Dos 'repetidoras' consiguen las mejores notas del EIR 2017

La ventaja de la experiencia. Catuxa Argibay González y Alba Beneitez Pérez son las dos mejores candidatas a las plazas de formación especializadas EIR de la convocatoria 2016-2017. A ambas no solo les unen las altas puntuaciones en el examen de acceso a la residencia, sino la condición de ser ‘recirculantes’. Es decir, las dos aspirantes ya habían participado en anteriores convocatorias y obtenido un número de orden suficientemente alto como para escoger plaza. Sin embargo, años después han vuelto a presentarse, con el resultado de liderar los números de orden de este año.

Catuxa Argibay González, que ha obtenido 537 puntos en la prueba, estuvo formándose en Enfermería Familiar y Comunitaria del Área Integrada de Cuenca. Según ha logrado conocer Redacción Médica, la número uno de la actual convocatoria terminó todos los años de la residencia, como han declarado fuentes del Hospital Virgen de la Luz. En este sentido, la mejor candidata ha regresado a la formación sanitaria especializada con la experiencia bajo el brazo de su especialidad.

La historia es similar a la de Alba Beneitez Pérez. La número dos del EIR, que sacó una puntuación de 531, también había logrado obtener plaza en dos convocatorias previas: 2010 y 2013. La aspirante proveniente de Valladolid utilizó su primer número de orden (número 19) para formarse en Enfermería Familiar y Comunitaria. Sin embargo, tres años después volvería al examen para acceder a la residencia y con un cuarto lugar eligió Enfermería del Trabajo, "por contar con más salidas laborales, aunque fuera en el ámbito privado".

“Le he cogido el truco al examen. No solo por realizarlo en dos ocasiones previas, sino también con un gran número de oposiciones y mi cercanía con las academias”, apunta a este medio Beneitez. De ahí que no le sorprendiera conquistar la segunda plaza de la actual convocatoria, un número de orden que le permitirá acceder a Enfermería de Salud Mental. “Los cambios de especialidad se deben a motivos profesionales y personales, entre los que se encuentran el poco desarrollo de la categoría profesional de Enfermería Familiar y Comunitaria”, precisa.