurio.
Acreditación con el ISO 14001
Por otro lado, ha señalado que la reducción de residuos obedece al programa de acciones de respeto al medio ambiente emprendido por el centro, que en diciembre de 2009 recibió la ISO 14001:2004. Se trata de una norma internacional de adopción voluntaria por las organizaciones por la que se puede poner en funcionamiento un sistema de gestión que les permite definir la política, objetivos de mejora y la estructura necesaria para cumplir, como mínimo, la legislación que les afecte en materia de medio ambiente y demostrar su compromiso de mejora continua.
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