Redacción. Pamplona
La Clínica Universidad de Navarra ha celebrado recientemente la primera edición de la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE) para los residentes de segundo año de todas las especialidades médicas y quirúrgicas.
Juan Pastrana y Arantza Campo.
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Según el propio centro, es un proyecto “pionero” en aplicar esta evaluación en mitad del período formativo de los médicos especialistas, “anticipándose de este modo a la indicación del Ministerio de Sanidad de ofrecer una formación troncal (común) sólida de las especialidades médicas.”
"Mediante esta evaluación pretendemos conocer hasta qué punto todas las especialidades han adquirido estas competencias troncales básicas para el ejercicio de nuestra profesión. Lo hemos realizado en este momento anticipándonos a las recomendaciones del Ministerio porque nos parece esencial y porque contamos con una masa crítica, tanto de profesorado como de instalaciones idóneas, que nos han permitido ponerlo en marcha", ha detallado Juan Pastrana, presidente de la Comisión de Docencia de la Clínica Universidad de Navarra.
El especialista y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra ha considerado que "resulta muy positivo disponer de una imagen general y particular de la formación de nuestros residentes".
En opinión de Pastrana, "el hecho de realizar la ECOE en mitad del período de residencia permite disponer de un periodo de dos o tres años para arbitrar, en caso necesario, medidas de mejora que consigan una óptima capacitación de los especialistas que salen de la Clínica".
La ECOE de especialidades, ha explicado la CUN en un comunicado, ha consistido en la emulación de 15 estaciones o escenarios clínicos reales. "Es importante plantear numerosos escenarios porque de este modo podemos evaluar múltiples competencias", ha argumentado la responsable y coordinadora de este sistema de evaluación en la Clínica Universidad de Navarra, Arantza Campo.
Así, ha precisado, en la actual evaluación se han expuesto "diversas situaciones clínicas en las que los residentes tenían que desarrollar una serie de competencias dirigidas a solventar realidades tipo la confección de una historia clínica, una exploración física, la interpretación de pruebas diagnósticas, habilidades de razonamiento clínico en la toma de decisiones y habilidades de comunicación, tanto escrita como oral, con el paciente o entre colegas".
Centro de simulación
Las 15 pruebas se desarrollaron en el Centro de Simulación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, dotado de maniquís de alta fidelidad capaces de reproducir las constantes fisiológicas de una persona, el estado de salud y de enfermedad, de reaccionar a la medicación y a diversas pruebas, además del equipamiento médico necesario.
De este modo, ha destacado Campo, "podemos evaluar multitud de aspectos de la forma más objetiva posible, mediante un sistema denominado de rúbricas". "En cada una de las estaciones recreadas se evalúan diferentes aspectos de esas competencias, lo que nos permite obtener una idea global de la formación que pretendemos conseguir en los residentes", ha expuesto.
La especialista ha resaltado "la ventaja de contar con un centro de simulación de última tecnología, ya que nos ha facilitado la recreación de muchas situaciones clínicas de emergencia, anafilaxias o problemas cardiacos, entre otros". En definitiva, situaciones muy reales", ha apuntado.
Además, ha destacado como una de las principales ventajas que ofrece el centro de simulación, "el hecho de que nos permite repetir, ensayar y entablar discusión con los residentes sobre cómo se han comportado, las sensaciones que han tenido o las dudas que se les han planteado. De este modo, se les puede formar muy bien".
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