No todos los estudiantes de Medicina pueden decir que van a formarse en el centro sanitario
donde una vez le salvaron la vida, pero Fernando Álvarez (nombre ficticio) sí. Y es que con 12 años tuvo que ser ingresado en un hospital
bajo la sospecha de una meningitis decapitada, una patología que tiene un diagnóstico
que no se puede confirmar. En ese momento presentaba síntomas de
aumento de presión intracraneal y
su vida estaba en riesgo. Después de
once días ingresado y tras una serie de complicaciones, este futuro médico recibió el alta y salió de allí con una convicción que marcaría su futuro más cercano:
quería convertirse en facultativo para ayudar a las personas, como habían hecho ellos con él.
A pesar de que esa experiencia fue un punto de inflexión sobre su futuro laboral, este estudiante de Medicina reconoce a
Redacción Médica que ya sabía que quería ser médico, prácticamente,
desde que se encontraba "dentro del vientre" de su madre.
Con esta idea en mente y siendo consciente de la competitividad y dificultad para acceder a la carrera, Álvarez se centró en los estudios y
consiguió sacar matrícula de honor en la E.S.O y Bachillerato. Además, logró que le otorgaran el
Premio Extraordinario de la Universidad Pablo De Olavide, que reconoce los méritos basados en el esfuerzo y el trabajo de los alumnos de bachiller con un "excelente" redicimiento académico.
Tras conseguir sacar la nota necesaria para entrar en Medicina y cursar durante dos años la formación, este futuro médico se prepara para, en enero,
dar el salto con las prácticas al hospital del que guarda
un hermoso recuerdo. Aún así, subraya, ya ha estado de prácticas allí durante los cursos pasados y se ha 'enfrentado' a sus primeros pacientes. "Estar allí
me ha aportado un plus de empatía, porque quiero convertirme en el médico que a mí me gustaría que me tratara. Yo siempre digo que
comprender es aliviar, y más en esta carrera, que se ve el lado más débil del ser humano", ha resaltado.
"Yo siempre digo que comprender es aliviar, y más en Medicina que se ve el lado más débil del ser humano"
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Elegir especialidad MIR
Antes de entrar en la universidad, y condicionado por su pasado, Álvarez quería especializarse en
Neurología o Neurocirugía, pero a día de hoy reconoce que
no tiene claro lo que le depara el futuro. Eso sí, de lo que tiene ganas es de volver a ver a esos médicos que le salvaron la vida cuando tan solo tenía 12 años. "Todavía
no he tenido tiempo para reencontrarnos", ha lamentado.
Para concluir, Álvarez ha querido hacer hincapié en la importancia de la
relación médico-paciente y de los "muchos" tratamientos que se pueden ahorrar tan solo hablando con ellos. "Muchas veces los problemas se somatizan, se estresan con síntomas físicos cuando es algo de la mente. Vivimos en una sociedad donde la gente tiene muchas dificultades y es importante
que se visibilice la salud mental", ha detallado.
Fomentar la relación médico-paciente
De hecho, ha incidido en que un facultativo, dejando a un lado su especialidad, "siempre" tiene que hacer un esfuerzo con el paciente para ir más allá y conectar con él, a pesar del poco tiempo que hay entre consultas, y
preguntarle cómo está o cómo se siente. “Esto es fundamental. La salud mental siempre se asigna a la Psicología o a la Psiquiatría, pero
en Medicina también nos formamos en ello. Falta todavía mucho por evolucionar en este aspecto, aunque se está consiguiendo poco a poco, pero es importante ese plus de visibilidad”, ha concluido.
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