Jesús Arroyo; Rodrigo Gutíerrez; Borja Ruiz Mateos. De pie, Javier Arias; Laura Martínez; y David Domenech.
Los aspirantes que concurren al
examen MIR 2020, y el resto de pruebas que componen las pruebas de
Formación Sanitaria Especializada (
EIR, PIR, FIR, BIR, RFIR y QIR), afrontan una
convocatoria con ligeros cambios, en comparación a años anteriores. Una
duración máxima de 4 horas, en vez de 5, y
un total de 175 preguntas (más 10 de reserva) son las principales novedades que el Ministerio de Sanidad ha incorporado al examen para, entre otros motivos,
“aligerar la realización de la prueba”.
Tras más de 40 años de vida, todos los agentes que conforman la prueba coinciden: “
el examen MIR sigue siendo la prueba más fiel y objetiva para ordenar a los estudiantes de Medicina”. Pese a ello, la misma debe abrirse al futuro y comenzar a incorporar
“de forma prudente y desde el consenso” cambios que sigan atesorando el éxito de la prueba, que no es otra cosa que
“la antesala de un sistema de formación MIR excelente”.
Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social: Cuando nos incorporamos al Ministerio estaba ya iniciado todo el procedimiento de la convocatoria 2019, de manera que no pudimos introducir ni incorporar ningún cambio. Precisamente, una de las primeras reuniones que mantuvimos al llegar al puesto fue con la Conferencia de Decanos de Medicina y nos hicieron llegar algunas cuestiones, tales como el cambio en la valoración del expediente académico, para que pasase de ser sobre 10 en vez de 1 a 4. Un cambio que se ha aplicado para esta convocatoria. Sobre la duración del examen, habíamos observado varias reclamaciones por parte de aspirantes con algún tipo de necesidad de adaptación física. Tampoco es que sean unos cambios sustanciales en lo que es el espíritu de la prueba en este caso.
Como decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. ¿Qué ha notado en los estudiantes de Medicina al ver este cambio?
Javier Arias, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid: Por un lado, el cambio del baremo académico es muy bienvenido entre los decanos. Respecto a los otros cambios, es algo que me inquieta, ya que al haber menos preguntas quizás el factor azar podría jugar algún papel superior. Al haber 225 preguntas, si se tiene mala suerte, digamos, en cinco preguntas pues se diluye entre 25, si se tiene que diluir entre 175, el factor azar pesaría un poco más.
¿Desde la academia AMIR compartís esta reflexión?
Borja Ruiz Mateos, fundador y director de la academia AMIR, analiza los cambios aprobados para el examen MIR 2020.
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Borja Ruiz Mateos, fundador y director de la Academia AMIR: Lo cierto es que sí. En mi época eran 260 preguntas, el expediente valía un 25 por ciento y lo cierto es que hubo cambios significativos positivos. Luego, el expediente pasó a valer un 10 por ciento, y en mi modesta opinión, el expediente debería valer cero. Desde luego, es un buen cambio que el baremo pase a ser de 1 a 10 y no de 1 a 4, pero si el expediente valiera cero se eliminaría cualquier discrepancia que hay entre universidades. Fue en 2010 cuando se pasó de 260 preguntas a 235, con la incorporación de las preguntas con imágenes, el cual fue un cambio muy positivo en el examen MIR porque valoraba habilidades. Sin embargo, fue muy negativo el cambio, a mi juicio, de pasar de cinco opciones de respuesta a cuatro, ya que se seguía restando lo mismo, 1/3, por cada error.
Debería haber pasado a restar más o no modificar. Ese es un cambio que nunca llegamos a entender. Y la reducción a 185 preguntas entiendo los argumentos de la fatiga, pero al final un médico tiene que entrenarse, aunque esto es un examen tipo test, a situaciones extremas. Pero bueno, 185 preguntas sigue siendo un número aceptablemente bueno.
En este sentido, ¿cómo han percibido los estudiantes de Medicina estos cambios?
