También se establece que la competencia de fijar el precio de los medicamentos corresponde únicamente al Gobierno central



15 dic. 2015 14:05H
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Redacción. Madrid
A lo largo de la legislatura se han realizado distintas modificaciones en la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos de 2006. Para analizar cómo afectan estos cambios, en concreto, a las oficinas de farmacia se ha celebrado la jornada ‘Retos de la farmacia en 2016: la modificación de la Ley de Garantías’ organizada por la compañía biomédica Pfizer.
 

Jesús Aguirre.

Entre los cambios introducidos en la norma, se establece que la competencia de fijar el precio de los medicamentos corresponde únicamente al Gobierno central a través del Ministerio de Sanidad con el fin de evitar inequidades entre las comunidades autónomas. Por otra parte, se elimina la discriminación positiva que existía hacia los genéricos cuando, en prescripción por principio activo, la norma obligaba a dispensar un medicamento genérico aunque el de marca estuviera al mismo precio que éste.
 
Según explica Jesús Aguirre, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado, “con la modificación de esta Ley, a igualdad de precio, no se penaliza al laboratorio innovador sino que el farmacéutico tiene la libertad de dispensar el medicamento que considere más oportuno, tanto el de marca como el genérico, o el que le pida el paciente”. Y añade “la Ley también ha clarificado el uso de las siglas EFG que a partir de ahora queda restringido exclusivamente a los genéricos. En particular, ambas medidas están dirigidas a favorecer la adherencia del paciente a la medicación”.
 
Respecto a cómo afecta al paciente esta modificación, Antonio Ignacio Torralba, presidente de la Coordinadora Nacional de Artritis (ConArtritis), señala  “la eliminación de la discriminación positiva hacia los genéricos representa una mayor capacidad de elección del tratamiento por parte del paciente, siempre y cuando, el genérico y la marca tengan igual precio. El paciente va a poder consensuar su tratamiento con el médico y pedir en la farmacia su tratamiento habitual o el que desee sin que haya imposiciones ante la igualdad de condiciones.”.
 
En este sentido, Antonio Ignacio Torralba considera “gracias a esta modificación las personas que padecen una enfermedad, especialmente cuando ésta es crónica, ven garantizada la opción de tratamiento con la que más satisfechos están, ya sea de marca o genérico, sin que en cada dispensación se les cambie el tratamiento, y por consiguiente, se evita el impacto que esto tiene a la hora de mejorar la adherencia y se reducen las equivocaciones”.
 
Por su parte, Luis de la Fuente, farmacéutico comunitario ponente en la jornada señala “la farmacia comunitaria tiene que adaptarse a los retos que plantea la nueva legislación con nuevos enfoques, mayor formación del personal, mejor selección del surtido elegido según la rotación, formas diferentes de relacionarse con la industria y aprender nuevas estrategias de consejo a los pacientes como profesional sanitario”.

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