El SNS deberá subir sueldos un 6% si quiere superar la inflación de precios

El Ministerio de Función Pública y los sindicatos con representación en la Mesa General de las Administraciones Públicas van dando pequeños pasos hacia la negociación de un nuevo pacto salarial sanitario. La vigencia del Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, firmado entre el ministerio, CCOO y UGT en 2022, acaba de expirar, y toca acordar unas nuevas condiciones que, entre otras cosas, aseguren incrementos retributivos que no mermen el bolsillo de los profesionales de la sanidad pública por cuestiones económicas como la inflación. El acuerdo, si lo hubiere, llegará con retraso, pero, en cualquier caso, las partes podrán negociar desde este mes con las previsiones inflacionistas recién actualizadas. Según la última estimación del Banco de España, la acumulación del IPC armonizado (IPCA) de 2025, 2026 y 2027 será del 6,2 por ciento.

En la actualización de las proyecciones macroeconómicas de España, publicadas en diciembre, la institución gobernada por José Luis Escrivá prevé un IPCA del 2,1 por ciento anual para este año, del 1,7 por ciento para 2026 y del 2,4 por ciento para 2027. Este informe fue el primero de 2024 en el que se avanzaron datos de inflación para este último año. En cuanto a 2025 y 2026, las cifras son prácticamente iguales a las previstas al final del trimestre anterior, en septiembre, con un 2,1 por ciento en 2025 y un 1,7 por ciento en 2026.

Para vaticinar la inflación acumulada para los siguientes tres años y, por tanto, intuir por dónde tendrían que ir los tiros del nuevo pacto salarial sanitario -el anterior acuerdo estuvo vigente ese tiempo- era necesario acudir a análisis externos como el de la agencia de calificación crediticia estadounidense S&P Global Ratings, que hablaba de un 1,8 por ciento en España, seis puntos porcentuales menos que lo que ahora prevé el Banco de España. Por tanto, el futuro acuerdo entre Función Pública y los sindicatos tendrá que ser más exigente que lo previsto a mediados de 2024 para paliar con los sueldos de la sanidad pública el efecto de la subida de precios.

Causas del repunte de precios en 2027

Según el Banco de España, en 2027 la tasa de inflación general volvería a repuntar -hasta ese 2,4 por ciento- como consecuencia de la introducción de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión previsto en la Unión Europea. De acuerdo al informe, “este nuevo régimen afectará al transporte por carretera, a la calefacción de los hogares y a algunas industrias no cubiertas por el sistema en vigor y generará, previsiblemente, un notable incremento de los precios energéticos y de la inflación general”.

En cualquier caso y más allá de las causas, se destaca que la magnitud de ese incremento “es muy incierta”, y dependerá, “entre otros factores difíciles de precisar en la actualidad, del precio que alcancen los nuevos derechos de emisión y del grado y la velocidad de traslación del aumento de los costes de producción a los precios minoristas”.

Pérdida de poder adquisitivo en la sanidad

Al margen del futuro nuevo pacto salarial sanitario, cabe destacar que el Banco de España también previó en diciembre un IPCA anual del 2,9 por ciento en 2024, algo que habrá de confirmarse aún oficialmente. Si el dato se refrendara, la inflación media acumulada entre 2022 y el año pasado sería del 14,6 por ciento -8,3 por ciento en 2022, 3,4 por ciento en 2023 y 2,9 por ciento en 2024-. Sumando todos los incrementos salariales fijos y los pluses vinculados a factores económicos firmados en el acuerdo y que se han cumplido, el aumento del sueldo sanitario en ese periodo de tres años ha sido del 9,8 por ciento, es decir, que el nivel adquisitivo de los profesionales de la sanidad pública se ha reducido en un 4,8 por ciento. En CSIF llevan tiempo lamentando que el porcentaje de pérdida a raíz del Acuerdo Marco 2022-2024 ha sido algo mayor, del 6 por ciento.