Laura Martínez, presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM): A día de hoy no podemos valorar ni positiva ni negativamente los cambios en el número de preguntas ni la reducción del tiempo porque no es una cuestión que en el consejo se haya preguntado nunca al estudiantado, por tanto, no podemos aventurarnos a ello. Sí es verdad que nos preocupa esa reducción de la discriminación al bajar el número de preguntas. En cambio, con respecto a los cambios realizados en el baremo, estamos muy satisfechos.
Y desde la barrera. David Guzmán Domenech, ¿cómo valoras estos cambios? ¿Qué consejos se les podría dar a los estudiantes que se presentan al próximo examen MIR?
David Guzmán Domenech, MIR de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid: Si tuviera que darles un consejo sería que no cunda el pánico. Todos los aspirantes se van a preguntar que por qué a ellos. Yo les diría que es un cambio universal y que todos se examinarán bajo las mismas condiciones. De manera que no hay diferencias entre los estudiantes. Tienen que afrontar la prueba tal y como lo llevamos haciendo día a día. Otro apunte es que preparárselo de manera aislada es un error. Hay que apuntarse a una academia dada la ausencia de un temario oficial. Una ventaja que hay ahora, sin ser jocosa, es que a la hora de hacer los simulacros tendrán una hora menos, y una hora más de descanso.
¿Desde Sanidad se han tenido en cuenta esa reducción de la discriminación entre los aspirantes al MIR a la hora de plantear estos cambios?
¿Cuáles han sido los motivos que han llevado a Sanidad a realizar estos cambios? Rodrigo Gutiérrez, director general de Ordenación Profesional, lo explica.
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Rodrigo Gutiérrez: Hay un número suficiente de preguntas como para que se aborden todos los temas, aunque no haya un tema específico. Aquí hay opiniones para todos los gustos, y hasta que no se demuestre empíricamente, no podremos estar seguros de estos cambios. Pero no olvidemos que el prestigio que tiene
el MIR no es por su examen, es por su sistema de formación. De manera que el prestigio de nuestro examen, de nuestra formación sanitaria especializada en España, es por el periodo de residencia de formación.
El examen tiene que ser un sistema riguroso, serio, objetivo, lo más posible, y que cumpla unas garantías y unos mínimos. Nosotros creemos que eso se está cumpliendo para garantizar su continuidad, su supervivencia y su mejora a lo largo del tiempo. Entonces, con la reducción de preguntas, es verdad que pueden darse más casos de posibles empates en el número de preguntas pero en cualquier caso ahí ganaría el elemento del expediente.
¿De dónde nace esta propuesta?
Rodrigo Gutiérrez: Sobre todo insistieron los expertos que realizan y que elaboran las preguntas para el
examen PIR. Ellos insistían mucho en el tema del rendimiento y de la fatiga después de un examen.
¿Usted vivió esa ansiedad durante la realización de su examen?
David Guzmán: Lo cierto es que te entrenan para ello. Haces un montón de
pruebas previas, con las mismas condiciones que el examen real, y creo que vas preparado de sobra para reducir esa ansiedad. Aunque bueno, siempre vas a estar ansioso porque no deja de ser una prueba, como cualquier otro examen de la vida. Pero yo creo que las cinco horas las podías encajar bien e incluso te enseñaban en las academias a cómo distribuirte el tiempo, a llevarte una comida determinada, que no hiciera ruido para no molestar a los demás, en qué momento del examen de las cinco horas conviene más que te lo tomes, si te llevas agua, si te llevas un refresco, es decir, tenías todo estudiado, hasta cuándo hacer tu mini descanso en el examen. De manera que sí, las cinco horas son muy duras, entiendo que las cuatro horas serán un poquito menos, pero yo creo que
los aspirantes van a seguir con ansiedad en el examen aunque sean cuatro.
¿Era el mejor momento para llevar a cabo estos cambios?
Javier Arias: Para realizar el cambio del baremo, sin duda, era el momento oportuno. Reducir el número de preguntas, pues ya ciertamente no lo sé. Personalmente, yo me sentía más cómodo con el formato de 225 preguntas.
