El abandono MIR se triplica en España según pasan los años de residencia

El número de médicos internos residentes (MIR) recirculantes suponen, en España, un 6 por ciento entre los años 2016 y 2021, de todos los aspirantes que han obtenido plaza durante este periodo de tiempo. Buena parte de estos números estarán condicionados por la tasa de abandono de los residentes de primer año, aunque es un fenómeno que se ha reducido a la mínima expresión en los últimos ejercicios. En 2021 el porcentaje de facultativos que renunció a su puesto MIR fue de apenas el 1,75 por ciento del total, lo que confirma que la tasa de abandono se triplica según pasan los años de residencia.

Esto quiere decir que, pasados cuatro o cinco años, no todos los MIR salen formados como especialistas. Muchos de ellos renuncian para presentarse de nuevo al MIR y elegir otra especialidad. En la última convocatoria supusieron 234 que, sumados a los 170 recirculantes especialistas, hacen un total de 404, “más que los últimos años, aunque han descendido desde el año 2013”, según se desprende del último informe elaborado por el Centro de Estudios del Sindicado Médico de Andaluz (SMA) titulado ‘Universidades y países de origen de los MIR 2017 a 2022’.

Son plazas que, finalmente, “no han servido para proporcionar nuevos especialistas” al Sistema Nacional de Salud (SNS) en un contexto  en el que es necesario reponer “las muchas jubilaciones que se están produciendo en estos años y que hay que tenerlo en cuenta para ajustar las plazas convocadas”, tal y como pone de manifiesto la investigación.

En esta línea, la misma investigación sostiene que las plazas disponibles para aspirantes españoles y de universidades de nuestro país, y los egresados de nuestras facultades “están incrementándose cada año y pueden superar ampliamente los 7.000 por año muy pronto”.

Una situación similar sucede con los estudiantes de Medicina. Los datos del Ministerio de Universidades revelan que, desde el curso 2013-2014, un 4,7 por ciento de los alumnos no termina su formación seis años después de comenzar sus estudios.

No obstante, el estudio del SMA alerta de que en el curso pasado (2020-2021) hubo un incremento muy importante, posiblemente debido a la pandemia del Covid-19, algo que se podrá comprobar “cuando se publiquen nuevos datos si se ha debido a un retraso en terminar los estudios o bien a abandonos de los mismos”. “Pero es curioso este incremento tan importante, pues seis años antes (2015-2016) habían sido admitidos 7.839 alumnos en las facultades y en el curso 2020-2021 terminaron su formación solo 6.718, que son el 14,3 por ciento menos (1.121)”, explica.

Por este motivo, es de esperar que pasada la pandemia, se vuelva a que terminen su formación aproximadamente “el 95 por ciento de los alumnos de Medicina que seis años antes comenzaron sus estudios”, lo que supone que aproximadamente este año habrían terminado unos 7.000, con un incremento de casi 300 con relación al año pasado y 400 con relación al año anterior.

También se prevé que siga incrementándose el número de egresados al igual que se ha ido incrementando el número de nuevos alumnos hasta llegar a 7.815 el curso pasado y hemos de recordar que este año se han incorporado dos nuevas facultades (Jaén y Almería) en las que comienzan sus estudios 120 alumnos. A ello hay que sumarle los posibles nuevos grados de Medicina en universidades como las de Alicante, o León y Burgos en un futuro algo más lejano.

“Sin duda, pasados cinco o seis años estaremos muy próximos a que de nuestras universidades salgan unos 8.000 nuevos médicos y eso sin contar con la intención del Ministerio de Sanidad de invertir 50 millones de euros en incrementar 1.000 plazas en nuestras universidades”, indica el informe. Sin embargo, alerta de que “es un nuevo grave error de planificación, pues en España lo que necesitamos en unos años, son más médicos de varias especialidades por el gran número de jubilaciones y pasados unos diez años, las jubilaciones bajan drásticamente y los que ahora comienzan sus estudios, cuando sean especialistas para los años 2033, 2034 y siguientes se encontrarán con muy pocas posibilidades de conseguir una plaza para ejercer la profesión tanto en la sanidad pública como privada”.