Bárbara Lucas, médica que se está preparando por segunda vez el MIR.
La preparación para el examen de Médico Interno Residente (
MIR) no es fácil y volver a
presentarse a esta prueba tampoco. Hay quien que se decanta por esta opción al no
conseguir la plaza deseada. Pese a los inconvenientes que, a priori, pueden surgir por volver a someterse a ello, también proporciona ciertos beneficios como conocer de primera mano el examen y evitar los errores cometidos. Pero si además entre el primer y segundo examen se ha pasado por una residencia, las 'ventajas' se van sumando. Así lo explica
Bárbara Lucas, que comenzó una especialidad y acabó dejándola para volver a presentarse en busca de ser pediatra. Este bagaje le ha proporcionado "mucha confianza" y asegura que se hace "mucha mano".
Al acabar la carrera en la Universidad de Sevilla, Lucas tenía tres especialidades en mente para hacer:
Pediatría, Cardiología y Medicina Interna. Finalmente, se lanzó a por la primera opción, pero se quedó a cien puestos de la última plaza. Fue entonces cuando pensó en otra alternativa, donde también hubiera niños y se contara con buena calidad de vida. "Así es como me decanté por
Medicina Física y Rehabilitación, pues tenía condiciones que yo buscaba, ya que no había conseguido lo que quería en primera instancia", explica. Además, también rotó por otros servicios e hizo guardias en Urgencias durante su residencia en el Hospital Universitario San Cecilio (Granada).
"Cogí la especialidad, aunque no estaba segura de que me fuera a gustar, pero en ese momento
no estaba en condiciones ni dispuesta a repetir directamente el MIR". Finalmente, el ritmo y las circunstancias que rodean a Medicina Física y Rehabilitación le hicieron darse cuenta de que ese lugar no era el suyo. Aun así, quiso continuar unos meses más y completó casi el primer año, a falta de dos meses. Esta decisión asegura que le ha aportado conocimiento que pueden servir a la hora de afrontar el siguiente examen.
"
Se coge mucha confianza y se hace mucha mano. Sobre todo lo que siento que más me ha ayudado es la Urgencia porque ves patologías muy variadas que quizá con vistas al MIR son el tipo de preguntas que más fácilmente pueden relacionarse". En abril de este año
comenzó de nuevo la preparación con vistas a alcanzar la ansiada plaza de Pediatría.
Los beneficios de presentarse por segunda vez
Coincidiendo con otros compañeros que han apostado por repetir el examen, la preparación entre la primera y la segunda vuelta del MIR es diferente. Ella misma también ha cambiado, y mucho, según reconoce: "
Cambia mucho la mentalidad, al menos en mi caso". En el primer periodo todo lo llevaba de una manera mucho más estricta, lo que no significa que ahora no tenga una rutina y una disciplina, tal y como aclara.
Además, recomienda
cuidar de la salud mental y darle la importancia al descanso para que el resultado sea óptimo.
"Era mucho menos permisiva conmigo misma, tenía menos en cuenta cómo me encontraba y primaba el estudio sobre todo. Ahora noto que
me escucho mucho más. Lo importante es que llegues con un buen estado mental; puede que hayas estudiado mucho, pero si llegas quemado no haces nada", sostiene.
"Lo importante es llegar al examen MIR con un buen estado mental"
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En el caso de repetir el MIR,
se 'maneja' mejor tanto el temario como la presentación a la prueba. Lucas sostiene que ahora sí sabe como se hace el examen.
"Parto de una base importante, ya no solo en cuanto al temario que ya tienes más integrado, sino que ya te has presentado una vez. Gestiono mucho mejor qué estudio, cómo y cuándo. Además, ya me lo he aprendido una vez", detalla.
El peso de repetir el MIR se compensa con conseguir la plaza deseada
Además, el conocimiento previo ha hecho que los primeros resultados que está obteniendo sean mejores, lo que le motiva. "Puede parecer que e
l hecho de presentarte otra vez pesa, que a veces ocurre, pero aprendes a no oír esa parte y centrarte más en porqué lo estás haciendo", insiste.
La razón detrás de este nuevo esfuerzo es conseguir una plaza en Pediatría, algo que ya deseaba desde que era niña. "Desde pequeña ya le decía a mis padres que quería ser pediatra y médico, aunque también pasé por la fase de querer ser peluquera y astronauta", recuerda entre risas. También
baraja otras opciones como Hematología y no descarta Medicina de Familia porque le gusta mucho la Urgencia. En el caso de no alcanzar sus objetivos
no descarta presentarse una tercera vez, pero en esta ocasión con ciertas condiciones, que resume en compaginarlo con un trabajo.
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