Laura Martínez: Lo mismo pensamos. Para cambiar el baremo era el momento idóneo. Pero es verdad que el resto de cambios se deberían de haber propuesto para la próxima convocatoria. Desde el CEEM sí que consideramos que en todos los cambios que se propongan en el examen MIR tienen que realizarse con la suficiente antelación con respecto a la prueba.
Un instante durante el debate.
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Borja Ruiz Mateos, usted vive el día a día con los aspirantes que se van a presentar. ¿Cómo han visto estos cambios?
Borja Ruiz Mateos: Yo agradezco que el Ministerio lo haya anunciado con relativa antelación y nos permita a la gente dividir ese estrés. Ahora, han avisado con bastante antelación, y han permitido que los alumnos están perfectamente adaptados a hacer simulacros de 185 preguntas.
Laura Martínez: Pese a ello, creemos que la preocupación ha sido patente. Ejemplo de ello es que no son pocos los que nos han preguntado para saber si nosotros teníamos más información sobre este asunto. A lo mejor no ha sido un caso tan alarmante como el examen MIR de 2010, cuando aparecieron las imágenes casi por sorpresa.
Abramos una nueva vía de debate. ¿Creen que se podría añadir al examen MIR otros cambios como la incorporación de entrevistas personales?
Rodrigo Gutiérrez: No, por el momento no. Por el momento no es un sistema que nosotros hayamos pensado, pues creemos que como sistema de selección para establecer un orden de elección es el idóneo. En este país lo de las entrevistas tiene muy mala fama porque parece que va a haber algún tipo de enchufe, pero sí se podrían incorporar al examen MIR, aunque, repito, no es algo que esté encima de la mesa. Es cierto que en otros países existe ese sistema a la hora de seleccionar a los candidatos.
Borja Ruiz Mateos: Es difícil porque hay muchísimos aspirantes. Hay otros medios que sí lo tienen. En Reino Unido funciona perfectamente porque tienen otra cultura donde la entrevista tiene una importancia especial. Pero en nuestro país,
vamos a mejorar lo que tenemos y no a empeorarlo, ya que la entrevista abre un melón de subjetividad muy alto. Para mejorar el examen MIR se pueden hacer muchas cosas: se puede digitalizar, se pueden poner vídeos, y en los próximos años eso lo vamos a ver seguro.
Laura Martínez: Desde el CEEM sí que consideramos que el examen MIR debería de recoger un componente práctico mayor, y para ello, hay que estudiar la forma en la que se podría implementar dentro de la prueba.
David Guzmán: "Si tuviera que darles un consejo sería que no cunda el pánico"
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David Guzmán: Perdón que interrumpa, pero creo que estamos viendo el examen MIR como la prueba final de la facultad de Medicina, y creo que en realidad
es el inicio de la residencia. Como ha dicho Rodrigo Gutiérrez, este examen es un sistema de ordenación de los aspirantes, porque no olvidemos que las plazas son limitadas.
Laura Martínez: A ver, realmente no es ni una prueba ni final ni inicial:
la Medicina es un continuo. Y esta prueba de acceso al MIR forma parte más de esta consecución de hechos. Es decir, un proceso más que encontramos en nuestro camino que no es otro que el de ejercer la Medicina.
Borja Ruiz Mateos: Un MIR evalúa otras cosas que no son solamente teóricas, sino que son casos clínicos. Por eso es mejor poner una prueba práctica que fuera apto o no apto, o con unos clics claramente identificables y extrapolables, para hacer
un nuevo sistema de evaluación más técnico. Pero desde luego se puede ampliar el número de cosas que evalúa el área del conocimiento de una persona con recursos virtuales.
