Jesús Jordán (CCOO) y Fernando Hontangas (CSIF).
Los sindicatos
CCOO y
UGT anunciaron recientemente su intención de denunciar el
IV Convenio Único vigente para más de 40.000 trabajadores del personal laboral de la Administración General del Estado (
AGE), de cara a alcanzar un nuevo acuerdo que acabe con las diferencias salariales dentro de la propia AGE, entre funcionarios y personal laboral, y también entre estos y los empleados de las comunidades autónomas, cuya estructura salarial es superior. Aunque reticente a denunciar para no enturbiar las negociaciones,
CSIF se sumó a la reivindicación este lunes. Los departamentos sanitarios estatales y regionales -incluidos el
Ministerio de Sanidad y las consejerías del ramo, respectivamente- no sólo no son ajenos a esta circunstancia, sino que la sufren en mayor medida en tanto en cuanto, según destacan las centrales, el desequilibrio salarial se da incluso entre autonomías.
El portavoz del sector de la AGE de FSC-CCOO,
Vidal Cruzado, cifró las
diferencias retributivas entre empleados de la AGE y de las comunidades autónomas en entre un 8 y un 10 por ciento a favor de estos últimos. Este lunes, el presidente de CSIF,
Miguel Borra, especificó que los trabajadores de la AGE cobran al año, de media, 8.000 euros menos que sus homólogos de las administraciones autonómicas e incluso locales por desempeñar el mismo trabajo.
Según el responsable de Empleo de la FSS-CCOO,
Jesús Jordán, las diferencias salariales entre administraciones son “evidentes” a nivel general, pero más aún en el ámbito sanitario: “Dentro del propio Sistema Nacional de Salud (
SNS) hay una diferencia de retribuciones entre las consejerías de Sanidad”, indica a
Redacción Médica. Esa disparidad se asienta, sobre todo, en los complementos variables, lo cual, según el presidente del sector sanidad de CSIF, Fernando Hontangas, dificulta la traducción aproximada en números de la situación.
“Estamos analizando los complementos de Atención Continuada, específicos y de
carrera profesional, pero los demás son complicados. Estamos trabajando en ello”, avanza Hontangas. El responsable sindical explica que, en el caso de la AGE, la comparativa resulta más sencilla en tanto en cuanto sus cuerpos y escalas no varían a nivel autonómico y local. Sin embargo, el impacto en la sanidad es escaso porque el Estado sólo cuenta con trabajadores del sector en el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Equiparación salarial entre servicios de salud
Frente a ello, en CCOO reivindican “una
homologación de retribuciones entre los diferentes servicios de salud”. “Las trabajadoras del Ministerio de Sanidad dependen directamente de la
Mesa de Negociación de la AGE, y su equiparación salarial a sus compañeras de las comunidades autónomas es lógica”, defiende Jordán.
Además de la equiparación salarial, CCOO y UGT reivindican, para el próximo convenio, retribuciones “competitivas y atractivas” no sólo en comparación con otras administraciones públicas, sino también con el sector privado; homologar las condiciones laborales e implantar la
carrera horizontal “en igualdad de condiciones con los otros regímenes jurídicos”; implementar la
jornada laboral de 35 horas semanales como estándar en la AGE; revisar los sistemas de movilidad y promoción interna, y adaptar nuevos permisos en materia de conciliación familiar y laboral.
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