Vicente García-Patos.
Dermatólogos indican la necesidad de evaluar las
lesiones orales en pacientes de Pediatría con un abordaje multidisciplinar que permita discernir los problemas más benignos de los que constituyen un indicio de enfermedad grave.
Vicente García-Patos, vicepresidente segundo de la junta directiva de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha indicado, en el seno del 46 Congreso Anual que se ha celebrado en Palma, que la
boca es uno de los territorios en los que desarrollan su trabajo diferentes especialistas (dermatólogos, pediatras, estomatólogos, digestólogos, cirujanos…) y en los que las lesiones pueden ser de naturaleza benigna –lo más frecuente-, pero también pueden constituir indicios de dolencias graves, tanto neurológicas como oncológicas, “lo que hace siempre recomendable una
evaluación exhaustiva”.
Detectar a tiempo otras posibles condiciones
García-Patos ha recordado que las lesiones orales más frecuentes en esta etapa de la vida son las úlceras dolorosas conocidas como
aftas, la infección por levaduras (
muguet) y la gingivoestomatosis herpética (
infección por Herpes virus).
Las aftas, muguet y la infección por Herpes virus son las más frecuentes en niños
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Otras dolencias menos comunes son lesiones provocadas por la dentición y la lengua geográfica (
glositis migratoria), una patología benigna pero que suele causar una angustia considerable en los padres de los pacientes, según ha señalado.
Además de para obtener el
alivio de los síntomas y la
resolución de dichas enfermedades, la evaluación por parte del especialista es determinante para
detectar a tiempo –por raras que sean-
otras condiciones de mucha mayor gravedad, como patologías neurológicas asociadas a insensibilidad al dolor o epilepsia, además de tumores –muy raros, pero posibles-.
Asimismo, ha reflexionado sobre la dificultad de administrar el tratamiento a los pacientes de Pediatría: “Es clave disponer de formas farmacéuticas que faciliten la administración en niños, como geles, piruletas… Hay pocas opciones, y en la mayoría de los casos hay que formularlas”.
Un reto diagnóstico
Minia Campos Domínguez, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, otra de las ponentes de esta sesión, ha indicado que “el
dermatólogo, como especialista en piel y mucosas, comparte con otras especialidades (Estomatología y Cirugía Maxilofacial) la
atención a las lesiones orales infantiles”.
También ha añadido que la consideración de estas lesiones orales en niños suponen un reto diagnóstico, ya que etiologías muy diversas pueden producir cuadros clínicos superponibles.
El clínico -ha apuntado la especialista- debe conocer las
variantes de la normalidad y algunos
trastornos benignos autolimitados típicos de neonatos y lactantes. En escolares y adolescentes son típicas otras lesiones benignas de fácil diagnóstico clínico, como el granuloma piógeno y el mucocele.
“En otros casos, ante la menor duda diagnóstica, se debe realizar biopsia o pruebas de imagen ya que algunas lesiones en cavidad oral pueden ser la forma de debut de una enfermedad maligna (por ejemplo, un linfoma o una leucemia)”, ha advertido.
“Los tumores más frecuentes en la cavidad oral son los
hemangiomas infantiles. El labio es una zona de alto riesgo y en muchos casos es preciso realizar tratamiento con
propranolol oral”, ha apuntado. Por otro lado, la especialista ha indicado que las
lesiones pigmentadas orales también suponen un reto, ya que esta localización no es tan accesible para biopsia y dermatoscopia como la piel del resto del cuerpo.
Algunas enfermedades están asociadas a un riesgo aumentado de cáncer
Durante el congreso también se han abordado las novedades clínicas en
Dermatología Pediátrica y se han revisado los progresos en materia de
trastornos autoinflamatorios, los avances en la patogenia de la
dermatitis atópica y el componente inmunológico recientemente identificado en genodermatosis como las
ictiosis o desmosomopatías, y se ha hecho referencia a los
nuevos genes publicados en el último año en el campo de los trastornos pigmentarios, la epidermolisis bullosa y otras genodermatosis.
Es importante llevar a cabo la exploración oral de los pacientes pediátricos
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Este último espectro de dolencias fue el tema que ha abordado
Asunción Vicente, consultora adjunta en la Unidad de Dermatología del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Aunque se trata de enfermedades consideradas
raras, el trabajo en centros de referencia ha permitido acumular experiencia en este ámbito.
Las
genodermatosis comprenden un amplio espectro de alteraciones, algunas localizadas -como el nevus blanco esponjoso- y otras que cursan con lesiones en las uñas o alteraciones de la pigmentación de la piel -como la disqueratosis congénita-. Asimismo, se han planteado en el encuentro casos de
síndrome de Peutz-Jeghers, con lesiones pigmentadas en la boca;
neurofibromatosis;
esclerosis tuberosa;
síndrome de Cowden y síndromes que predisponen al
cáncer.
“Puede tratarse de enfermedades importantes, con compromiso neurológico o asociadas a un riesgo incrementado de cáncer”, ha explicado. Por ese motivo, entre sus mensajes, ha insistido en la importancia de llevar a cabo la
exploración oral de los pacientes pediátricos, que muchas veces por la poca colaboración del niño no se llevan a cabo.
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