Rodrigo Gutiérrez: Nosotros tenemos que hablar desde un punto de vista general para intentar hacer lo mejor para el máximo número de aspirantes y dar respuesta a esas situaciones y esas demandas. Pero en cualquier caso, más allá de esto, quizá convendría desmitificar un poco en el sentido que comentaba antes David de, bueno, es un examen. Yo creo que los aspirantes y demás se preparan suficientemente bien como para cualquier otro examen que hayan podido tener, y, en este caso en concreto, porque sí tiene unas connotaciones especiales a la hora de seleccionar y puede condicionar su trayectoria posterior.
¿Se ha planteado el Ministerio de Sanidad digitalizar el examen MIR, tal y como anunció su antecesor, Carlos Moreno?
Rodrigo Gutiérrez: Esa es una posibilidad. Creo que si hacia algún sitio tiene que ir el MIR también es hacia un mayor peso también de las competencias digitales y, por qué no decirlo, lograr un MIR sin papel, tanto en la realización como en la gestión del mismo.
Borja Ruiz Mateos: Ese plan tiene un coste. Por ejemplo en Italia, donde el examen MIR es digital, se utiliza un ordenador nuevo para cada estudiante que luego se reutiliza en la administración. Y funcionan bien. Pero es el mismo examen para todos.
Laura Martínez, presidenta de los estudiantes de Medicina, cauta ante los cambios aprobados.
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Laura Martínez: Es verdad que conforme avanzan los años y llegan nuevos cambios digitales, sería lógico que el MIR también se adaptara a ellos. Pero en este punto, a día de hoy,
los estudiantes de Medicina nos oponemos radicalmente a que el MIR se realice de forma online porque consideramos que no hay los dispositivos suficientemente adoptados como para evitar el cansancio visual o garantizar que en toda España el examen vaya a estar igual y que no haya ningún problema de conexión si se hace de una forma online que requiera Internet. O sea, hay más incertidumbres y miedos que firmeza en realizarlo.
Lo que sí que consideramos primordial es tener un temario cerrado para hacer el examen MIR. Un temario respaldado y revisado por las sociedades científicas de forma que sería un temario específico, tal y como ocurre en otras oposiciones.
Sí, esa petición lleva años sobre la mesa.
Rodrigo Gutiérrez: No soy partidario. Sencillamente la gente estudiaría el examen MIR, no estudiaría la carrera, ¿por qué estudiar distintas disciplinas o materias? Es mi opinión, no la del Ministerio.
El examen MIR lo que hace es intentar buscar la panorámica general del conocimiento médico y plasmarlo en el examen.
Laura Martínez: Claro, pero el temario puede ser lo extenso que se quiera. Sí que consideramos que daría también mayor estabilidad a la hora de prepararlo y una
mayor igualdad de condiciones entre los diferentes aspirantes,
sobre todo en cuestiones económicas.
¿Y los decanos de Medicina que opinan?
Javier Arias: Lo que da problemas hay que intentar cambiarlo. Y el examen MIR no da ninguno. Es una de las cosas de las que podemos estar orgullosos. Entonces, los cambios que se hagan deberán ser con extrema prudencia. Tampoco soy partidario en general de introducir entrevistas que pueden implicar algún tipo de subjetividad. ¿Por qué? Porque de alguna manera una de las cosas de las que podemos estar orgullosos es que en un entorno donde siempre hay sospechas, donde siempre hay que estar demostrando transparencia, el MIR es totalmente objetivo.
Borja Ruiz Mateos: Laura, no tengáis miedo a la digitalización. Entiendo ese pánico, pero el examen MIR digital va a llegar en algún momento porque además tenemos que dar ejemplo y gastar la menor cantidad de papel posible.
Laura Martínez: Bueno, también hay que decir que se gasta papel en muchas otras cuestiones que son más prescindibles.
Borja Ruiz Mateos: ¡Pero esta es la que nos ocupa! Y evidentemente habría que hacerlo bien, con una prueba piloto, porque evidentemente son muchas personas a la misma hora haciendo un examen, pero que en muchos otros países se hace con razonable éxito la digitalización.
