Domingo Antonio Sánchez, Julio Armas, Enrique Torres y Santiago Diéguez.
El Ministerio de Sanidad ha
planificado la llegada de los nuevos MIR durante la primera quincena de junio. De esta forma, su incorporación se producirá
un mes más tarde que el paso de los actuales R1 a su segundo año de
Formación Sanitaria Especializada (FSE). Una descompensación que puede
desbarajustar organizativamente a los centros receptores, especialmente en los servicios de
Urgencias. Sin embargo, también puede comprometer la formación de las futuras bolsas de trabajo, el calendario de vacaciones o la docencia. Motivo por el que la
Organización Médica Colegial (OMC) ha demandado "lógica" a la hora de fijar las fechas de inicio de la hornada de médicos en búsqueda de la especialidad. Una petición a la que se suman distintos urgenciólogos, que resaltan la importancia de contar con unas plantillas bien dotadas en esta área, tanto de recién titulados como de adjuntos.
"Se requiere de
cierta estabilidad en la entrada de los residentes", ha afirmado el representante nacional de la Sección de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo del organismo colegial, Domingo Antonio Sánchez, a este diario. Y es que el retraso existente en 2025 puede derivar en contratiempos administrativos ahora, pero también en el futuro. "Cuando salga esta generación en cuatro o cinco años
pueden aparecer problemas para cubrir las vacaciones y la gestación de las consecuentes bolsas de trabajo", ha agregado.
Desde la Asociación MIR España (AME) han denunciado que la postergación en la incorporación de los nuevos residentes en el Sistema Nacional de Salud (SNS)
puede trastocar los calendarios y las tareas en los hospitales y centros sanitarios. Y es que los médicos que ingresaron en 2024 se convertirán en R2 el 6 de mayo -fecha en la que accedieron a su plaza-, lo que supondrá que muchos de ellos pasen a focalizarse en los casos de su especialidad y, por ende,
abandonen sus funciones en los servicios de Urgencias, por los que suelen pasar todos los R1. Así, durante un periodo de varias semanas, se pueden dar dos escenarios. En el primero, los futuros R2 mantienen sus competencias en esta área hasta que lleguen sus sustitutos. En el segundo, estos
priorizan sus disciplinas, una decisión que afectaría a las labores en los departamentos de atención inmediata.
"Se requiere de cierta estabilidad en la entrada de los residentes", ha afirmado Sánchez
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De ahí, la importancia de contar con
unas fechas similares de ingreso año tras año. "Lo que se pide es un poco de lógica. La toma de posesión de la plaza se debe hacer siguiendo la premisa de cubrir en el mismo mes siempre para evitar que estos decalajes perjudique la asistencia sanitaria", ha puntualizado Sánchez.
Urgencias siente los desajustes
El comienzo de los nuevos MIR durante las primeras semanas del sexto mes no es vista con buenos ojos por parte de los profesionales de Urgencias. En general, las distintas fechas existentes año tras año. "Si que
notamos esta situación cuando hay desfase de residentes. Pero bueno, como va a ser un mes, nos apañaremos", ha indicado el médico de Urgencias del Hospital Universitario del Vinalopó (Elche, Alicante), Julio Armas.
El coordinador de Urgencias del Hospital Universitario La Paz (Madrid), Enrique Torres, ha opinado que el retraso del inicio de los MIR
"repercute negativamente" en las Urgencias. "Este 'salto' implica un déficit de médicos para el mantenimiento de los puestos que tienen que ser cubiertos, por lo que aumenta el número de
guardias que debe hacer cada residente, con la consiguiente insatisfacción de estos", ha explicado el urgenciólogo.
"Hay una gran dependencia de los MIR por la infradotación de la plantilla de adjuntos y el incremento de la demanda", ha lamnetado Diéguez
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Este escenario se agrava en el caso de
los hospitales que dependen de los MIR para la atención de la jornada no ordinaria. Su efecto es todavía más notorio en los servicios de Urgencias. "Todavía siguen teniendo una gran dependencia de residentes por la infradotación de la plantilla de adjuntos y el incremento de la demanda que se sigue produciendo año tras año", ha lamentado el médico de la mencionada área del
Hospital Universitario de San Juan de Alicante, Santiago Diéguez. "En cualquier caso, nuestro ámbito no quiere interferir en el desarrollo formativo de los recién llegados, por lo que, a pesar de no contar con los médicos en formación de primer año, se mantendrá la asistencia con los niveles de calidad de siempre", ha añadido.
Eso sí, bajo su prisma, Torres ha querido remarcar que la atención en Urgencias
no debería recaer sobre los médicos en formación, aunque estén supervisados. "Tendría que existir una plantilla fija que pueda cubrir la asistencia todos los días del año. Pero, esto supone más gasto económico y la negociación de un Estatuto Marco específico para nuestra área. Y no parece que sea un camino fácil", ha considerado.
Docencia afectada por el verano
Más allá de los turnos en Urgencias, la admisión tardía de los residentes a su plaza también incide en otros aspectos. Uno de ellos es la
docencia. Y es que aquellos titulados que han conseguido un puesto durante
la convocatoria de 2025 iniciarán su andadura formativa en el SNS en el mes de arranque de la temporada estival. "Empezar un mes más tarde supone que pueda haber problemas a la hora garantizar la docencia, ya que empiezan en meses de vacaciones", ha resaltado el vocal de Médicos Jóvenes de la OMC.
Por otro lado, la situación
se puede complicar en los puntos de la geografía española donde economía depende del turismo. La llegada de visitantes incrementa la afluencia de pacientes en los centros, a lo que se unen la falta de facultativos y la poca experiencia de los nuevos residentes. "Esto supone un doble hándicap para nosotros, tanto para Urgencias como para el resto de servicios", ha remarcado Diéguez, cuyo hospital se encuentra entre los municipios de la provincia de Alicante con una mayor infraestructura hotelera.
"Tener un calendario unificado y programado de inicio y final del periodo de residencia facilitaría la programación de servicios a cubrir", ha comentado Torres
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"Tener un calendario unificado y programado de inicio y final del periodo de residencia facilitaría la programación de servicios a cubrir y su justa distribución", ha propuesto Torres a término personal. Una idea que concuerda con la opinión de los principales representantes de la profesión facultativa en España y que
evitaría que se repitiesen los citados inconvenientes. Así, se simplificarían los cálculos de plantilla, independientemente de la fecha.
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