Estudiar el examen MIR en Navidad: "Ya tenemos el cuerpo acostumbrado"

Estudiar en Navidad es duro. Muy duro. Pero culminar la preparación del examen MIR, a un mes del examen, se hace un esfuerzo sobrehumano. A esta hora, los aspirantes apuran las horas en un repaso que se hace eterno.

Paula Villalba, aspirante al examen MIR y alumna de la Academia AMIR, confiesa a Redacción Médica que durante estas fechas “surgen muchos más planes, hay más gente en casa, más cenas y comidas, y eso complica un poco lograr la concentración. Es inevitable”.

---

"Solo queda el último empujón, ¡no queda nada para el 25 de enero!"

---

Pero, prosigue Villaba, “al llevar con la misma rutina más de seis meses, el cuerpo ya está muy acostumbrado”. Y es que después de tantos meses de estudios los aspirantes están más que curtidos a estas alturas, sea o no sea Navidad.

Sacrificios

Aun así, todo está controlado. “Tenemos libre de estudio el día 25 y el día 1 para poder disfrutar de las fiestas con la familia. Pero durante unas semanas, dejamos de tener los domingos libres, porque se cambian por los días festivos”, afirma la estudiante.

Ese sacrificio se hace inevitable al mirar las hojas del calendario. A un mes del examen, la meta final se ve a la vuelta de la esquina, y de eso “somos conscientes, ¡sin duda!”.

“Solo queda el último empujón, ¡no queda nada para el 25 de enero! Aunque estemos cansados, ayuda mucho saber que queda muy poco para el examen y todo lo que hagamos de ahora en adelante es crucial”, concluye Villaba, con la vista puesta en ese día.