Javier Arias: "El examen MIR es una de las cosas de las que podemos estar más orgullosos"
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Javier Arias: Personalmente tampoco estoy de acuerdo con la digitalización por eso mismo que he comentado. Es importante la transparencia y el que no haya ningún tipo de sospecha. ¿Y por qué no se hacen las elecciones generales de manera totalmente digital? Precisamente porque cada vez que se ha hablado del tema se ha hablado de un posible factor de sospecha. El mundo digital es un mundo que es volátil y creo que no deberíamos de meternos en ese tema, pues ahorrar papel es muy loable pero esto es una vez en la vida de personas altamente formadas que además pasan los mejores años de su vida estudiando una carrera para estar mejor preparados y para
elegir la especialidad que quieren en el sitio que quieren. Entonces, es una cosa tan singular y tan tremendamente importante que aquí yo relativizaría el gasto del papel.
Rodrigo Gutiérrez: Creo que tarde o temprano
esa digitalización va a llegar. Nos guste más o menos. Y habrá sistemas de encriptado de seguridad que permitirán que el examen sea cien por cien seguro. A mí me parece que los medios electrónicos pueden facilitar, no solo la eficiencia energética, medioambiental, el ahorro, etc., sino cambiar la agilidad, la incorporación y el procedimiento de los resultados. Las tecnologías, la información y la comunicación permitirán todo eso.
Conclusiones del debate sobre el examen MIR
Conclusiones del debate: 'Examen MIR: Cómo afrontar los nuevos cambios'
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Laura Martínez: En primer lugar, desde el CEEM pedimos que todos los cambios que se vayan anunciando se hagan siempre con la antelación suficiente para disminuir la ansiedad de las personas que vayan a presentarse a esta convocatoria o a las siguientes. Por otro lado, algo que llevamos como bandera, la implementación de un temario fijo, quién sabe si algún día lo lograremos. Y por último introducir una evaluación con un mayor componente práctico.
David Guzmán: Como mensaje final estos cambios son para todos. Estoy convencido de que los temas estrellas van a seguir cayendo por igual, y el peso de los temas importantes se va a reflejar en este examen aunque sean 185 y no 235 preguntas. Y que estén tranquilos, que hagan lo que les dicen las academias, que no se aceleren y que vayan poco a poco, que esto es una carrera de larga duración y se trabaja día a día.
Borja Ruiz Mateos: Creo que esa incertidumbre ya la han pasado, y los aspirantes están más que acostumbrados a esta nueva situación con los simulacros que hacemos. Vamos a darle un voto de confianza al Ministerio porque es verdad que los cambios que se han hecho, aunque siempre hay que supervisarlos y monitorizarlos, han sido positivos en general. Esperemos que el examen sea un poquito más difícil para que la campana siga siendo lo más abierta posible y que no haya tantas diferencias que puedan marcar el expediente. Y que el porcentaje de las asignaturas va seguir siendo igual, aunque no haya un temario oficial, se va a mantener esa estructura, que es lo lógico. Y bueno, que estén tranquilos, que sigan preparándose y que al MIR lo que tú le das, te lo devuelve.
Javier Arias: Creo que tenemos que sentirnos orgullosos de nuestro examen MIR y de la formación después del MIR. Creo que tenemos que cuidarlo y cuidarlo supone una gran prudencia puesto que funciona bien. Para ello, huyamos de los cambios que disminuyan la discriminación y la objetividad.
Rodrigo Gutiérrez: La voluntad del Ministerio es precisamente actuar siempre con esa prudencia aristotélica, para intentar mantener el prestigio, el rigor y la objetividad que yo creo que siempre ha caracterizado al examen MIR. Creo que los cambios hay que conducirlos y es mejor liderarlos que dejarse arrastrar por dinámicas turbulentas y ajenas un poco a la cuestión que se trate. Es verdad que cualquier cambio siempre produce alguna inquietud, alguna incertidumbre, pero sinceramente creo que se mantiene el espíritu de lo que es el examen MIR. Esperemos que no se produzcan incidencias reseñables y errores que den lugar también a esos problemas. Y esa es la voluntad y la intención con la que hemos incorporado estos pequeños cambios.
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