Elíseo Martínez, coordinador del grupo de trabajo de Epidemiología y promoción de la Salud de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Tras el
coronavirus una nueva amenaza sanitaria irrumpe en
España, la
viruela del mono, convirtiéndose en el nuevo centro de atención por parte de las
autoridades sanitarias.
Italia y
Suecia se han convertido en los últimos países en notificar nuevos casos, después de los registrados en
Gran Bretaña,
España,
Portugal y
Estados Unidos. Este tipo de enfermedad, tal y como explica en
Redacción Médica Elíseo Martínez, coordinador del grupo de trabajo de Epidemiología y promoción de la Salud de la
Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), "ha generado
preocupación entre los dermatólogos. Pese a ello, es una enfermedad que contamos con
datos tranquilizadores, es poco contagiosa,
hace falta un contacto estrecho y prolongado. No parece que tengamos un brote como el covid, por lo que pienso que se puede controlar. Los pacientes diagnosticados en
Madrid evolucionan favorablemente".
La viruela del mono, según Martínez, "es diferente a la
patología genérica, ya que llega a provocar
adenopatías, que pueden llegar a ser muy dolorosas. Desconocemos si se trata de una
variante, pero con
tratamiento sintomático de soporte los pacientes evolucionan de forma favorable. El sistema sanitario está preparado para hacer frente a este brote".
La especialidad de Dermatología no es ajena a la situación que está atravesando España ante esta nueva amenaza y Martínez afirma que “existen
guías y
publicaciones internacionales que aconsejan realizar un tratamiento exclusivamente sintomático, de soporte. La mayor parte de
los pacientes con viruela del mono evolucionan favorablemente sin necesidad de un tratamiento específico, que están desarrollados, pero no están testados en humanos para usarlo de forma generalizada”.
"La mayor parte de los pacientes evolucionan favorablemente sin necesidad de un tratamiento específico"
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La
mortalidad de esta patología es relativamente
baja, ya que Martínez confirma que está “en torno al
10 por ciento. Existen variantes, hay infecciones del
África Occidental que son más leves que el
África Central. En el brote que hubo en
Estados Unidos en el año 2003, el más potente en países desarrollados, fueron 71 casos y no hubo ningún fallecido. Esperemos que suceda igual en España, contando con el acceso a una sanidad de calidad”.
Protocolo de detección precoz para la viruela del mono
Por ahora la
AEDV no ha elaborado un protocolo específico para afrontar este tipo de viruela, aunque
Redacción Médica ha tenido acceso a un
primer protocolo para la detección precoz de la viruela del mono elaborado por el
Ministerio de Sanidad. La institución presidida por
Carolina Darias llega a afirmar que el reconocimiento de monkeypox (MPX) “es difícil durante la fase prodrómica” a menos que el paciente sea un contacto cercano de un caso ya identificado, confirmado o en investigación.
Después de hablar con especialistas de diferentes hospitales españoles sobre cómo abordar de forma eficaz la viruela del mono, Martínez afirma que varios centros “está dando
pequeñas instrucciones de cómo se tiene que actuar ante un
caso sospechoso. Cuando llegan enfermedades poco conocidas en Occidente siempre se genera
incertidumbre y nunca se pueden dar garantías. Desconocemos si es una
variante de la viruela del mono o sí es más agresiva”.
La viruela del mono, poco estudiada en países desarrollados
En las últimas décadas se han llegado a producir
brotes de esta patología en varios países desarrollados, y el principal origen de la enfermedad es, según Martínez, “que alguien haya estado en una
zona endémica y se haya
contagiado. En el 2018 se detectaron dos pacientes con esta viruela en el
Reino Unido que habían viajado en
Nigeria. En el mismo año hubo un caso de un hombre que viajó del mismo país africano a
Israel y contrajo la enfermedad”.
"El principal origen de la enfermedad es haber estado en una zona endémica"
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Por lo que respecta a la viruela del mono, se trata de una enfermedad que no ha afectado tradicionalmente a los
países más desarrollados, por lo que, para el dermatólogo, son “
enfermedades olvidadas y poco estudiadas. Lo que no afecta al primer mundo no mueve el interés científico tanto como otras patologías”.
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