El derecho del paciente 'cancela' a una estudiante tetrapléjica de Medicina

Teodora Dumitru, estudiante de 3º de Medicina, sufre parálisis cerebral con tetraplejia y habla espástica. Recientemente su entidad formativa, la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha tomado la decisión de anular su matrícula tras una resolución de la vicerrectora de Estudiantes de la institución que concluye que "no cumple los requisitos de permanencia" en dicho Grado universitario. 

Julio Mayol, catedrático de Cirugía y delegado del decano de la Facultad de Medicina de la UCM, ha explicado a Redacción Médica en nombre de la institución educativa que la determinación tomada con Dumitru "no es una cuestión de adaptación de espacios, sino de las condiciones personales de la alumna que hacen imposible que adquiera determinadas habilidades y capacidades relacionadas con los pacientes". 

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"Las condiciones personales de Teodora Dumitru hacen imposible que adquiera habilidades y capacidades relacionadas con los pacientes"

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Además, ha remarcado la necesidad 'intachable' de superar dichas competencias para obtener la titulación, ya que "están impuestas por la legislación vigente" de cara al itinerario formativo de la misma. En concreto, tal y como detalla Mayol, las capacidades afectadas en el caso de esta alumna son relativas a "la comunicación entre médico y paciente, el manejo de determinados instrumentales o las exploraciones clínicas". Por tanto, el criterio más determinante de cara a la decisión de anular su matrícula ha sido el relativo a los propios enfermos que pudieran acudir a su consulta. Mayol define esta situación como "un conflicto de derechos" en el que finalmente "prevalecen los derechos de los pacientes" sobre los de la estudiante.

Requisitos para permanecer en el Grado de Medicina

Respecto a los dos cursos académicos anteriores en los que ha estado matriculada en el Grado de Medicina, la universidad sostiene que la estudiante "ha cursado algunos créditos de primero y segundo pertenecientes a materias teóricas" y que no ha completado dichos cursos académicos. Mayol también ha explicado que, al comenzar sus estudios, Dumitru fue sometida a una evaluación de la Oficina de Inclusión de Personas con Discapacidad, y que tras la misma "le avisaron y pusieron en su conocimiento que cuando llegara a las prácticas clínicas tendría problemas que probablemente le impidieran avanzar", según la resolución de la vicerrectora. 

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"Le avisaron y pusieron en su conocimiento que cuando llegara a las prácticas clínicas tendría problemas que le impedirían avanzar"

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Por tanto, tras considerar su situación como apta para completar los créditos de los dos primeros cursos, al comenzar el tercer año se ha evaluado su capacidad de permanencia en esta titulación. "Una persona puede cumplir los requisitos para entrar, pero luego no cumplir los requisitos para permanecer en el Grado", detalla el catedrático.

Periodo de alegaciones por anulación de la matrícula

El Vicerrectorado de Estudiantes ha comunicado a Dumitru que ha comenzado el proceso de anulación de su matrícula "y que por tanto dejará de ser estudiante de Medicina en la Universidad Complutense". No obstante, dicho proceso está 'paralizado' hasta que finalice el periodo de resolución de las alegaciones que la propia alumna ha prensentado, las cuales tienen que ser evaluadas de cara a la decisión final del propio Vicerrectorado.

Respecto al desempeño de Dumitru de vertientes de la Medicina ajenas al ámbito asistencial, como la investigación sanitaria, Mayol ha aclarado que "no se puede ser investigador sin ser médico antes", y que por tanto para graduarse en Medicina es necesario "cumplir lo que la legislación pide". También sostiene que, de lo contrario, "se generaría una desigualdad y problemas legales para los profesores que dieran por bueno algo que incumple la Ley". 

Desde el Hospital Universitario Doce de Octubre, institución que eligió Dumitru para realizar sus prácticas hospitalarias, han declarado a este periódico que la decisión de anular la matrícula de esta estudiante es únicamente "competencia de la Universidad Complutense de Madrid". En dicho centro sanitario, Dumitru no podía acceder sin ayuda al Pabellón de Docencia ya que, como ella misma relata, carecía de rampas, de baños adaptados y de ascensor.