17 de agosto de 2017, paseo de la
Rambla de Barcelona. Una furgoneta que recorre 530 metros en la zona central de la calle llevándose por delante la vida de
15 personas y dejando 131 heridos. Decenas de profesionales sanitarios y de seguridad acuden al lugar de los hechos para hacerse cargo del
atropello masivo. Calma, coordinación, trabajo. Tres pilares sobre los que se han formado tras una dura profesionalización que, en el caso de muchos de los enfermeros, se coordina desde centros como la
Escuela Internacional de Ciencias de la Salud que, este miércoles, ha evaluado a los alumnos de su máster de
Experto Universitario en Urgencias y Emergencias.
Simulacro en máster de Experto Universitario en Urgencias y Emergencias
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Todo ha ocurrido en la Escuela Nacional de Protección Civil, situada en
Rivas-Vaciamadrid, donde más de sesenta alumnos del organismo se han examinado en directo dentro de un espectacular
simulacro de atentado y emergencia sanitaria. En él, se ha repetido la traumática situación de los atentados de Cataluña y se ha puesto a prueba a los alumnos que
han tenido que demostrar, con la tensión del momento, cuál es su capacidad para organizar un siniestro, la coordinación de los puestos de mando, cómo realizar el triaje a las víctimas o el correcto manejo de un paciente politraumatizado.
Un atropello múltiple de peatones, la situación de atender a los heridos bajo la presencia de un francotirador e, incluso,
un rescate de rehenes que ha capturado en su huida la banda terrorista, han sido algunas de las situaciones límites a las que estos enfermeros se han tenido que sobreponer para ejecutar su labor asistencial.
Todo ha ocurrido, además, bajo la atenta mirada de sus profesores, equipos de Samur ya formados y autoridades como el presidente del
Consejo General de Enfermería (CGE),
Florentino Pérez Raya, o la directora de la Escuela y vicepresidenta del organismo,
Pilar Fernández Fernández, que,
un año más, no han querido perderse este espectacular examen.
Varios Cuerpos involucrados
Los servicios de emergencias de diferentes municipios cercanos, la unidad especial Depas (más conocidos como los antidisturbios del Samur), una unidad de Bomberos y diferentes efectivos especializados de la Guardia Civil enmarcados dentro de los
Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) y Grupos de Acción Rápida (GAR) también han formado parte de este simulacro que, además de aportar verosimilitud, ha servido como entrenamiento de sus unidades.
Los enfermeros a evaluar, tal y como cuenta la directora de la Escuela, se han preparado "a lo largo de todo el año" como expertos universitarios en emergencias. La evaluación se realiza de forma simultánea en Madrid y en otras comunidades siendo uno de los exámenes finales más duros de este tipo de formación, tanto para los enfermeros como para los
técnicos especialistas que también han realizado la prueba final. "Hemos sido pioneros en España pues
llevamos haciendo esto desde hace casi treinta años. Los alumnos no saben la situación a la que se van a enfrentar y les van a evaluar 'in situ'", ha concretado la también vicepresidenta del CGE.
Momento inicial del atropello masivo antes de que lleguen los efectivos sanitarios.
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Aunque su parte más práctica dentro del
Puesto Sanitario Avanzado (PAS) es la más visible, los profesionales ponen en valor la importancia de la coordinación con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Por ejemplo, tras el atropello inicial, los alumnos han tenido que atender al gran número de afectados hasta que los primeros disparos de los terroristas huidos les han obligado a protegerse. "Se trabaja en tres escenarios. Uno de ellos es lo que llamamos un punto de riesgo y
los alumnos tienen que saber que la correcta forma de actuar es ponerse a cubierto para no resultar heridos", explicaban desde la organización.
Detalles como la presencia de un
perro de los grupos de élite de la Guardia Civil -encargado de revisar que bajo el cuerpo de los fallecidos los terroristas no hayan escondido una bomba-, o la forma de entrar en el edificio por parte de los GAR para salvar a los rehenes, fueron algunas de las situaciones que estos alumnos vivieron en primera persona.
Formación ideal
Se trata de unos momentos de estrés que preparan a los enfermeros para la vida real y que hace de este tipo de simulacros la formación ideal para los profesionales de Enfermería. Así lo confirmaba Florentino Pérez Raya que estuvo atento en todo momento al correcto desarrollo de las prácticas de los alumnos al igual que lo hacía el resto del
Consejo General de Enfermería trasladado hasta Rivas. "Formamos profesionales que están siempre necesitados y les enseñamos como atender a las personas más necesitadas en cualquier momento. Salen de aquí perfectamente preparados", ha manifestado Pérez Raya al respecto de la
Escuela Internacional de Ciencias de la Salud.
Ya desarmando el PSA, algunos de los profesores adelantaban las 'notas' a los más de sesenta alumnos que habían templado con la
sangre falsa y los realistas lamentos de los actores. "Lo han hecho muy bien -apuntaban-, ojalá todos trabajáramos con este nivel en las situaciones de riesgo".
Unidades del GRS y del GAR de la Guardia Civil durante el simulacro.
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Alumnos del máster evacuando a los heridos tras el supuesto atentado terrorista.
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A la izquierda alumnos de Enfermería atendiendo heridos. A la derecha, efectivos del DEPAS en la evacuación durante el tiroteo.
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Durante el tiroteo los sanitarios deben retirarse a los hospitales de campaña para no resultar heridos y atender a las víctimas ya trasladadas.
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A la izquierda, alumnos de la especialidad atienden a uno de los atropellados. A la derecha, uno de los efectivos del GAR.
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Diego Ayuso Murillo, Raquel Rodríguez Llanos y Rafael Jesús López, miembros del Consejo General de Enfermería.
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Foto de grupo de los alumnos con todos los efectivos y órganos colegiales al terminar el simulacro.
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